Promoción interna: todavía hay clases
En nuestro anterior artículo, describimos con profusión de detalles la injustificable situación de apartheid que sufrimos los militares profesionales, especialmente los suboficiales y la tropa. Por si quedaba alguna duda, y a pesar de la evidente realidad de marginación social que nadie se atreve a negar sin tener que agachar la cabeza o ponerse colorado, desde el otro lado de la barrera (en el más amplio sentido de la palabra) solo recibimos silencios desdeñosos y arrogantes que muestran la actitud incomprensible de todos aquellos que deberían velar por los intereses de todos sus subordinados en lugar de mirar para otro lado y taparse los oídos.
Y esta actitud es todavía mucho más cuestionable porque se dirige hacia un colectivo: el militar, cuyos miembros tenemos prohibido el ejercicio del derecho de huelga, la negociación colectiva y la adopción de medidas de conflicto colectivo, limitaciones que vienen perjudicando gravemente a nuestras retribuciones y a nuestra carrera profesional desde hace décadas. Aunque, como veremos a continuación, no afectan por igual a todos los militares, porque en nuestro caso particular todavía tiene mucho sentido la famosa expresión de épocas pasadas: ¡oiga usted, que todavía hay clases!
Pero por más que pretendan ignorar nuestro sólidos argumentos, por el momento ninguno de nosotros y nuestras familias vivimos en guetos aislados ni en limbos ministeriales ajenos a lo que sucede en el día a día, por lo que es muy fácil enterarse, por ejemplo, de lo que el Gobierno ofrece a los funcionarios en el nuevo proyecto de ley de la Función Pública de la Administración General del Estado, de los significativos incrementos retributivos de otros servidores públicos o de lo que propone el Mando de Personal del Ejército de Tierra para solucionar una supuesta problemática de la Escala de Oficiales. Informe y propuestas de las que hemos tenido noticias a través de un medio de comunicación y no del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, que para algo está desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica 9/2011, de 27 de julio, de derechos y deberes.
No obstante, con el respeto y el sentido común que siempre ha caracterizado nuestra labor, no nos corresponde a nosotros valorar este sorprendente hecho, pero sí estamos obligados a analizar y comentar la parte del contenido que nos atañe de manera muy directa, siendo lo más destacable el continuo ninguneo sistemático de la promoción interna del suboficial, otro modo de discriminación efectiva agravado tras la aprobación de la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar.
Desde nuestros comienzos como asociación profesional, allá por el año 2011, han sido muchos los informes, propuestas y artículos, además de las intervenciones de nuestros representantes ante la Comisión de Defensa del Congreso, el Observatorio de la Vida Militar o el propio Consejo de Personal, en los que hemos denunciado el tremendo error de la Ley de la carrera militar y su desarrollo reglamentario, al no haber configurado titulaciones propias para adaptar la enseñanza y formación al Plan Bolonia. Anteponiendo los intereses particulares y con mucho cortoplacismo, se pasó por encima de los suboficiales eliminando, en la práctica, nuestra promoción interna y, a las pruebas y al informe del MAPER nos remitimos, la consecuencia es que el sistema está siendo un rotundo fracaso que está afectando muy seriamente a la formación de los nuevos oficiales y a la operatividad de las unidades.
Poco les importó a los impulsores de la Ley de la carrera y sus reglamentos que los oficiales de Escala Media permanecieran casi todo su servicio activo en los empleos de alférez, teniente y capitán, dotando de estabilidad a las plantillas de las unidades y a la prestación de servicios, comisiones, etc. Y tampoco quisieron tener en cuenta que había cientos de suboficiales en casi todas las unidades desempeñando funciones, cometidos y servicios de oficial y más de mil suboficiales con titulación universitaria a los que tampoco se les dio ninguna oportunidad de promoción.
Al mismo tiempo, se privilegió a los militares temporales de complemento permitiéndoles adquirir la condición de militar de carrera con cualquier titulación universitaria, con mínimos requisitos de acceso y sin mayor formación académica que la que ya tenían tras su incorporación como militares de empleo, que no superaba los nueve meses. Y lo más grave de todo es que el MAPER ET tampoco contempla ahora solucionar el problema de la escasez de oficiales impulsando y potenciando la promoción del suboficial. Vamos, que, si damos por válido el informe filtrado por el medio de comunicación, esa “absurda” opción ni se les ha pasado por la cabeza. ¡Hasta dónde podíamos llegar!
Tal y como venimos denunciando tan infructuosamente, la desigualdad y la arbitrariedad campan a sus anchas y esto se parece cada vez más a un sistema de castas, que, como todos sabemos, consiste en la creación de compartimentos sociales estancos, con funciones sociales y privilegios distintos, a los que el individuo pertenece desde su nacimiento sin posibilidad alguna de renunciar ni cambiarse de grupo. Naces en una casta y te mueres dentro de ella, no existe movilidad social. Aplíquese esta definición a la carrera del suboficial y encontrará muchos puntos coincidentes.
Y ante semejantes ejemplos de deslealtad y desconsideración, ya va siendo hora de que nuestro colectivo deje de someterse al chantaje emocional de los manidos valores militares o la satisfacción del deber cumplido, que siempre se utilizan para justificar nuestras carencias y la marginación profesional. Queda muy bonito hablar de ética, moral militar, disciplina, voluntad de vencer, espíritu de lucha, etc., pero todos esos valores deberían ir acompañados de otros tan importantes como la ejemplaridad, la motivación, el respeto y, sobre todo, la lealtad, que siempre tendría que ser ascendente y descendente.
Porque mandar no solo debe consistir en dar órdenes y exigir su cumplimiento a los subordinados. En el ejercicio del mando tiene que haber algo más y actualmente la gran mayoría de los suboficiales consideramos que estamos siendo tratados con grandes dosis de clasismo y arbitrariedad. Por otro lado, el Consejo de Personal, maniatado por los Cuarteles Generales, sigue desdeñado por la ministra de turno que no ataca los verdaderos problemas del personal ni se preocupa porque se produzca una mejora real de nuestra carrera profesional, como sí sucede en otros colectivos de servidores públicos.
