El Gobierno ha dejado de estar en funciones, sin embargo, parece que las nuevas excusas para no mejorar las retribuciones o la carrera profesional serán las dificultades para aprobar la Ley de Presupuestos Generales y la fragmentación del Congreso de los Diputados.
ASFASPRO ha puesto sobre el tapete una y otra vez los problemas con las retribuciones y la carrera del militar, viendo como otros colectivos siguen mejorando en ambos aspectos. Las excusas, pasadas y futuras, ya no sirven y es hora de tomar conciencia de que sólo la movilización en la calle puede remover los obstáculos que impiden los progresos.
Desgraciadamente, se ha cumplido nuestro vaticinio, otra Pascua Militar con grandes discursos y solo buenas palabras, con escasas referencias a los problemas reales de los militares. Si aquí se han definido los retos y objetivos de nuestro futuro, lo tenemos claro. Es decir, muy negro.
Agradecemos a la señora Ministra de Defensa la mención en su discurso al papel de las Asociaciones Profesionales, pero a tenor del resto de párrafos de su intervención parece que nos escucha poco. En ASFASPRO llevamos mucho tiempo incidiendo en los grandes problemas de retribuciones y de promoción profesional, que sufren los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas, especialmente los suboficiales, y no se ha dedicado a los mismos ni una sola palabra. Los militares sufrimos una gran desigualdad en nuestras retribuciones respecto a la de otros servidores públicos que si ven reconocido su esfuerzo, como sucede con los miembros de la Guardia Civil, cuyos guardias rasos ven cómo superan el salario de los sargentos y tenientes de las Fuerzas Armadas (con muchos más años de formación y de experiencia).
No se equivoque el lector con la fecha, esto no es una carta a los Reyes Magos. Tampoco la fecha es una casualidad, el día 6 de enero es la Pascua Militar y asistiremos a largos parlamentos en el Palacio Real. Versarán sobre la Defensa Nacional y habrá grandilocuencia, además de halagos a los hombres y mujeres que formamos las Fuerzas Armadas. Lo hemos oído ya todo, y se resume en un “Que buenos que sois, y sobre todo qué baratos, que dais vuestra vida en cumplimiento de la misión a cambio de buenas palabras”.
Habrá quien interprete este escrito como descortesía, como falta de vergüenza, otros incluso creerán que detrás hay falta de espíritu militar o hasta de disciplina. Al contrario, la disciplina y el espíritu militar llevan a describir la realidad cuando ésta no gusta a los oídos, y creemos que la Defensa Nacional y los españoles se merecen una reflexión seria, serena y, por encima de todo, veraz. La triste realidad de nuestras Fuerzas Armadas en este inicio de 2020 es la demostrada incapacidad de la institución para retener el talento, a causa de la falta de una carrera motivadora, de retribuciones dignas y justas, de condiciones de vida y trabajo adecuadas a la realidad social. La respuesta lógica hubiera sido buscar las causas y procurar poner remedio, generando una carrera militar atractiva para todas las categorías militares. En su lugar, el Ministerio de Defensa se dedica a dificultar la salida de sus militares aplicando la máxima “si no quieres arroz, toma dos tazas”.
Los suboficiales tenemos una larga historia y muchas cosas que celebrar. Nos lo recuerda, a propósito de un año tan aparentemente anodino como 2019 el general Fernández Maldonado con su libro Los suboficiales y el año 2019. 19 aniversarios de lujo. No sólo ha tenido lugar el 525 aniversario de la creación del empleo de sargento en nuestros ejércitos al que el general Maldonado dedica el primer y más extenso capítulo. Como su título indica, el autor ha reducido los aniversarios a celebrar a esta cifra atípica, por razones de coincidencia temporal, y de una forma muy gráfica nos hace partícipes de otras dieciocho celebraciones, como el 515 aniversario de la primera plantilla de una unidad militar que incorpora la figura del sargento –la Guardia de Alabarderos- o los 25 años del acceso del suboficial al ejercicio de la función docente como profesor.
