ASFASPRO denuncia la situación del personal militar, recurso eficaz del Estado para afrontar cualquier problema, a la vez que se le niega el pan y la sal, con unas retribuciones paupérrimas.
Aún están coleando los ecos por la reciente intervención en Afganistán cuando ya tenemos a las Fuerzas Armadas en primera fila de los actores intervinientes por la erupción volcánica en la isla de La Palma. Como siempre que se producen unas circunstancias de crisis con riesgo para las personas, los militares estamos ahí trabajando para solucionarlas y para paliar las consecuencias. Y vamos a seguir estando, en un suma y sigue: incendios, nevadas, terremotos, crisis migratorias en nuestras fronteras, piratería que afecta a nuestros barcos en el cuerno de África, pandemia… y ahora, actividad volcánica. Lo que sea, si es malo, ahí estaremos los militares. Personal formado y barato, muy barato.
El concienzudo trabajo de investigación “Las clases de tropa de segunda categoría – suboficiales, brigadas y sargentos (1912-1931)”, del comandante (R) D. Miguel Parrilla Nieto, ha sido galardonado con el Premio “In Memoriam Mª Manuela (Mané) González-Quirós” en su VII convocatoria, correspondiente a 2021. Con una narración ágil y afianzando el relato con fuentes históricas de naturaleza diversa (hojas de servicios, noticias en prensa, normativa y legislación de la época…) el autor ha conseguido transformar una obra de investigación convirtiéndola en un texto atractivo que engancha al lector.
Queremos destacar que el periodo en que se centra el autor es justamente el anterior a la creación del cuerpo de suboficiales, en 1931, por lo que es interesante para conocer con precisión la situación previa de la que se partió para dar este importante paso.
El trabajo se ve recompensado con 5000€ (repartidos en 4000€ en metálico y 1000€ para la impresión de la primera edición de la obra), un diploma acreditativo y una alabarda (arma que fue en su día el distintivo del sargento), que le serán entregados en un acto a celebrar en la Academia General Básica de Suboficiales cuya fecha se dará oportunamente a conocer.
Felicitamos al comandante Parrilla la obtención del premio, y agradecemos al galardonado, al resto de los autores concurrentes al premio y al promotor del mismo, general D. Emilio Fernández Maldonado, sus esfuerzos en pro de la historia de los suboficiales.
Puedes ampliar información en: https://sargenteria.es
Descargar el FALLO DEL VII PREMIO - 2021
Hartos del ninguneo retributivo al que son sometidos los miembros de las Fuerzas Armadas, las principales asociaciones profesionales militares llaman a salir a la calle
Madrid, 09 de septiembre de 2021.
Los militares llevan mucho tiempo protagonizando en los medios las noticias sobre todo tipo de crisis, especialmente en los últimos dos años (pandemia, incendios, nevadas, fronteras de Ceuta y Melilla, evacuación de Afganistán…). En todas ellas han demostrado con creces su profesionalidad y su buena formación. Por penosa, dura, peligrosa o tensa que haya sido la situación.
El personal de las Fuerzas Armadas participa en las labores de extinción de incendios, pero su profesionalidad no se le reconoce retributivamente. ¿Para cuándo el quid pro quo?
Sin novedad. Un año más, en plena canícula los medios de comunicación insisten en mostrar a la ciudadanía el esfuerzo incansable de los militares en un combate contra los incendios forestales que ya viene siendo habitual. Los miembros de la Unidad Militar de Emergencias, de los medios aéreos como los llamados cariñosamente “Botijos” (43 Grupo de Fuerzas Aéreas), los soldados de la Brigada Aerotransportable que patrullan Galicia en cumplimiento del convenio firmado entre el Ministerio de Defensa y la Xunta de Galicia…. otros militares apoyando cuando toca. En lo que haga falta. Y mientras tanto, otros miembros de las Fuerzas Armadas siguen realizando tareas de rastreador ante la pandemia que no se acaba.
Ante el inicio de los trabajos de los próximos Presupuestos Generales del Estado, las tres asociaciones más representativas de las Fuerzas Armadas solicitan que incluyan partidas para mejorar las paupérrimas nóminas militares
Madrid, 10 de agosto de 2021.
Tras el reconocimiento retributivo y dignificación de policías y guardias civiles, el gobierno ignora la denigrante situación retributiva de los militares que resulta dramática para miles de ellos, siendo el Ministerio de Defensa el principal responsable de no defender a su personal. Los últimos incrementos recibidos han sido tan irrisorios que todavía han puesto más de manifiesto la grave situación de las nóminas militares.