Este es el sentimiento de frustración y desmotivación que tenemos muchos militares profesionales, no solo los suboficiales, y aunque las Fuerzas Armadas siguen siendo una institución jerarquizada y disciplinada, lo que más debería preocupar es que cada vez está menos unida. Hay que corregir errores, eliminar las dañinas actitudes inmovilistas y, con carácter urgente, modificar o cambiar la Ley de la carrera militar.
Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas
Artículo 18. Justicia en las Fuerzas Armadas.
Propiciará, con su actuación, que la justicia impere en las Fuerzas Armadas de tal modo que nadie tenga nada que esperar del favor ni temer de la arbitrariedad.
La Ministra de Defensa sigue con su peculiar política de personal: ni viviendas en alquiler ni residencias logísticas.
Estos días Margarita Robles se ha vuelto a poner una medalla en el pecho, esta vez a propósito de la cesión al Ayuntamiento de Getafe de suelo para construir viviendas[1]. Aparentemente un gesto altruista que permitirá construir 1400 viviendas, que en palabras de la propia ministra es un proyecto “absolutamente apasionante para facilitar las condiciones de vida de todos”, y aún va más allá diciendo que la satisfacción que esta entrega de suelo militar “es algo que nos hace sentir muy satisfechos […] como lo están los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas, que siempre están pensando en la ciudadanía”.
Efectivamente, los militares siempre están pensando en la protección del conjunto de la sociedad española, de su Constitución, de los valores superiores, principios e instituciones que en ésta se consagran, del Estado social y democrático de derecho, del pleno ejercicio de los derechos y libertades, y de la garantía, independencia e integridad territorial de España. Este es el motivo de que estén con disponibilidad permanente para el servicio, servicio en cuyo cumplimiento están dispuestos a ofrecer la vida por la Patria, esto es, por sus conciudadanos. Ahora bien, el personal militar, sujeto a avatares profesionales que lo convierten en el colectivo laboral con mayores problemas de movilidad geográfica, hace tiempo que expresa los problemas que esto ocasiona a los militares y a sus familias sin que se haya hecho absolutamente nada para paliar esta situación. Miles de hombres y de mujeres militares obligados a viajar semanalmente kilómetros y kilómetros entre su destino y la localidad de residencia familiar si quieren pasar unas horas con los suyos los fines de semana. Muchos militares se ven obligados a prestar servicio en una nueva localidad, pero la familia no ha podido acompañarles en el traslado porque no puede hacer frente a los gastos que ello implica. No solo la tropa y los suboficiales que cobran bien poco, incluso los tenientes coroneles –que ya tienen una nómina más apreciable- han dejado de solicitar vacantes de jefe de batallón si ello implica cambio de residencia. En definitiva, un problema que afecta a todos los militares con independencia de su categoría militar.
Insistiendo en la necesidad de ir solucionando el problema, ASFASPRO ha presentado varias propuestas en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas para minimizar el impacto que para las familias de los militares tiene el ser destinados forzosos a Madrid: por un lado la construcción de viviendas familiares militares que pudieran alquilar a precios asumibles, y por otro construir o habilitar más residencias logísticas militares, especialmente para las categorías más desfavorecidas. La excusa del Ministerio de Defensa al desestimarlas ha sido que no disponía de suelo o que no tenía disponibilidad económica.
Visto lo visto, la frase debía estar incompleta: no hay suelo para solucionar los problemas de los militares y sus familias, pero solamente para alegrar al Ayuntamiento de Getafe el Ministerio de Defensa disponía de 214.000 metros cuadrados y de otros 1.287.382 en la Operación Campamento[2]. Será que lo que no hay es voluntad de solucionar el grave problema de los militares que se ven obligados a trasladarse, porque lo que es suelo construible haberlo haylo.
Al final la realidad insiste en salir a flote una y otra vez, exponiendo la triste realidad que condiciona la vida del personal militar y sus familias:
[1] https://www.larazon.es/madrid/defensa-cede-base-aerea-getafe-ayuntamiento-construir-1400-viviendas_20230401642775cc7e9ad300014dd097.html
[2] https://elpais.com/espana/madrid/2022-10-19/sanchez-desbloquea-la-operacion-campamento-con-la-venta-de-los-cuarteles-a-transportes-para-construir-12000-viviendas.html
Estamos encarando el final de la presente legislatura y se acercan tiempos electorales. Como en ocasiones anteriores, ASFASPRO ha preparado un documento con una serie de consideraciones generales para la próxima legislatura que estamos presentando a los diferentes grupos parlamentarios, con el ánimo de que las incorporen a sus programas electorales y, finalmente, las conviertan en realidad.
Sin cambios legislativos no es posible avanzar en derechos profesionales, económicos y sociales. Los cuatro ejes fundamentales de reforma versan sobre retribuciones, modificación o nueva ley de la carrera militar, nueva ley de medidas de apoyo a la movilidad geográfica y modificación de la ley de derechos y deberes.
Las retribuciones siguen siendo muy insuficientes. En 2021 el Ministerio de Defensa implementó una pequeña y desequilibrada subida de dos complementos retributivos que supuso entre 17€ y 78€ mensuales, según empleo y puesto ocupado. Estas cantidades son ridículas en comparación con los incrementos en otros ámbitos de la Administración como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o el Ministerio de Justicia. Además, el empleo de sargento sigue en el nivel 19[1], mientras que el resto de funcionarios de su mismo grupo A2 tienen el nivel 20 por acuerdo con los sindicatos, muestra evidente de que seguimos en el furgón de cola de los empleados públicos a pesar del Dictamen de la Comisión de Defensa, el Informe del Observatorio de la Vida Militar y las repetitivas palabras de halago de la actual ministra de Defensa.