Seguimos, como en ocasiones anteriores, con un Gobierno en funciones y un equipo ministerial en el mismo estado.
Las retribuciones siguen en un recóndito cajón y el toro de la fracasada Ley de la carrera militar continúa dando cornadas en forma de desarrollos normativos que empeoran aún más eso mismo, la carrera profesional. El futuro no es nada alentador, el Reglamento de ingreso y promoción auspiciado por la Directora General de Reclutamiento y Enseñanza Militar finiquitará la promoción interna del suboficial y el Reglamento de segundas especialidades se perfila como un elfo que otorgará mayores conocimientos y responsabilidades, pero no superiores titulaciones y retribuciones, al menos para el avejentado eslabón fundamental.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid sentencia, una vez más, que el Ministerio de Defensa debe abonar la totalidad de la Indemnización por Residencia a una suboficial destinada en una Ciudad Autónoma durante el tiempo de disfrute de la reducción de jornada por guarda legal de un menor de 12 años.
De este modo, el TSJM, acogiendo las tesis mantenidas por el Gabinete Jurídico de ASFASPRO reitera y mantiene su doctrina, como ya hiciera en ocasiones anteriores, con respecto a idénticas reclamaciones de otros socios de Ceuta y Melilla a los que también se les venía detrayendo durante años parte de la indemnización de residencia que cobraban.
No podemos seguir así. Se puede decir más fuerte o más alto, pero no más claro. La política de personal de las Fuerzas Armadas necesita con urgencia un cambio de rumbo. Esto hace aguas y de seguir así vamos a chocar con el iceberg de la más absoluta desmotivación del personal, con todo lo que ello implica en operatividad y eficacia. Hace cuatro años ASFASPRO avisaba de la necesidad de cambiar el rumbo. Hoy estamos peor.
https://www.asfaspro.es/index.php/rss/item/2040-consejo-personal-fuerzas-armadas-cambiar-rumbo
El Ministerio de Defensa dedica miles de millones de euros a grandes contratos de material, pero resulta que no hay presupuesto para un simple programa de vestuario. Y, además, el panorama retributivo de una buena parte de los militares profesionales es desolador e injusto, sobre todo si tenemos en cuenta que no ha habido problema alguno para destinar estos dos últimos años cientos de millones de euros para la equiparación salarial de las FCSE. En estas circunstancias en las que el sueldo medio de un soldado es de 900 €, ni siquiera han sido capaces de encontrar menos de catorce millones para solucionar la discriminación que sufren los militares al cumplir 63 años, cuando ven disminuir por segunda vez sus retribuciones en la reserva. Cada vez es más evidente que por el personal militar no hay preocupación, dejándolo en una situación marginal y de desigualdad efectiva con el resto de servidores públicos.
Recientemente, tras múltiples acciones de ASFASPRO, ha sido abonada la deuda de 855.000 € que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación tenía con los miembros del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire. Son los medios aéreos que, con dependencia operativa de la Unidad Militar de Emergencias, actúan en las peligrosas labores de extinción de incendios.
Desde el año 2013 existe un convenio de colaboración suscrito por el Ministerio de Defensa y el entonces Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el que se recogen los costes de personal, entre los que figuran las gratificaciones por servicios extraordinarios que debe recibir el personal militar.
PSOE
1.12. El salario de los empleados públicos se elevará en un 2% en 2020.
6.10. Promoveremos mayor seguridad ante los nuevos riesgos para la seguridad en la UE y a escala global (terrorismo internacional, ciberataques, información falsa, crecientes conflictos bélicos en nuestra vecindad...). Ello requiere mayor autonomía, coordinación y capacidades propias de la UE. Apoyaremos el progresivo desarrollo de una Unión Europea de la Defensa, que incluya la creación de un ejército europeo, partiendo de los primeros pasos ya dados mediante la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO).