ULTIMAS NOTICIAS

facebook twitter youtube instagram whatsapp telegram

El mundoDecenas de militares exigen mejoras en salarios para dignificar la profesión

 

Vozpopuli  Cientos de militares protestan en Madrid por sus bajos salarios: "Robles, abre la hucha"

Radio Televisión Canaria: Los militares se movilizan en Madrid para exigir mejoras salariales

Telemadrid: Los militares se manifiestan para pedir mejores condiciones y más medios

El pais:  Cientos de militares se manifiestan en Madrid a cuatro días de la cumbre de la OTAN

Diario de ferrol: Decenas de militares exigen mejoras en salarios para dignificar la profesión

 

El Confidencial Digital: Defensa recibió más de 300 quejas escritas de militares que reclaman la equiparación salarial

 

El lideal gallego:  Decenas de militares exigen mejoras en salarios para dignificar la profesión

 

Onda Regional: El dato. Asociaciones profesionales piden mejores retribuciones para los militares

 

El Faro Melilla: Asfaspro, ATME y UMT se manifestarán en Madrid este sábado por una carrera y retribuciones dignas

Telediario 15 horas de Radio Televisión Española minuto 27:39: El dato. Asociaciones profesionales piden mejores retribuciones para los militares

 

El Pais: Defensa se abre a revisar los sueldos de los 120.000 militares españoles

 

Informativo de Radio Nacional de España del viernes 8/7/2022   DocumentoPDF (clic en el icono para reproducir la entrevista)

Radar 3.0. del domingo 10 a las 9:30    DocumentoPDF (clic en el icono para reproducir la entrevista)

 

Compañeros, familiares, amigos, ciudadanas y ciudadanos, buenos días y gracias por acompañarnos.

Me permitiréis que varíe el formato de la proclama final de la manifestación y que lea la carta que enviamos hace unos días a Míster Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN.

 

Estimado Sr. Stoltenberg,

Vd. no me conoce personalmente, pero me conoce como un combatiente de la OTAN, pues eso es lo que he sido en numerosos ejercicios y misiones internacionales y es en lo que puedo convertirme en cualquier momento, como tantos miles de soldados españoles. Y ambos sabemos lo que espera de un combatiente OTAN.

Vd, Sr. Stoltenberg, sabe bien que para que un ejército sea operativo y pueda cumplir su misión no basta con disponer de las armas más modernas y eficaces, es necesario que el personal que las maneja tenga la moral alta y cuente con espíritu de victoria. ¿Qué hace falta para ello? Algo que los militares españoles no tenemos: sentirnos valorados y apreciados, contar con una carrera satisfactoria y de prestigio, disponer de unas retribuciones dignas. Porque recibir buenas palabras y medallas sin valor en lugar de la nómina adecuada no es valorarnos ni apreciarnos, no sirve para pagar el pan de nuestros hijos.

Tras años y años en que España no ha aumentado el presupuesto de Defensa para llegar al 2% que se estableció en la cumbre de 2014, el golpe de realidad de la invasión de Ucrania ha provocado que el Gobierno español se haya decidió a incrementarlo con un crédito extraordinario en los próximos Presupuestos Generales del Estado de 2023. Son 3000 millones de euros que se quieren dedicar solo a la industria de defensa despreciando una vez más a quienes manejamos ese armamento cada vez más sofisticado.

Se nos trata como carne de cañón buena para el matadero pero no para ser tratada con respeto por nuestra dedicación, nuestra formación y nuestro sacrificio. Va siendo hora de devolver a la profesión militar el prestigio merecido, el reconocimiento a nuestra formación y al trabajo desarrollado, y para ello el primer paso es valorarnos en lo que toca y proporcionarnos una nómina digna, como se hace con cualquier bombero, policía, sanitario o conductor del camión de la basura. Por eso le rogamos que la organización que dirige, a la vez que insiste en que cada país miembro dedique el presupuesto adecuado a la Defensa, dote de una carrera atractiva y de una remuneración digna a los profesionales de la milicia, para garantizar así el grado de motivación y de moral que posibiliten al eficacia del esfuerzo militar, porque sin un personal motivado vamos directos al fracaso.

 

Hemos dirigido esta carta al Secretario General de la OTAN porque esos argumentos los hemos repetido, en diversas formas, a la Ministra de Defensa, que está encantada de conocerse pero rehúsa reunirse con nosotros, como le hemos pedido reiteradamente. Tal vez porque tendría que darse por enterada del mensaje y no quiere hacerlo.

Por eso es tan importante vuestra presencia hoy aquí, porque la ministra y el gobierno van a tener que darse por enterados de los problemas de carrera y de retribuciones que padecemos y les tocará mover ficha para solucionarlos.

Los militares necesitamos una carrera digna y atractiva, unas retribuciones acordes a nuestra formación y nuestro desempeño profesional. No puede ser que un teniente coronel pase de ser jefe de unidad por no cambiar de domicilio familiar, no puede ser que un capitán no se lo piense dos veces antes de colgar el uniforme para irse a Amazon, no puede ser que un sargento primero oposite para dejar atrás los galones siendo guardia civil raso, no puede ser que un soldado no quiera prosperar siendo suboficial de las Fuerzas Armadas porque no le salen las cuentas. No puede ser que un conductor de un coche patrulla policial cobre más que un teniente piloto de avión de caza. No puede ser que entre dos sargentos ocupando vacante de NBQ el complemento del perteneciente a las Fuerzas Armadas sea 730 euros menor que el del compañero de la Guardia Civil.

Es necesario y urgente iniciar el proceso de equiparación, homologación, dignificación salarial en las Fuerzas Armadas y terminar con la explotación laboral a la que estamos sometidos en la actualidad. Porque cuando no se retribuye por el trabajo realizado lo que hay es explotación laboral. Nuestros problemas tienen solución.

 

¡CARRERA Y RETRIBUCIONES DIGNAS!

Manifestación en Madrid el 25 de junio de 2022

El sábado 25 de junio se celebrará en Madrid una nueva manifestación de militares profesionales dirigida, de manera especial, contra los que miran, pero no quieren ver y oyen, pero se niegan a escuchar. Actitud recalcitrante y sistemática de la ministra de Defensa y todo su equipo desde que tomaron posesión de sus cargos.

Aunque seguramente pasará desapercibida para la gran mayoría de medios de comunicación y los principales programas de radio y televisión –que suelen prestar mayor atención a la problemática de otros colectivos– lo cierto es que en pleno siglo XXI se está produciendo en la sociedad española una realidad vergonzosa para cualquier país: el apartheid, la discriminación o la segregación de miles de mujeres y hombres, todos militares profesionales, a los que no se les quiere aplicar la legislación laboral vigente o las retribuciones y las condiciones profesionales que el gobierno defiende fogosamente para el resto de ciudadanos.

Esta vergonzosa discriminación, que venimos denunciando desde hace años en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, en el Congreso y en el Senado y en los medios de comunicación que han querido prestar atención a nuestras demandas, no se refiere a una subida de sueldo puntual o específica, sino a que no se retribuye en su justa medida la singularidad de la profesión militar, como sí se hace con otros servidores públicos como los policías autonómicos y locales, bomberos, los componentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, etc.

¿Por qué se reconoce la singularidad de su profesión a todos estos colectivos y los militares somos excluidos? No hay respuesta.

En las actuales circunstancias, cuando vemos casi todos los días a la ministra de Trabajo y a otros miembros del gobierno exigir a los empresarios y autónomos retribuciones y condiciones laborales justas para sus trabajadores, resulta casi escandaloso que al mismo tiempo ese mismo gobierno se niegue a retribuir la disponibilidad permanente para el servicio, la peligrosidad, la constante movilidad geográfica, el exceso de jornada laboral y el resto de condiciones que hacen singular a la profesión militar, aunque a la ministra de Defensa le parezca mal que lo reclamemos desde esta asociación y se niegue una y otra vez a recibir a nuestros representantes.

En consecuencia, por la defensa de la dignidad de todo el colectivo y sus intereses profesionales, económicos y sociales, además del principio de igualdad reconocido en la Constitución Española, nos dirigimos a todos los militares, a sus familias y al resto de ciudadanos para animarlos a participar en la manifestación convocada el sábado 25 de junio en Madrid.