La actual Ley de la carrera militar, con más de 15 años de vigencia, es un fracaso en muchos de sus aspectos fundamentales como la enseñanza de formación, los grupos de clasificación funcionarial, la promoción interna, los ascensos, el pase a la reserva y algunas disposiciones transitorias que no han llegado a compensar o subsanar agravios producidos por diferentes cambios legislativos. Estos aspectos no tienen solución vía reglamentaria, es necesario modificar en profundidad la ley actual o una nueva ley.
En una profesión en la que la movilidad geográfica es tan alta, las necesidades familiares y de vivienda deben ser tenidas en cuenta para facilitar la conciliación de la vida profesional y familiar. La actual Ley de medidas de apoyo a la movilidad geográfica tiene más de 23 años de vigencia y debe adaptarse a las necesidades actuales.
Finalmente, debería modificarse la Ley de derechos y deberes para permitir la celebración de reuniones informativas de las asociaciones profesionales en las unidades, centros y organismos de las Fuerzas Armadas, de forma similar a lo dispuesto para la Guardia Civil.
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PROPUESTAS XV LEGISLATURA LÍNEAS GENERALES 2023 |
[1]https://www.asfaspro.es/ASFASPRO/DOCUMENTOS/2023/017.2023%20Propuesta%20ASFASPRO%20Incremento%20CE%20PGE.pdf.
O como mantener un apartheid profesional en la Europa del siglo XXI sin que nadie se escandalice
La famosa “paradoja de Fermi” trata sobre la aparente incongruencia entre el hecho de que no hayamos encontrado aún evidencia de vida extraterrestre a pesar de que, según las estimaciones, ya deberíamos haberla descubierto debido a la alta probabilidad de que existan otras civilizaciones inteligentes en nuestro universo observable.
Nuestros socios o los lectores habituales de nuestra web, incluso aquellos que lo hacen ocasionalmente, tal vez se pregunten por qué iniciamos este artículo mencionando esta contradicción astrofísica sobre la posibilidad de vida extraterrestre y qué tiene que ver con lo que en ASFASPRO denominamos la “paradoja de la profesión militar”. Sin embargo, salvando las distancias, ambas coinciden en lo fundamental: la realidad es aparentemente contraria a la lógica y de muy difícil explicación.
A los más desinformados o despistados, pero también a los que niegan de manera sistemática cualquier tipo de discriminación o arbitrariedad con las Fuerzas Armadas, les diremos que esta paradoja cuestiona la insensibilidad y la equidistancia de toda la clase política, la sociedad civil, los medios de comunicación y las instituciones españolas, ante el silencioso apartheid que sufre el militar profesional español, con mucha más intensidad desde comienzos del siglo XXI coincidiendo con la suspensión del servicio militar obligatorio, a pesar de pertenecer a una de las instituciones más valoradas de nuestro país y cuyas mujeres y hombres demuestran una y otra vez entrega, sacrificio y excepcional preparación en todas aquellas misiones que les son encomendadas. Y no son pocas.
La Constitución Española, pilar fundamental de nuestro Estado de Derecho, sitúa la igualdad como uno de los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico y consagra al Estado como su principal garante. Incide, además, en que los poderes públicos deben garantizar la igualdad real y efectiva. Consecuentemente, el artículo 14 establece que: “no podrá prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
En esta misma línea, tanto el Tribunal Constitucional como numerosos expertos en la materia, coinciden en que quienes se encuentren en la misma situación deben contar con los mismos derechos: es lo que se define como igualdad efectiva o trato justo y equitativo. Y, en consecuencia, la igualdad en la ley vincula al legislador de la misma y de los reglamentos, y se vulnera cuando la norma distingue, sin justificación razonable, supuestos de hecho iguales o similares.
Así, es posible que el Estado pueda otorgar un trato diferenciado a colectivos sustancialmente iguales, pero esa diferenciación tiene que estar plenamente justificada y, al mismo tiempo, debe ser proporcionada al fin que se persigue. Porque de no ser así estaríamos hablando de discriminación, segregación, desigualdad, exclusión o arbitrariedad, teóricamente inadmisibles en nuestra sociedad. Pero, como comprobaremos a continuación, la triste realidad va por un camino muy diferente al de la lógica y la razón.
Tal y como venimos señalando una y otra vez, si procedemos a una simple lectura de la Ley General de la Seguridad Social o la normativa de carácter laboral, comprobaremos que en ambas se reconoce la singularidad de determinados colectivos de trabajadores que ejercen su profesión en condiciones especiales, como toxicidad, peligrosidad, suciedad, uso de explosivos, turnicidad, nocturnidad y otras circunstancias parecidas. Es decir, que su trabajo tiene riesgos o cargas superiores a los normales durante su vida laboral. Por este motivo, perciben pluses específicos o mayores retribuciones y se les aplican coeficientes reductores que les permiten jubilarse anticipadamente con el 100% de la pensión, a partir de los 59 años de edad en determinados casos.
Dentro de este grupo de trabajadores se encuentran, por ejemplo, los miembros de la “Ertzaintza”, los “Mossos d' Esquadra”, los policías forales de Navarra o los policías locales y los bomberos, profesionales que también reciben compensación económica o días de descanso por la realización de guardias y horas extraordinarias. Se adaptan las leyes y las autoridades nacionales, autonómicas o locales, además de todos los partidos políticos y los ciudadanos en general, ven normal que se apliquen estos beneficios a este tipo de trabajadores y, a tal fin, se destinan los fondos que son necesarios para sufragar sus nóminas y jubilaciones en los Presupuestos Generales del Estado de cada año, sin que el ministerio de Hacienda o los jefes directos de esos servidores públicos se excusen, como sí hace la ministra de Defensa, con la manida frase de que “no hay dinero”.
Ahora bien, esta unanimidad y la actitud comprensiva con la que se legisla para todos estos colectivos y algunos más, desaparecen cuando se habla de mejorar las retribuciones o la carrera profesional de los militares. Porque resulta paradójico que, siendo la militar una profesión en la que en la práctica diaria se manejan armas y explosivos o se desarrollan actividades de evidente riesgo y exigencia psicofísica –que incluyen la permanencia en zonas de operaciones o de guerra, ejercicios con fuego real, escalada, paracaidismo, buceo, desactivación de explosivos, etc.; o tantos otros cometidos que también requieren especial preparación técnica y física, como la de los pilotos y los tripulantes de aeronaves, buques o vehículos especiales– se excluya a los que la ejercen de los beneficios que sí ofrecen las leyes al resto de ciudadanos. ¿Y cómo le llamarían a esta diferencia de trato todos los que nos están negando el pan y la sal si se debiera al color de la piel, raza o etnia? Casi no hace falta decirlo: apartheid o exclusión social.
Y aunque a los militares se nos discrimina, aparentemente, por el tipo de uniforme y los emblemas y divisas que portamos, ya que la peligrosidad y otras exigencias de la profesión son como mínimo iguales o incluso superiores a las de los grupos de trabajadores, uniformados o no, que tienen ampliados sus derechos profesionales y retributivos, lo cierto es que la doble vara con la que los sucesivos gobiernos miden nuestro valor humano y profesional es igual de denunciable e injustificable, se mire como se mire.
Bajo estas condiciones excluyentes, todavía indigna mucho más tener que escuchar casi todos los días los cínicos discursos rimbombantes sobre igualdad, integración o justicia social dirigidos a los ciudadanos, cuando la empresa “Gobierno de España” paga el salario mínimo a un soldado profesional o discrimina laboralmente a decenas de miles de militares que tenemos disponibilidad permanente, constante movilidad geográfica y estamos obligados a realizar jornadas laborales que pueden llegar a triplicar a la de cualquier otro trabajador. Todo ello, sin derecho a retribución alguna por horas extraordinarias o cualquier otro tipo de compensación, tanto económica como en nuestras condiciones para la jubilación.
Solo hay que contraponer la posibilidad de jubilación anticipada con el 100% de la pensión, a los 59 años de edad, con los actuales requisitos de pase a la reserva: 61 años de edad, más de 40 años de servicio activo en la mayoría de los casos, pérdida retributiva relevante y permanencia en un limbo burocrático ajeno a cualquier incremento salarial significativo, para poner en cuestión la correcta aplicación del principio de igualdad por parte del Gobierno de España.
La marginación es tan grosera que las retribuciones básicas de un soldado han desaparecido de la web de Reclutamiento y de los folletos informativos del Ministerio de Defensa. Y ni las “entrevistas masaje” que determinados medios de comunicación le hacen regularmente a la ministra de Defensa, ni reportajes tan escandalosos como el que increíblemente situó al soldado español como de los mejor pagados de la OTAN, o las humillantes y arbitrarias paguitas ocasionales que se inventó la ministra de Defensa a finales del año 2022, pueden esconder la realidad de discriminación y desprecio que nos está tocando vivir.
Cuando se esconden las cifras de militares heridos, incapacitados o fallecidos en acto de servicio durante los últimos treinta años, como ha hecho recientemente el Ministerio de Defensa ante las solicitudes presentadas a través del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas y el Portal de Transparencia, estamos ante un signo palmario de que algunas conciencias no están muy tranquilas o que la intransigencia y la soberbia están enfrentadas a la razón y al sentido común. También tiene muy difícil explicación que tras un incremento del presupuesto de Defensa del 42,5% en los últimos cuatro años, no se destine un porcentaje de esa inversión a mejorar los paupérrimos sueldos de los militares acercándolos, al menos, a los de los miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que en los últimos años han visto reducida la desventaja retributiva con los policías autonómicos gracias a una equiparación salarial ejecutada en varios tramos.
Pero el olvido y el aislamiento social no solo se circunscribe a lo meramente profesional o institucional. Cualquier colectivo, por minoritario que sea, tiene cabida en los principales programas de radio o televisión. Y esos mismos medios que entrevistan con cierta frecuencia a la ministra de Defensa o a nuestros generales y almirantes, pasan de puntillas o ni siquiera mencionan la problemática del militar profesional y la vergonzosa diferencia de trato con el resto de servidores públicos. Eso sí, a pesar de los halagos que de vez en cuando nos dedican en dichos programas, ni uno solo ha dado voz en “prime time” al presidente de una asociación profesional como ASFASPRO que representa a más de 6.000 militares. Y eso, para nuestra desgracia, también forma parte de la marginación que sufrimos como ciudadanos.
Pueden ser noticia de portada un caso de acoso sexual en un acuartelamiento, la fatídica muerte de un militar o el impacto de una bala en un casco durante un ejercicio con fuego real, tan necesario en la instrucción de cualquier soldado, pero ninguno de los que nos critican por estas situaciones se preocupa lo más mínimo por el devenir profesional y familiar de esos “soldaditos de todo a cien” o “chicos para todo” que son requeridos habitualmente por el gobierno para realizar misiones de vital importancia para la sociedad a la que sirven, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Para que nadie alegue ignorancia, el lector ya conoce cuál es el pago que nos dan por nuestros servicios, tras la simple lectura de este artículo.
Y, para terminar, viene muy a cuento la famosa frase:
NO NOS PREOCUPAN LOS INSULTOS O EL MENOSPRECIO DE NUESTROS ENEMIGOS, SINO EL VERGONZOSO SILENCIO DE LOS QUE DEBERÍAN HABLAR Y CALLAN O MIRAN PARA OTRO LADO ANTE LA INJUSTICIA.
Tras el paréntesis de la pandemia, de nuevo ASFASPRO ha patrocinado la prueba cívico-militar celebrada en Zaragoza.
El pasado fin de semana el logo de ASFASPRO estuvo luciendo en Zaragoza con ocasión de la Carrera del Ebro, uno de los hitos deportivos cívico-militares. ASFASPRO se sumaba por segunda vez a los patrocinadores del evento, organizado por UNESCO Aragón Deporte y la Brigada Aragón.
Estar presente en actividades multitudinarias cívico-militares contribuye de una manera muy positiva a la normalización del asociacionismo profesional militar y también a dar visibilidad al colectivo de suboficiales, explícitamente representado en el logo de ASFASPRO, ya que además de figurar éste en los banderines-trofeo entregados y en la cartelería, la asociación contó con un espacio en el recinto en que tuvo lugar la entrega de dorsales en el WTCZ el día anterior a la prueba, con la presencia del delegado de ASFASPRO en Aragón y el presidente de la asociación.
Una ocasión más de difundir las actividades de la asociación y de velar por el prestigio de los suboficiales, patrocinando esta importante prueba deportiva, esta vez en Zaragoza
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Recientemente se ha modificado Reglamento de ingreso y promoción para eliminar los límites para la promoción interna.
Su preámbulo obvia intencionadamente que los suboficiales ya no tenían límite de edad desde el año pasado. La sentencia núm. 269/2022 de 3 de marzo de 2022 del Tribunal Supremo[1], estimando el recurso contencioso presentado por ASFASPRO, anuló por no ser conforme a derecho los límites de edad para la promoción de los suboficiales establecidos en el artículo 17.1.a)2ª del Real Decreto 309/2021, de 4 de mayo.
En definitiva, para los suboficiales, esta modificación observa el derecho que la sentencia reconoció.
Este cambio reglamentario, rechazado durante una década por los sucesivos representantes ministeriales en el Consejo de Personal es un avance para la promoción interna, pero siguen en pie numerosos obstáculos que otros colectivos profesionales similares al militar ya eliminaron hace tiempo o simplemente nunca los tuvieron.
Real Decreto 113/2023, de 21 de febrero, por el que se modifica el Real Decreto 309/2021, de 4 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de ingreso y promoción en las Fuerzas Armadas:
https://www.boe.es/boe/dias/2023/02/22/pdfs/BOE-A-2023-4648.pdf
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Informe presentado por ASFASPRO sobre el reglamento |
El análisis sobre retribuciones militares en los presupuestos de Defensa para 2023 realizado por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa: no hay nada positivo.
Estamos acostumbrados a que la cúpula militar sea más que dócil al poder político de turno aceptándolo todo sin la menor crítica. Como excepción, la valiente comparecencia en el Congreso del entonces Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Alejandre exponiendo la mala situación retributiva de los militares y que no podía terminar 2019 sin un incremento de las mismas. Hubo oídos sordos y el general Alejandre fue relevado por el General Villaroya, quien también alertaba sobre las retribuciones en su comparecencia en el Congreso: “No seré yo el que me niegue o el que diga que no necesitamos más sueldo para los militares…”[1]. En 2021, un real decreto preparado con inusitada rapidez aumentó esas retribuciones, pero lo hizo de una forma irrisoria: para muchos supuso un aumento de unos escuálidos 23 euros mensuales. Si los comparamos con los 600 euros de aumento mensual que recibieron los guardias civiles –con mayores retribuciones de partida, distribuido en tres años-, lo percibido por los militares parece más un insulto que otra cosa. Y en la misma línea, ningún incremento paliativo en 2022 ni en 2023.
En la actualidad el cargo de JEMAD es ocupado por el Almirante General Teodoro E. López Calderón, quien recientemente ha ofrecido su análisis[2] del presupuesto de Defensa para 2023. Tras contextualizar la actual situación y explicar las líneas de acción estratégica expone que debe hacerse un empleo eficiente de los nuevos recursos, ya que para este 2023 “supone un incremento, en lo que afecta a la ejecución de política de Defensa, de un 25’8% respecto al año anterior”. Al entrar en harina, el almirante general analiza los diferentes capítulos que componen el presupuesto de Defensa explicando los incrementos de los mismos y a qué se va a dedicar ese esfuerzo, destacando el 60% de aumento del Capítulo 6, el relativo a inversiones, resaltando el desarrollo de la industria nacional.
Resulta muy llamativo el que rompa ese patrón pasando de puntillas sobre el Capítulo 1, Gastos de Personal: “Sin detenerme en lo que ha supuesto el Capítulo 1, en lo que respecta al Capítulo 2…”. Magistral, máxime cuando dedica el párrafo anterior al aumento de los nuevos cometidos en nuevos ámbitos, lo cual va a exigir un incremento en la cantidad de personal en filas, que además tendrá que recibir una formación de carácter específico de alta calidad.
Dedicar un mínimo espacio a explicar la situación de los gastos de personal, de las retribuciones militares, y hacerlo con rigor conduce inexorablemente a dibujar un panorama sombrío. Esto explica el silencio del almirante general respecto a las retribuciones militares: no hay nada positivo que comentar. El Ministerio de Defensa lo va a tener difícil, muy difícil, para captar al personal con esa alta calidad que decía el almirante general. Diversos artículos aparecidos en los medios de comunicación estos días nos dan una pincelada sobre la situación retributiva y laboral en otros colectivos, y la comparación no puede ser más descorazonadora para los militares:
- Los médicos gallegos[3] pueden, además del sueldo, cobrar hasta 5300€ más al mes si realizan guardias en los puntos de atención continuada: la disponibilidad se compensa con 230€ diarios, las guardias de 7 horas con 250€ cada una, las de 17 horas con 611€ y las de 24 horas con 862€. ¿Cuánto cobran los militares por hacer guardias de 24 o 72 horas? Cero coma cero euros. Se entiende perfectamente que la última prioridad para un estudiante de medicina sea convertirse en oficial médico de las Fuerzas Armadas, por muchas estrellas o distintivos que adornen el uniforme pero que no proporcionan un sueldo medianamente equivalente al de la vida civil. De ahí el problema de falta de personal en la sanidad militar, la falta de una retribución adecuada y la movilidad geográfica sin compensación alguna
- Los ilitares, especialmente los destinados en la Unidad Militar de Emergencias, son utilizados como si fueran bomberos en incendios y en múltiples situaciones que implican riesgo, pero ese esfuerzo es correspondido de forma diametralmente opuesta. Por ejemplo, los bomberos del Consorcio Provincial de Cádiz[4] trabajan unos 65 días al año, a turnos de 24 horas, lo cual significa realizar 1560 horas de servicio. A cambio, un bombero –subgrupo C1 de la Administración- que esté en la media -15 años de servicio- percibe 2400€ netos en 14 pagas al año. Si tenemos en cuenta que en las Fuerzas Armadas un subteniente con 35 años de servicio no llega a esa cantidad, siendo de una categoría profesional superior –subgrupo A2-, por una jornada anual teórica de 1642 horas, a las que hay que sumar las guardias, extensiones de jornada, maniobras de duración indeterminada de varios días a varias semanas fuera de casa, en total centenares de horas de más por las que no reciben ni un miserable euro, la comparación es odiosa.
