El impacto emocional que la actual crisis sanitaria está provocando entre los ciudadanos por los miles de fallecidos y contagiados, el largo y hasta ahora desconocido confinamiento y el miedo, la angustia o la desesperación por el incierto futuro que se nos presenta, ha puesto en el primer plano de la actualidad la impagable labor de diversos profesionales que hasta ahora eran casi invisibles o estaban situados en el rincón secundario entre las prioridades de una sociedad acostumbrada a que la mayoría de sus problemas habituales no pudiesen derivar en enfermar gravemente de manera masiva y de un día para otro, con el posible resultado de muerte. Esta es una cruda realidad que hasta hace pocos días nos era muy lejana y que solo vivíamos a través de los telediarios cuando hablaban de epidemias localizadas casi siempre en países de África o del lejano oriente.
Sin embargo, cuando las impactantes imágenes que nos llegaban de China desde comienzos de este año 2020 se trasladaron a nuestros pueblos, ciudades y, sobre todo, hospitales, los trabajadores sanitarios y científicos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las Fuerzas Armadas, Bomberos o Protección Civil, además de muchos otros trabajadores como los transportistas, empleados de supermercado, personal de limpieza, vigilantes de seguridad, etc., pasaron a formar parte de la vanguardia dedicada a enfrentarse a la crisis más grave que ha vivido España desde la Guerra Civil, quedando lo verdaderamente superfluo, aunque lamentablemente no en toda su extensión, reducido a formar parte de la en este caso inservible retaguardia.
Las tres asociaciones proponentes del pleno extraordinario -ASFASPRO, AUME y ATME- expusieron claramente en su solicitud el objeto de la reunión y así figuraba en la convocatoria: la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19: condiciones de trabajo del personal militar, conciliación personal, familiar y laboral, atención sanitaria del colectivo militar y sus familias. Sin embargo, tras escuchar las intervenciones de la ministra de Defensa, había otros objetivos que no figuraban en el orden del día.
La ministra de Defensa habló de algunos detalles públicos de la Operación Balmis y agradeció varias veces la labor de las Fuerzas Armadas, sin embargo, no contestó a ninguno de los problemas planteados por las asociaciones profesionales.
El lunes 27 se reunió la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados con la comparecencia de la ministra de Defensa para informar sobre la crisis del COVID-19. La ministra por la mañana acudió a la sesión extraordinaria del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas y por la tarde a la Comisión de Defensa.
La ministra Robles desveló que el Ejército de Tierra tenía 1.250 infectados, 193 diagnosticados y 1.057 en cuarentena; la Armada 543 aislados (incluidos civiles), 49 positivos y 19 ingresados en hospital; el Ejército del Aire 84 afectados, la UME un 3% de afectados y en la Misión EUTM-Malí 2 positivos y 7 sospechosos. Estos datos, que fueron solicitados por ASFASPRO a finales de marzo, ¿por qué no se aportaron en el Consejo de Personal celebrado unas horas antes? (vídeos nº 2 y nº 18).
Comentarios a los cambios introducidos por el Real Decreto-ley 15/2020, de 21 de abril, de medidas urgentes complementarias para apoyar la economía y el empleo con referencia a las modificaciones del Real Decreto Legislativo 670/1987, de 30 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de Ley de Clases Pasivas del Estado.
Como resumen general, las modificaciones introducidas por la Disposición Adicional Quinta, Sexta, Séptima y Disposición Final Primera, NO afectan a la edad de jubilación ni a la pensión que se cobra o que se cobrará, salvo que hubiera modificaciones futuras.
Las modificaciones realizadas ya estaban previstas con anterioridad, si bien han creado alarma y confusión al haber sido introducidas en un Real Decreto-ley con relación a medidas urgentes y necesarias de los temas graves que acucian al país, y ciertamente no era urgente introducir estas modificaciones ahora, si bien ya estaban previstas antes de la crisis del COVID-19, y lo que se ha cambiado -en general- es que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) asuma la gestión del Régimen de Clases Pasivas.
El Brigada D. Eugenio Ceballos Carrera ha sido felicitado por escrito por la Comisaria Jefa de la Comisaria Local de la Policía Nacional de Puerto del Rosario, ya que su rápida y eficaz intervención propició la detención de un individuo que estaba vendiendo sustancias estupefacientes a menores.
El Brigada regresaba el pasado de 2 de Abril del Campo Nacional de Tiro y Maniobras de "Pájara" en Fuerteventura cuando observó en una parada de autobús a varios individuos juntos en actitud exaltada y que uno de ellos arrojaba un objeto a la carretera y huía del lugar.
Estos días los medios de comunicación se han hecho eco de los datos oficiales de la incidencia de la pandemia en sanitarios, guardias civiles y policías, incluso del número de test practicados a estos colectivos. Es posible saber cómo el virus ha afectado y, por tanto, valorar si los procedimientos y las medidas de protección han sido adecuados y, aún más importante, si son mejorables.
Por el contrario, de los militares -especialmente los que han estado o están en primera línea- se desconocen los datos: fallecidos, infectados, aislados, test realizados. El Ministerio de Defensa no los facilita y tampoco da razón para ello. Tan solo el 2 de abril el JEMAD en su comparecencia diaria admitió que había 230 infectados y 3194 aislados, sin especificar nada más.
El coronavirus ha afectado a todos los órdenes de la vida, también al cultural. Con el fin de evitar los problemas de diversa índole que afectan a los investigadores interesados en presentar sus obras al Premio In Memoriam Mª Manuela (Mané) González-Quirós, el patrocinador ha modificado el plazo de entrega de los originales, ampliándolo hasta el 31 de agosto.
Aquellos compañeros que venían preparando un texto pueden aprovechar estos meses para finalizarlo sin presiones. Ánimo, y a continuar escribiendo la historia de los suboficiales.
La asociación sin ánimo de lucro EMDR-España ha puesto en marcha un programa gratuito de intervención en trauma agudo como un modo de apoyar ante los efectos psicológicos de la pandemia del COVID-19 en aquellas personas que puedan verse emocionalmente afectadas.
No es un programa de intervención en crisis (para eso ya están los programas de los COP, la Cruz Roja y diversas organizaciones). Es una intervención específica sobre trauma agudo debido al COVID-19. Su objetivo fundamental es prevenir la aparición del TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático) en las personas que están interviniendo con afectados por esta pandemia o aquellos que están sufriendo sus consecuencias más graves: enfermedad en su forma más severa y pérdidas.
NOTA DE PRENSA
Las asociaciones más representativas de las Fuerzas Armadas ven rota su interlocución con el Ministerio de Defensa ante las graves situaciones surgidas durante esta crisis del COVID-19 y piden diálogo para afrontar los severos problemas que les atañen