Reclamar derechos profesionales e igualdad de trato es legal, lo que es inadmisible y contrario a derecho es la segregación o la discriminación de todo un colectivo de servidores públicos. Ninguno de nosotros puede ser considerado un mal militar por defender nuestros derechos y una carrera militar digna.

¡Participa y lucha por tu futuro, el de tu familia y el de las Fuerzas Armadas!

En 2019 la celiaquía dejó de ser causa de exclusión para acceder a la condición militar, sin embargo, junto a otras intolerancias, aparecen como una limitación para participar en varias de las misiones internacionales actuales.

  

La Ley Orgánica 9/2011 de derechos y deberes establece que en las Fuerzas Armadas no cabrá discriminación alguna por razón de nacimiento, origen racial o étnico, género, sexo, orientación sexual, religión o convicciones, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Si el cuadro de exclusiones se modificó para incluir en filas a personal con determinadas enfermedades, no parece lógico que ahora no puedan desarrollar su profesión militar en toda su extensión porque no tengamos medios suficientes para garantizar una adecuada alimentación, incluidas las intolerancias a la lactosa y al gluten.

Si estos militares van a tener cortapisas en su carrera por sus condiciones o circunstancias personales, ¿no se les debería advertir antes de su ingreso?

La participación en misiones internacionales tiene un peso muy  importante en las evaluaciones para el ascenso, por lo que su no participación tendrá consecuencias en la futura progresión profesional. Es una muestra más de que los militares necesitan, además de mejores retribuciones, una nueva Ley de carrera militar que asegure una carrera digna y en igualdad de oportunidades.

 

 DocumentoPDFDescargar pregunta

Se repite el espectáculo, un año más el Ministerio de Defensa dedica buenas palabras al personal militar en el Día de las Fuerzas Armadas. Exclusivamente buenas palabras. El bagaje de actuaciones para resolver los graves problemas sigue igual a cero.

 

Hace pocos días la Ministra de Trabajo y Economía Social acusaba a algunas empresas de los sectores de la construcción, de la hostelería y del transporte de ahuyentar a los empleados por la baja remuneración y las peores condiciones laborales, por lo que quedaban miles y miles de puestos por cubrir. No se deba cuenta de que estaba describiendo la exacta situación del personal que depende de una colega del Consejo de Ministros. Nos referimos a la Ministra de Defensa y el personal militar de las Fuerzas Armadas. Hubiera sido un buen discurso para el Día de las Fuerzas Armadas.

 

No ha sido el caso, las palabras de la titular de Defensa, una vez más, han obviado los graves problemas y en lugar de solucionarlos lanza flores al personal, como si estas buenas palabras sirvieran para pagar la hipoteca, la electricidad de sus hogares o el pan de sus hijos.

 

La Ministra de Trabajo echaba balones fuera –de la Administración- pero si a su gobierno le preocuparan las trabajadoras y los trabajadores que desarrollamos nuestro trabajo en las Fuerzas Armadas, es posible que los adjetivos se le quedaran cortos. Porque a igualdad o similitud de trabajo, los militares siempre, siempre, recibimos mucho menos. Será que tenemos un descuento que se lleva el uniforme.

 

Si la Ministra de Trabajo aplica su análisis a las Fuerzas Armadas podrá comprobar que ha acertado de pleno con su diagnóstico. Las Fuerzas Armadas constituyen un ejemplo de manual de bajas remuneraciones y peores condiciones laborales (disponibilidad plena, movilidad geográfica, penosidad, peligrosidad, sin reconocer la nocturnidad o la festividad en la prestación de servicios, extensión de horarios sin límite… y a cambio de las peores retribuciones del sector público y privado). En las tres categorías militares, que se dice pronto. Si los que mejor están, los oficiales, resulta que en cuanto pueden se van a ofrecer su servicios a otros empleadores: es clásica la fuga de pilotos del Ejército del Aire a las compañías aéreas y en la actualidad los capitanes de los tres ejércitos se van a Amazon –que les triplica el sueldo-. Resulta que los tenientes coroneles no quieren ser jefes de unidad, con lo implica el ejercicio del mando, si eso implica cambiar el domicilio familiar (y eso que algunas son vacantes con beneficio de alojamiento y coche oficial). Si así están los que más cobran y no hacen guardias, cómo van a estar los suboficiales y la tropa, con sus nóminas paupérrimas. Si para estos dos categorías se añade el constante trasiego –y ausencia de la familia sin compensación- de maniobras, ejercicios, navegaciones, innumerables guardias –que no se pagan-, la perspectiva es una carrera con muchas exigencias y bien pocas satisfacciones. Todo ello se convierte en caldo de cultivo para depresiones y suicidios.

 

No obstante, para el Ministerio de Defensa no hay problema alguno y Margarita Robles, como ministra, tiene la solución, muy sencilla, repetir incansablemente un mantra: “Que bueno es el personal militar, cuanto trabaja y que bien que hace su trabajo, que no tiene precio”. La técnica del avestruz, de esconder la cabeza, en este caso no bajo tierra sino entre buenas y bonitas palabras y golpecitos en la espalda. El golpe en todo caso , debería darlo en la mensa del Consejo de Ministros para que su ministerio tuviera el presupuesto adecuado para que sus Fuerzas Armadas tuvieran el material necesario, las instalaciones adecuadas y nóminas dignas y justas para el personal.

 

Un año más, la pantomima ocupa el escenario y los problemas reales siguen creciendo. Esperemos despertar de una vez de este sueño irreal, la defensa de España, como nos enseña Ucrania cada día desde hace tres meses, necesita de unas Fuerzas Armadas dispuestas, preparadas y motivadas, y para eso hace falta seriedad, destinar los recursos suficientes y dejar a un lado la palabrería superflua.

 

¡Feliz Día de las Fuerzas Armadas!

Manifestación por una Carrera y Retribuciones dignas

Madrid, 25 de junio de 2022, a las 12:00 horas

Desde la Puerta del Sol hasta la Plaza de las Cortes

 

 

 

No falles 25J                                                                                                                                              

Cartel familia 12 con logo 25J                                                                                                                                 

 

¿Es legal que un militar participe en una manifestación organizada por asociaciones profesionales militares para reivindicar derechos profesionales, económicos y sociales?

 

 

SÍ.

Para responder a esta pregunta debemos consultar la Ley Orgánica 9/2011, de 27 de julio, de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas y dos importantes sentencias1, una del Tribunal Superior de Justicia de Madrid del año 2015 y otra del Tribunal Supremo del 2017.

El artículo 13 de la cita ley establece:

“1. El militar podrá ejercer el derecho de reunión, de acuerdo con lo previsto en la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del Derecho de Reunión pero no podrá organizar ni participar activamente en reuniones o manifestaciones de carácter político o sindical.

Vistiendo el uniforme o haciendo uso de su condición militar, no podrá organizar, participar ni asistir en lugares de tránsito público a manifestaciones o a reuniones de carácter político, sindical o reivindicativo.”

¿Una manifestación organizada por asociaciones profesionales de militares para demandar derechos profesionales, económicos y sociales tiene carácter reivindicativo? Los tribunales han sido los que han aclarado esta cuestión:

“El término " reivindicativo" no puede comprender cualquier tipo de reivindicación pues ello excluiría toda reivindicación de carácter profesional, social o económico…”

“En todo ejercicio del derecho de reunión y manifestación que -no ha de olvidarse- es una manifestación a su vez del derecho a la libertad de expresión, hay inevitablemente un componente de reivindicación, pero para respetar un contenido mínimo del derecho fundamental que se ejercita (máxime si se trata de su ejercicio por una asociación profesional) se habrá de diferenciar entre la reivindicación meramente profesional, social o económica de la netamente sindical o política, pues en otro caso toda reunión profesional resultaría per se excluida del ejercicio del derecho y, por ende, se dejaría vacío de todo contenido el derecho esencial que se examina.”

En definitiva, la asistencia del militar a este tipo de manifestaciones es totalmente legal.

 

 

 Ven, haz visible tu situación salarial.

Acude con tu familia y amigos.

 

 ¿Por qué nos manifestamos?

1.- Nuestras retribuciones siguen en el furgón de cola de la Admimistración Pública.
2.- Equiparación salarial con los Cuerpos de Seguridad del Estado: Nuestro trabajo tiene igual o más valor.
3.- Las guardias, el trabajo a turnos, la nocturnidad, la extensión de horarios, la peligrosidad, la preparación técnica, la disponibilidad permanente y la movilidad geográfica deben retribuirse.
4.- Un militar no puede ganar menos que un guardia civil, policía nacional o local, que un mossos d´esquadra o ertzaina.
5.- Por una carrera profesional digna, con definición de cometidos, con titulaciones de ingreso adecuadas al grupo retributivo, con un sistema de ascensos justo, con promoción interna real y edad adecuada de pase a la reserva.

 

Desde la Puerta del Sol hasta la Plaza de las Cortes

 

plano manifa

Nos ha costado mucho decidir si publicábamos o no este artículo. Hasta que nos hemos preguntado “¿Si me hubiera pasado a mí, me gustaría que se publicara algo así?”. Y entonces, con dolor por los protagonistas involuntarios, hemos considerado que sí, que querríamos que un hecho luctuoso nuestro sirviera para tratar de evitar otros casos posteriores.

El fin de semana del primero de mayo ha pasado con muy mal sabor de boca para los militares, especialmente para los suboficiales. Dos compañeros brigadas, Pedro G., del Ejército del Aire, y Juan Carlos J., del Ejército de Tierra, decidían poner fin a su vida el sábado 30 de abril en Torrejón de Ardoz y el 1 de mayo en Melilla, respectivamente. Queremos unirnos a sus familias en el dolor y hacerles llegar el abrazo más sentido y más caluroso.

Dos compañeros, dos suboficiales de diferente ejército pero del mismo empleo que con unas horas de diferencia llegaron al límite. Existen las coincidencias, las casualidades, también las luctuosas, pero también existen factores que deberían ser estudiados para evitar, o al menos disminuir, estas situaciones que nadie desea. Son casos diferentes y deberían ser tratados de forma diferente, pero merecen atención.

María José, la esposa de Juan Carlos, ha hecho pública una carta desgarradora

http://copemelilla.com/actualidad/carta-de-maria-jose-avila-montanez-en-memoria-de-juan-carlos-jimena-melendez/117835

en la que describe cómo la trayectoria profesional de su marido comenzó prometedora y satisfactoria hasta que en su tercer empleo de suboficial se volvió gris y descorazonadora.

Hemos perdido dos brigadas, en este empleo se ha alcanzado una plenitud y una experiencia profesional que permiten entender el entorno y vislumbrar el futuro. Para los suboficiales un futuro con perspectivas poco halagüeñas, desarrollando habitualmente un trabajo de superior categoría que ni es retribuido ni es reconocido, lo que es peor todavía. A menudo, cuando se cumple en el puesto de superior categoría se les exige eficiencia plena pero no se les reconoce el nivel ni se les aceptan planteamientos a que obliga el desempeño de ese puesto.

El reconocimiento del trabajo realizado, el valorar al profesional como se merece no es sólo un acto de justicia, es imprescindible para mantener la moral y la autoestima a la vez que puede evitar o disminuir el riesgo de sufrir situaciones límite. Hace años en la Guardia Civil sufrieron una oleada de suicidios, pero atacaron el problema y aumentó la motivación del personal. Hoy la desmotivación cunde en las Fuerzas Armadas, nos sentimos despreciados: los soldados no quieren ser suboficiales, los sargentos (y ya los tenientes) se van a ser guardias civiles o policías rasos, los capitanes se van a Amazon, los tenientes coroneles no quieren mandar unidad si eso les supone cambiar de localidad… Los cambios implican pérdidas e inestabilidad familiar que ni de lejos se quiere compensar con una adecuada retribución. Este último factor, el económico, la estrechez de los salarios, es uno más a tener en cuenta porque resulta ser también una importante forma de presión profesional sobre el individuo.