¿Cómo se va a nutrir el Ministerio de Defensa de personal formado de alta calidad si cualquier comparación con el mercado laboral le deja en mal lugar?
En numerosos actos los altos mandos castrenses no dejan de repetir un mantra: no se viene a las Fuerzas Armadas a hacerse rico, se viene por los valores. Un discurso que hace aguas. La referencia a los valores está muy bien, pero cuando las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, Real Decreto 96/2009, de 6 de febrero, dedican su artículo 39 a la conciliación de la vida profesional, personal y familiar, existe la obligación de facilitarla, y esto exige dotar al militar de una retribución adecuada para poder conciliar con su familia, no que el ausentarse del hogar días y semanas le cueste dinero a la economía familiar.
Cuando el artículo 22 de las mismas Ordenanzas exige velar por el prestigio de las Fuerzas Armadas, ¿qué prestigio adquieren las Fuerzas Armadas cuando en lugar de valorar el desempeño de sus miembros con una nómina adecuada y justa les asigna las peores retribuciones de la Administración, muy por debajo de ocupaciones asimilables, como ya expuso la Comisión de Defensa del Congreso?
Ante este panorama de maltrato económico al personal militar, que no ha visto que se le dedicara ni una ínfima parte del incremento de presupuesto del Ministerio de Defensa[1], el almirante general ha recurrido al silencio para glosar los beneficios del Capítulo de gastos de personal: no hay nada positivo que decir sobre retribuciones militares. También podría haber utilizado una expresión muy militar, “sin novedad”, que en este capítulo significa ”igual de mal que en el presupuesto anterior”, pero quizás no se hubiera entendido bien.
[1] https://www.congreso.es/public_oficiales/L14/CONG/DS/CO/DSCD-14-CO-205.PDF pág. 36: “Sueldos de los militares, no podría estar más de acuerdo con usted. No seré yo el que me niegue o el que diga que no necesitamos más sueldo para los militares, y no en mi caso, tengo que decirlo, no es mi caso. No es así, yo estoy hablando de todos aquellos que, efectivamente, no lo están pasando bien y que tienen que limitar su vocación militar porque no tienen dinero para hacer frente a los gastos que le harían desarrollar esa vocación militar con pleno derecho, los que no pueden pagar una casa de alquiler, no pueden mandar a sus hijos al colegio en un sitio. Eso es triste, sí, señor, y yo tengo que decirlo. Los militares no estamos en las Fuerzas Armadas por dinero, nunca, nadie. Ahora bien, sí tenemos que procurar que el personal de las Fuerzas Armadas tenga cubiertas las necesidades básicas porque su tarea es muy demandante y no puede estar distraído o preocupado por que no puede cumplir los requisitos esenciales de la vida. Estoy totalmente de acuerdo con usted.”
[2] https://www.defensa.com/espana/jefe-estado-mayor-defensa-analiza-presupuesto-defensa
PROPUESTAS PRESENTADAS AL PRÓXIMO PLENO DEL CONSEJO DE PERSONAL
ASFASPRO ha presentado las siguientes doce (12) propuestas para su debate en el próximo pleno del Consejo de Personal.
El 9 de octubre de 2015 el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas acordó la posibilidad de devolver la ayuda de vivienda que otorgaba el ISFAS, con los intereses legales que correspondieran. Sin embargo, más de siete (7) años después del acuerdo no se han producido los cambios normativos necesarios y seguimos sufriendo una ley con casi 24 años que no responde ni a la realidad de las Fuerzas Armadas ni a la situación económica y social actual.
La Ley 26/1999, de 9 de julio, de medidas de apoyo a la movilidad geográfica de los miembros de las Fuerzas Armadas está obsoleta y su reemplazo debe ser abordado de manera inmediata en la próxima legislatura, sin más excusas por los responsables políticos. La movilidad geográfica es inherente a la condición militar, los obligados y necesarios cambios de destino tienen un coste muy elevado para el militar y sus familias que es necesario paliar.
Estamos muy lejos de las medidas que se aplican en otros ejércitos occidentales. Está bien comparar y comprar sistemas de armas, pero tampoco estaría demás fijarnos en esas ayudas sociales que engrasan el reclutamiento, la retención del talento y la motivación.
Aunque tampoco tenemos que salir del territorio patrio para comprobar como a otros servidores públicos se les prima, sin complejo alguno, con mejoras profesionales de todo tipo como coeficientes reductores aplicables a prejubilaciones y complementos salariales que realmente retribuyen la disponibilidad, la peligrosidad, la penosidad, la residencia en determinados lugares, la preparación técnica, el riesgo, los horarios extendidos, la turnicidad, la responsabilidad y las múltiples vicisitudes que también sufre, e incluso con mayor intensidad, la profesión militar.
La singularidad de la profesión militar más allá de discursos, entrevistas y versos sigue sin reconocerse materialmente en una carrera y retribuciones dignas.
Uno de los efectos negativos de la citada Ley 26/1999 es que al militar que fue beneficiario de la ayuda de vivienda del ISFAS de apenas 600€ se le priva durante el resto de su vida profesional del derecho a acceder a las medidas de apoyo a la movilidad geográfica, básicamente la compensación económica, que es de mayor cuantía y más extendida en el tiempo.