Hace pocos días el presidente del gobierno se refirió en una rueda de prensa a las soldadas y a los soldados. Podría haber sido una buena noticia si hubiera sido una manifestación de preocupación por la soldada que reciben los soldados, pero no era así. Lamentablemente, el lenguaje políticamente correcto le ha jugado una mala pasada al presidente del gobierno: hablaba de soldados y soldadas como si se refiera a personal militar del mismo empleo pero de distinto sexo. Resulta que la realidad no es esa y que se había colado en el discurso una ultracorrección. Un error, vamos. No había caído en la cuenta de que “en los ejércitos no hay hombres ni mujeres, hay estrellas y galones”.
No es lo mismo un o una general (sea hombre o mujer) que una generala (toque de alarma), un o una coronel que una coronela (bandera de un regimiento), un o una capitán que una capitana (la nave desde la que se comanda una flota), un o una sargento que una sargenta (alabarda que llevaba el sargento1) ni mucho menos el o la soldado que la soldada (el sueldo que percibe un militar). Y llegamos al punto que nos duele, porque el adjetivo que acompaña actualmente a la soldada es paupérrima (de pobre): los y las soldados recibimos una soldada paupérrima. Esa es la triste realidad. Y lo que debería preocupar al presidente del gobierno y a todos los ministros.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha establecido que el accidente “in itinere” -desplazamiento entre el domicilio y el lugar de trabajo- de un funcionario público es consecuencia del servicio a efectos de percibir la pensión extraordinaria (200%) de jubilación o retiro por incapacidad permanente para el servicio.
El Tribunal Supremo ha dictado dos sentencias en las que reconoce el derecho al cobro de una pensión extraordinaria a un funcionario de prisiones y a una guardia civil, tras ser denegada por la Audiencia Nacional por considerar que los accidentes no fueron en el lugar y tiempo de trabajo.
NACIONAL - MADRID
RTVE: Concentraciones 19 de junio Informativo Fin de semana 15:00 h - Minuto 22:45
RNE: Concentraciones 19 de junio ASFASPRO Boletín Informativo 19/06/21 - Minuto 2:45
Alerta El Diario de Cantabria: Militares denuncian la falta de retribuciones "justas y adecuadas" y reclaman "dignidad profesional"
República: Los militares salen a la calle para reclamar retribuciones justas y dignidad profesional
Diario Qué!: Militares denuncian la falta de retribuciones "justas y adecuadas"
COPE: Decenas de militares se concentran en Madrid para reclamar un sueldo digno
Vozpópuli: Decenas de militares se manifiestan en Madrid para reclamar un sueldo digno
TeleMadrid: Decenas de militares se concentran en Madrid para reclamar un sueldo digno
El Español: Decenas de militares se concentran en Madrid para reclamar sueldos dignos
La Información: Decenas de militares se concentran en Madrid para reclamar un sueldo digno
El Liberal: Decenas de militares se concentran en Madrid para reclamar un sueldo digno
Ciudadanos, amigos, compañeros de la familia militar, buenos días y gracias por acompañarnos.
Estamos hoy en la calle sin nuestros uniformes, y hemos cambiado las armas por la pancarta, para reivindicar dignidad profesional.
Desde que se suspendió el servicio militar obligatorio los militares nos fuimos difuminando para el resto de la sociedad. Para muchos no existíamos o éramos unos personajes más propios de la dictadura. Esta lejanía de la sociedad, no deseada por nosotros, que formamos parte de ella, ha significado olvido y desinterés. Todo ello se ha traducido en una falta de consideración profesional y retributiva, con unas nóminas paupérrimas que siempre están en el furgón de cola de la Administración. En 2005 tuvimos nuestro último reglamento de retribuciones porque estábamos en una situación penosa y resulta que hoy estamos mucho peor que entonces.
Los ciudadanos se han acostumbrado en los últimos tiempos a ver a los militares trabajando en todo tipo de crisis: pandemia, terremotos, inundaciones, incendios, nevadas, crisis migratoria en Ceuta… la última, y mucho menos grave, la vacunación contra el COVID-19 a la Selección Española de Fútbol. ¿Saben los españoles que estos militares tan formados, tan capaces, tan profesionales, siempre disponibles para todo, cobran una miseria, los peores sueldos de la Administración?
Un piloto de un avión de caza o de un helicóptero de combate –oficial o suboficial- cobra menos que el último policía nacional o guardia civil recién salido de un centro de formación. Los soldados no quieren ser sargentos porque no compensa. La profesión militar no es un desfile, es peligrosa, como lo demuestra el triste fallecimiento de un sargento hace pocos días en un salto paracaidista o los casi dos centenares de fallecidos en misiones internacionales o el considerable número de accidentes aéreos en estos últimos años. ¿A alguien le interesa esto?