La situación de los destinos, la movilidad geográfica, las retribuciones, las indemnizaciones con razón del servicio que cada vez son menores, el mal uso de los IPEC (informe personal de calificaciones), del CDE (complemento de dedicación especial), de las evaluaciones (para el ascenso), que en demasiadas ocasiones son percibidos por los subordinados como cacicadas... son caldo de cultivo para estos desenlaces. Estas circunstancias negativas pueden potenciar otras circunstancias particulares, íntimas y personales, y quien las sufre puede no encontrar otra salida.

Es necesario que el Ministerio de Defensa reaccione, por un lado, con planes tangibles de valoración del personal que vayan más allá de las buenas intenciones y de las buenas palabras, pues los elogios no sirven para nada sin actos que los materialicen. Necesitamos poner en valor la profesión militar, reconocer, dignificar al personal para que se sienta realizado y comprendido. Y, de forma más específica, el ministerio debería tener un programa o protocolo que trate de detectar este problema entre el personal y actuar para tratarlo. Nos hacen IPECS, PAFAS (pruebas de aptitud física), ICCS (capacidades básicas comunes del combatiente), tomas de muestras en el Plan anti Droga todos los años…, pues además del reconocimiento médico a lo mejor vendría bien uno psicológico... medidas de prevención por parte del ministerio para evitar suicidios.

 

Que Pedro y Juan Carlos sean los últimos compañeros que pasen por esa puerta de salida. DEP.

 Se ha publicado el Real Decreto 302/2022, de 26 de abril, por el que se aprueba la provisión de plazas de las Fuerzas Armadas y de la Escala de Oficiales de la Guardia Civil para el año 2022.

https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2022-6803

Los suboficiales no tienen límite de edad para promocionar a las Escalas de Oficiales de los Cuerpos Generales y de Infantería de Marina en virtud de la reciente Sentencia núm. 269/2022 del Tribunal Supremo, de 3 de marzo de 2022 [1]. El reparto de plazas es el siguiente:

cuadro.png

Antes de la sentencia, y durante el correspondiente trámite en el Consejo de Personal,  ASFASPRO elaboró y remitió al ministerio el siguiente informe sobre el proyecto del real decreto de provisión de plazas.

DocumentoPDF

[1] https://www.asfaspro.es/rss/item/2809-el-tribunal-supremo-anula-los-limites-de-edad-establecidos-por-margarita-robles-para-la-promocion-interna-del-suboficial-a-los-cuerpos-generales-y-al-cuerpo-de-infanteria-de-marina

La Asociación Profesional mayoritaria de las Fuerzas Armadas, ASFASPRO consigue eliminar una de las trabas a la promoción interna del suboficial.

El Tribunal Supremo, estimando una excelente argumentación del recurso contencioso preparado por el gabinete jurídico de ASFASPRO, ha anulado por no ser conforme a derecho los límites de edad para la promoción de los suboficiales establecidos en el artículo 17.1.a)2ª del Real Decreto 309/2021, de 4 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de ingreso y promoción en las Fuerzas Armadas[1].

La Administración -Ministerio de Defensa- no ha justificado esos límites, tal y como explica la Sala “no constan acreditados con datos objetivos, ni científicos, ni se indican o justifican otro tipo de factores que no tengan que ver con la aptitud física, como pudieran ser, las funciones a desempeñar y las necesidades derivadas de la especifica organización de los cuerpos afectados o por cuestiones de planeamiento de efectivos”.

El Real Decreto 309/2021, de 4 de mayo, eliminó los límites de edad máxima para la incorporación a las Escalas de Oficiales de los Cuerpos de Intendencia de los Ejércitos y la Armada, del Cuerpo Jurídico Militar, del Cuerpo Militar de Intervención y de los Cuerpos Comunes. Sin embargo, los límites de edad seguían vigentes para los Cuerpos Generales y de Infantería de Marina.