El gabinete jurídico de ASFASPRO ha preparado la siguiente iniciativa para que la cursen los afectados según el empleo, ante el oficial, suboficial mayor o cabo mayor designado a tal efecto por el jefe de unidad correspondiente.
La Iniciativa es el derecho que tiene el militar de plantear a título individual cualquier tipo de actuación, incluida la modificación de normativa, relativa al régimen de personal y las condiciones de vida, ya sea de carácter general o específica de su unidad, que afecte a los miembros de su categoría.
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INSTRUCCIONES PARA LA TRAMITACIÓN DE LA INICIATIVA. |
INICIATIVA DEVOLUCIÓN ISFAS FORMULARIO |
La Subsecretaria de Defensa presidió el pleno ante la ausencia de la ministra, que prefirió asistir al Concierto de Navidad ofrecido a la misma hora en el Cuartel General de la Armada. El enfoque tecnócrata de la subsecretaria queda siempre subordinado a la voluntad de los Cuarteles Generales, sin bajar al barro y dejando que pase el tiempo hasta las elecciones generales.
Es importante el paso por este pleno de la orden ministerial que implantará el programa formativo en colaboración con la UNED que debe traer la mejora sustancial de la promoción interna del suboficial, si bien, hay algunas lagunas normativas que deberán ser resueltas en las futuras convocatorias.
A pesar de las tardías explicaciones ofrecidas sobre el pago único incentivo, que no soluciona los graves problemas retributivos del personal militar, las numerosas instancias de los militares excluidos de su percepción continuarán la vía administrativa.
Una vez más, muchas de las propuestas y alegaciones presentadas fueron desestimadas con pobres y livianos argumentos. Causa estupor escuchar que no se acepta por falta de presupuesto la construcción de una residencia logistica en Madrid o el establecimiento de líneas de transporte colectivo en las unidades, cuando los multimillonarios presupuestos de este ministerio han crecido un 25% respecto del año anterior. Tampoco es baladí el silencio de los representantes de los Cuarteles Generales que parecen no verse afectados por los problemas retributivos y de vivienda que aquejan a los militares y sus familias.
DISPOSICIONES LEGALES Y SUS DESARROLLOS REGLAMENTARIOS A INFORMAR PRECEPTIVAMENTE POR EL CONSEJO DE PERSONAL
ORDEN DE DEFENSA POR LA QUE SE APRUEBAN LAS NORMAS PARA LA IMPLANTACIÓN DEL PROGRAMA FORMATIVO PARA EL ACCESO DE PERSONAL DE LAS ESCALAS DE SUBOFICIALES A LAS ESCALAS DE OFICIALES DE LOS CUERPOS GENERALES E INFANTERÍA DE MARINA POR PROMOCIÓN INTERNA, SIN TITULACIÓN UNIVERSITARIA PREVIA, CON CRÉDITOS ADQUIRIDOS.
ASFASPRO incidió en dos aspectos, por un lado, en que debe elevarse el nivel de inglés de los sargentos egresados y, por otro, que el programa sólo funcionará si los Cuarteles Generales reservan suficientes plazas. El ministerio aceptó varias alegaciones de mejora técnica de la redacción.
ASFASPRO espera que esta norma impulse la testimonial promoción interna del suboficial.
ORDEN DE DEFENSA POR LA QUE SE MODIFICA LA ORDEN DEF/368/2017, DE 4 DE ABRIL, POR LA QUE SE APRUEBA EL RÉGIMEN DEL ALUMNADO DE LA ENSEÑANZA DE FORMACIÓN Y SE MODIFICA LA ORDEN DEF/1626/2015, DE 29 DE JULIO, POR LA QUE SE APRUEBAN LAS DIRECTRICES GENERALES PARA LA ELABORACIÓN DE LOS CURRÍCULOS DE LA ENSEÑANZA DE FORMACIÓN PARA EL ACCESO A LAS DIFERENTES ESCALAS DE SUBOFICIALES DE LOS CUERPOS DE LAS FUERZAS ARMADAS.
ASFASPRO se mostró de acuerdo con el concepto “tolerancia cero” en el consumo de sustancias psicotrópicas, pero dentro del principio jurídico de proporcionalidad.
El ministerio aceptó dos alegaciones de ASFASPRO referentes a la redacción redundante y a la adaptación de la reiteración del consumo a la duración de los planes de estudios. Sin embargo, rechazó entre otras alegaciones, la modificación del título de la norma que, como algún medio de comunicación publicó con posterioridad, parece inducir erróneamente que los cambios solo son para los alumnos de la escala de suboficiales.
ORDEN DE DEFENSA POR LA QUE SE MODIFICA LA ORDEN DEF/464/2017, DE 19 DE MAYO, POR LA QUE SE APRUEBAN LAS NORMAS QUE REGULAN LA ENSEÑANZA DE PERFECCIONAMIENTO Y DE ALTOS ESTUDIOS DE LA DEFENSA NACIONAL.
A pesar de lo dispuesto en los artículos 48, 53 y 55 de la Ley de la carrera militar, el ministerio hace un nuevo dibujo de la enseñanza de perfeccionamiento en el que cualquier unidad puede ser centro docente y el personal civil puede desplazar al militar como alumno de los cursos que se convoquen.
El ministerio no aceptó la baja voluntaria del alumno designado forzoso a un curso, obviando que la no superación de algún módulo o la falta de asistencia ya implican la baja.
Finalmente, aceptó parcialmente que la carga de trabajo de los cursos figure en horas y créditos, siempre que exista parámetro de conversión entre las dos medidas.
ORDEN DE DEFENSA POR LA QUE SE ESTABLECEN LAS BASES REGULADORAS PARA LA CONCESIÓN DE AYUDAS PARA LA FORMACIÓN DE IDIOMAS PARA PERSONAL MILITAR DEL EJÉRCITO DE TIERRA.
