La Sentencia de 26 de abril de 2018 del Tribunal Supremo, declaró la nulidad del Real Decreto 641/2016, de 9 de diciembre, por el que se modifica el Reglamento General de la Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, aprobado por el Real Decreto 1726/2007, de 21 de diciembre1.
El Real Decreto 641/2016, de 9 de diciembre2, recogía el acuerdo del Pleno del Consejo de Personal, de fecha 24 de marzo de 2015, -producto de una propuesta de ASFASPRO- de incluir a un representante de las asociaciones profesionales de miembros de las Fuerzas Armadas con representación en el Consejo de Personal en la Junta de Gobierno del ISFAS. Tras su anulación este representante desapareció, volviendo a la situación anterior.
Este Día de las Fuerzas Armadas será recordado durante mucho tiempo por las tristes circunstancias en que lo celebramos, saliendo de una crisis sanitaria de alcance mundial. Una crisis en cuya solución los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas hemos jugado un papel importante desde el primer momento, codo con codo con otros colectivos profesionales. En estos aciagos momentos queremos tener un sentido recuerdo para aquellos compañeros y para aquellos compatriotas a quienes se ha llevado la enfermedad. Un fuerte abrazo para sus familiares, a cuyo lado estamos compartiendo su dolor.
La crisis del COVID-19 ha permitido que la sociedad española haya visto a los miembros de los tres ejércitos y la Unidad Militar de Emergencias desarrollando mil tareas necesarias por todos los rincones de la geografía nacional: equipos de descontaminación NBQ en residencias de mayores, aeropuertos y en todo tipo de instalaciones; unidades habilitando hospitales de campaña desde IFEMA a Sabadell; unidades logísticas realizando transportes por tierra y por aire, de equipos de protección y de cadáveres; un barco hospital apoyando a Melilla; patrullas en las fronteras y controlando las calles; el centro de farmacia elaborando fármacos…
La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas, ASFASPRO, observa con estupefacción cómo se dispara la brecha retributiva que los separa de las FCSE, tras el anuncio del ministro Marlaska.
La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas denuncia el doble rasero con que se trata al personal que ha dedicado sus esfuerzos a solucionar la crisis sanitaria provocada por el COVID-191.
El presidente del Gobierno y algunos de sus ministros han afirmado que “nadie va a quedar tirado” o “nadie va a quedar atrás” tras esta crisis. Se acaba de aprobar 247 millones de euros para mejorar las nóminas de las FCSE, se trata del tercer aumento que reciben con el que verán aumentadas sus retribuciones en un 20% cumpliendo el acuerdo de 2018. Mientras tanto los militares siguen mal pagados, olvidados, ninguneados e ignorados por el Ministerio de Defensa y por el propio Gobierno de la Nación y sólo se les dedican muchas palabras de agradecimiento.
El impacto emocional que la actual crisis sanitaria está provocando entre los ciudadanos por los miles de fallecidos y contagiados, el largo y hasta ahora desconocido confinamiento y el miedo, la angustia o la desesperación por el incierto futuro que se nos presenta, ha puesto en el primer plano de la actualidad la impagable labor de diversos profesionales que hasta ahora eran casi invisibles o estaban situados en el rincón secundario entre las prioridades de una sociedad acostumbrada a que la mayoría de sus problemas habituales no pudiesen derivar en enfermar gravemente de manera masiva y de un día para otro, con el posible resultado de muerte. Esta es una cruda realidad que hasta hace pocos días nos era muy lejana y que solo vivíamos a través de los telediarios cuando hablaban de epidemias localizadas casi siempre en países de África o del lejano oriente.
Sin embargo, cuando las impactantes imágenes que nos llegaban de China desde comienzos de este año 2020 se trasladaron a nuestros pueblos, ciudades y, sobre todo, hospitales, los trabajadores sanitarios y científicos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las Fuerzas Armadas, Bomberos o Protección Civil, además de muchos otros trabajadores como los transportistas, empleados de supermercado, personal de limpieza, vigilantes de seguridad, etc., pasaron a formar parte de la vanguardia dedicada a enfrentarse a la crisis más grave que ha vivido España desde la Guerra Civil, quedando lo verdaderamente superfluo, aunque lamentablemente no en toda su extensión, reducido a formar parte de la en este caso inservible retaguardia.
El lunes 27 se reunió la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados con la comparecencia de la ministra de Defensa para informar sobre la crisis del COVID-19. La ministra por la mañana acudió a la sesión extraordinaria del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas y por la tarde a la Comisión de Defensa.
La ministra Robles desveló que el Ejército de Tierra tenía 1.250 infectados, 193 diagnosticados y 1.057 en cuarentena; la Armada 543 aislados (incluidos civiles), 49 positivos y 19 ingresados en hospital; el Ejército del Aire 84 afectados, la UME un 3% de afectados y en la Misión EUTM-Malí 2 positivos y 7 sospechosos. Estos datos, que fueron solicitados por ASFASPRO a finales de marzo, ¿por qué no se aportaron en el Consejo de Personal celebrado unas horas antes? (vídeos nº 2 y nº 18).
El Brigada D. Eugenio Ceballos Carrera ha sido felicitado por escrito por la Comisaria Jefa de la Comisaria Local de la Policía Nacional de Puerto del Rosario, ya que su rápida y eficaz intervención propició la detención de un individuo que estaba vendiendo sustancias estupefacientes a menores.
El Brigada regresaba el pasado de 2 de Abril del Campo Nacional de Tiro y Maniobras de "Pájara" en Fuerteventura cuando observó en una parada de autobús a varios individuos juntos en actitud exaltada y que uno de ellos arrojaba un objeto a la carretera y huía del lugar.
Estos días los medios de comunicación se han hecho eco de los datos oficiales de la incidencia de la pandemia en sanitarios, guardias civiles y policías, incluso del número de test practicados a estos colectivos. Es posible saber cómo el virus ha afectado y, por tanto, valorar si los procedimientos y las medidas de protección han sido adecuados y, aún más importante, si son mejorables.
Por el contrario, de los militares -especialmente los que han estado o están en primera línea- se desconocen los datos: fallecidos, infectados, aislados, test realizados. El Ministerio de Defensa no los facilita y tampoco da razón para ello. Tan solo el 2 de abril el JEMAD en su comparecencia diaria admitió que había 230 infectados y 3194 aislados, sin especificar nada más.