Según el Reglamento, las siguientes edades no se deberán cumplir o haber cumplido en el año en que se publique la convocatoria, lo que en la práctica significa que han de tener un año menos del que se refleja en el cuadro:

    cuadro1

Conocidas las edades máximas de promoción establecidas en el Reglamento es necesario analizar las edades de los suboficiales a 1 de enero de 2022 para conocer el número de posibles opositores:

 

cuadro2

 

Con un límite de edad de 34 años, más del 85% de los suboficiales no pueden promocionar sin titulación universitaria a los Cuerpos Generales y de Infantería de Marina. Tan solo 80 suboficiales del Ejército del Aire pueden hacerlo a la especialidad fundamental de vuelo.

Con un límite de edad 38 años, más del 72% de los suboficiales no pueden promocionar con titulación universitaria a los Cuerpos Generales y de Infantería de Marina.

La reciente sentencia del Tribunal Supremo permitirá que todos los suboficiales puedan hacer efectivo su derecho profesional a la promoción interna a los Cuerpos Generales y de Infantería de Marina. Sin embargo, todavía quedan muchos obstáculos por remover hasta conseguir que este ascensor social vuelva a funcionar regularmente y en número suficiente como ocurre en otros cuerpos de la Administración.

ASFASPRO, desde los inicios del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas en 2012, lleva solicitando a los diferentes ministros, subsecretarios y mandos de personal la eliminación de esta discriminación profesional, al final ha tenido que ser el Tribunal Supremo el que ha cumplido la antigua ordenanza militar: la justicia debe imperar en los ejércitos.

 

 

[1] [Real Decreto 309/2021] Artículo 17. Requisitos específicos de edad.

Para participar en los procesos de selección para cursar las enseñanzas de formación que a continuación se indican, no se deberán cumplir ni haber cumplido en el año en que se publique la correspondiente convocatoria las siguientes edades máximas:

1. Escala de oficiales.

a) Para incorporarse a las escalas de oficiales de los Cuerpos Generales y de Infantería de Marina:

2.º Ingreso por promoción:

i. Sin exigencia de titulación universitaria previa: 34 años, excepto para la especialidad fundamental Vuelo del Cuerpo General del Ejército del Aire, que se establece en 24 años.

ii. Con exigencia de titulación universitaria previa, que pertenezcan a una de las ramas de conocimiento que figuran en el anexo I: 38 años.

Nada como un golpe de realidad para hacer que las conciencias reaccionen. Ahora mismo, la barbarie desatada por un sátrapa -que afirma solemne que él no bombardea ciudades en el micro que sujeta con una mano mientras con la otra lanza las bombas- debería hacer ver a la ciudadanía y a nuestros políticos que el mundo no es precisamente una Arcadia Feliz y que, desgraciadamente, contar con unos ejércitos funcionales sigue siendo imprescindible para la supervivencia de una democracia. Porque sin cañones no hay mantequilla.

En España llevamos mucho tiempo dando la espalda a esa realidad y como consecuencia de un pacifismo mal entendido (Si vis pacem para bellum, ya lo tenían claro los romanos) el presupuesto de Defensa lleva décadas infradotado, y como consecuencia no llega para el mantenimiento de las infraestructuras y nuestros cuarteles se caen, no hay inversiones para modernizar el material que va envejeciendo y, sobre todo, las retribuciones militares ocupan con diferencia el último lugar entre las del personal de la Administración. Vamos, que pedimos que nuestros soldados sacrifiquen la vida por unos pocos euros más que el salario mínimo interprofesional, a mucha distancia de lo que percibe cualquiera que manipule armas, explosivos, realice actividades de riesgo… pero no sea militar.

Lo que sucede hoy en Ucrania –y que otros países, sin entrar en culpables, han sufrido: Irak, Libia, Bosnia, Kosovo, Georgia, Chechenia, Etiopía, Siria…- nos permite comprobar que el gasto en Defensa no es un gasto superfluo, es una inversión. Una inversión imprescindible para conservar nuestro modo de vida. La historia no finalizó en 1990, como se atrevió a escribir Francis Fukuyama, sino que sigue con sus ciclos eternos, más largos o más cortos, y el período de paz más largo en Europa ha llegado a su fin, aunque no nos lo terminemos de creer. Tanta inversión en armamento no letal, en tácticas humanitarias… en las últimas décadas, todo para nada, pues resulta que en las ciudades ucranianas los rusos siguen con la vieja táctica de la alfombra artillera, arrasándolo todo a sangre y fuego y luego ya veremos si queda alguien a quien encarcelar. No es el futuro que queremos para nuestros hijos.

Encarar eso tiene un precio, que hasta ahora no se ha querido pagar. Abusando de la disciplina del personal militar y faltándole reiteradamente al respeto, todo hay que decirlo. Porque que un teniente piloto de un moderno avión de caza tenga una nómina bastante inferior a la del conductor de un coche patrulla de cualquier cuerpo policial es faltar al respeto a los militares. Porque no se entiende que un piloto de helicóptero militar, con vuelos nocturnos, sin luces, a ras de suelo, y preparado para el combate en cualquier situación en la que le puedan disparar cobre muchísimo menos que la tripulación de un helicóptero de control de tráfico. En cualquier emergencia nuestros responsables autonómicos y locales prefieren que acudan la Unidad Militar de Emergencias y los medios de los tres ejércitos que sean necesarios, porque lo hacen todo bien y sin cobrar horas extraordinarias, peligrosidad, penosidad, nocturnidad, festivos…. y, además, el personal militar come cualquier cosa y si es necesario duerme en el suelo tirado donde sea.

Los militares ya hemos salido en varias ocasiones estos últimos años a la calle con la pancarta exigiendo unas retribuciones dignas, ni más ni menos que como todo profesional que se precie. Mientras tanto, en los Ministerios de Defensa y de Hacienda miran para otro lado y pretenden vender una irrisoria y miserable subida en marzo de 2021 que no ha tenido efecto alguno como si fuera el oro y el moro; y este año repiten una y otra vez que nos han subido lo mismo que al resto de funcionarios, con lo que el escalón que nos separa del resto no solo se mantiene sino que va aumentando en términos cuantitativos. Además de mal pagados pretenden hacernos tontos. Aparte de unos euros de maquillaje seguimos con nuestras paupérrimas nóminas militares.

Lo grave es que el Ministerio de Defensa se negó a discutir en el último pleno del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (16 de diciembre de 2021) unos hipotéticos proyectos sobre mejora de las retribuciones que la ministra y la subsecretaria habían vendido en declaraciones en el Congreso y en los medios, negativa que provocó que las asociaciones profesionales nos levantáramos y abandonáramos el pleno nada más comenzar.

Las asociaciones profesionales hemos solicitado desde hace meses una reunión con la Ministra de Defensa (quien anteriormente había ofrecido reunirse cuantas veces fuera necesario para tratar problemas) pero parece que Margarita Robles se olvida con facilidad de sus palabras. Paradójicamente, a primeros de año la propia Robles pidió diálogo para la reforma laboral, pero sigue negándolo para su ministerio. Entendemos que estos días tendrá la agenda un poco llena, pero desde verano de 2021 ha tenido muchos huecos y pocas ganas de que le expongamos la realidad.

La tozuda realidad. Vienen –ya los tenemos encima- malos tiempos para la música. Para ese concierto España necesita unas Fuerzas Armadas preparadas, pero la realidad es que mientras las retribuciones militares sean las peores de la Administración en las Fuerzas Armadas los mejores ni ingresarán ni permanecerán en filas para que les tomen el pelo a cambio de su esfuerzo y sacrificio. No vamos bien, y ahora empezarán a decirnos que no es el momento de pedir aumento de sueldo. No lo era ayer, no lo es hoy y no lo será mañana. Para los militares españoles nunca es el momento para tener un salario digno a cambio de nuestro sacrificio y el de nuestras familias. Habrá que hacer examen de conciencia, en Defensa y en Hacienda. Hoy los soldados no quieren ser suboficiales, y los suboficiales aspiran a quitarse los galones para ser guardia civiles (en ninguna otra profesión se desciende de categoría profesional para mejorar el sueldo). A este paso cuando llegue el momento de dignificar las retribuciones militares no habrá nadie en filas a quien aumentar el sueldo. ¿Quién defenderá nuestra sociedad y nuestra libertad si no la sabemos apreciar?

Eso sí, los militares estamos preparados, sin rechistar, a perder la vida que no tiene precio.