El ET presenta una norma prácticamente en blanco, dejando a las futuras convocatorias el marco normativo aplicable. Se acepta la alegación de ASFASPRO referente a que estas ayudas tengan exclusivamente como objeto el personal militar profesional.
ASFASPRO solicitó que se aumentara la oferta continuada de cursos de perfeccionamiento en idioma inglés más allá del campus virtual.
DISPOSICIONES PRESENTADAS PARA CONOCIMIENTO Y SER OIDO POR EL CONSEJO DE PERSONAL (ART. 2.1.b. REGLAMENTO DEL CONSEJO)
INSTRUCCIÓN DEL JEFE DE ESTADO MAYOR DE LA ARMADA, POR LA QUE SE ESTABLECEN LAS DIRECTRICES DE APLICACIÓN EN LOS PROCESOS DE EVALUACIÓN DEL PERSONAL MILITAR PROFESIONAL DE LA ARMADA.
Esta Instrucción no es más que una recopilación de la normativa ya existente, sin que existan cambios relevantes ni en las fórmulas a aplicar ni en la valoración de los destinos. ASFASPRO expuso que se deberían haber acometido soluciones a varios problemas, como el referente al personal destinado en labores de enseñanza.
PROPUESTAS PRESENTADAS POR ASFASPRO DEBATIDAS EN PLENO
ASFASPRO presentó nueve (9) propuestas al pleno, de las cuales siete (7) fueron admitidas para su debate, quedando fuera la propuesta para que el suboficial egrese de los centros docentes de formación con el SLP 2222 en inglés y la propuesta de inclusión de los créditos necesarios en los próximos Presupuestos Generales del Estado para aumentar el complemento de empleo desde sargento a teniente, a pesar de que la misma emana de una de las conclusiones del “Informe sobre retribuciones” presentado por el propio Ministerio.
La propuesta fue desestimada porque, según el INVIED, el Ministerio de Defensa ya no dispone de terrenos en la Operación Campamento. ASFASPRO explicó que la propuesta se refiere a Madrid capital, no solo de la zona de Campamento, y que el ministerio posee más terrenos.
Los responsables del ministerio y, especialmente, el INVIED tratan de minimizar y menospreciar el grave problema de vivienda que la obligada movilidad geográfica y las bajas retribuciones provocan en el militar y sus familias. Tampoco es inocuo el silencio de los mandos de personal de los Ejércitos y la Armada ante esta situación.
https://www.asfaspro.es/ASFASPRO/DOCUMENTOS/2022/p22_04/116-2022%20Propuesta%20ASFASPRO%20Modificaci%C3%B3n%20RD%20Estatuto%20INVIED.pdf
Se estimó parcialmente la propuesta en el sentido de ser trasladada al INVIED para que sea tenida en cuenta en futuras modificaciones normativas.
Se estimó parcialmente la propuesta en el sentido de ser trasladada al organismo competente para que se analice su viabilidad técnica. Requiere la modificación de dos reales decretos y una plataforma de comunicación entre los sistemas de gestión del INVIED y MONPER.
https://www.asfaspro.es/ASFASPRO/DOCUMENTOS/2022/p22_04/118-2022%20Propuesta%20ASFASPRO%20IPEC.pdf
Se estimó la propuesta. La primera parte, sobre la modificación del art. 7, será incluida en la redacción de la actualización que se está acometiendo de la orden ministerial.
Respecto a la segunda parte, se modificará la IG 60-04 del JEMA para que el calificado pueda tomar nota tanto de las calificaciones recibidas como de las observaciones de la junta y del apartado “orientación”. Hasta que esta modificación se efectúe se introducirá esta circunstancia en la Guía anual de elaboración de los IPEC que se difunde a las unidades.
ASFASPRO explicó la problemática del alojamiento logístico del Ejército de Tierra en Madrid, hay personal que será desalojado y personal en lista de espera. Falta alojamiento logístico en Madrid.
El ministerio desestimó la propuesta por falta de disponibilidad económica. El ministerio no aportó ningún dato sobre el posible coste.
ASFASPRO solicitó que en algunos de los presupuestos generales venideros se habilite una partida presupuestaria para acometer la construcción de residencias.
El ministerio desestimó la propuesta porque la implantación de estas líneas requeriría tener medios extraordinarios adicionales tanto humanos como financieros y materiales.
ASFASPRO expuso que los ejércitos o el ministerio pueden convocar concursos públicos para que empresas privadas se hagan cargo hasta que los ejércitos o el ministerio obtengan los recursos y los medios necesarios. El ministerio también puede contratar personal laboral, con la correspondiente reserva para el personal RED. Finalmente, se podrían combinar ambos sistemas. Es necesario un estudio para su posible implantación.
A pesar de la propuesta y la exposición, el ministerio rechazó la propuesta sin aportar ni un solo dato sobre el posible gasto que supondría la implantación de las rutas.
El ministerio desestimó la propuesta porque, según el General Director de Personal EA, no es procedente debido a la diversidad y disparidad de las unidades y sus misiones. Añadió que el resultado de las pruebas físicas avala que no es necesario establecer un horario mínimo.
ASFASPRO indicó que las elevadas estadísticas de lesionados que DIGENPER facilita todos los plenos, algunos de ellos graves, podrían disminuir si se permitiera más tiempo de entrenamiento. También explicó que los buenos resultados de las pruebas eran producto del esfuerzo del militar que debe prepararse físicamente fuera de la jornada de trabajo, en su tiempo libre y restando tiempo a la conciliación familiar. Además, en ese tiempo -más allá de la jornada habitual de trabajo- también debe realizar guardias de 24 horas o mayor duración, jornadas continuadas, maniobras, estudiar idiomas, etc.
DIGEREM explicó que van a iniciar un estudio en el que desarrolle un plan de promoción de las capacidades psicofísicas del militar en el que se incluirá el concepto de tiempo mínimo para la práctica deportiva.
PROPUESTAS DE OTRAS ASOCIACIONES
Se aceptó declarar día inhábil los sábados en el cómputo de determinados permisos. Se modificará la Guía para la aplicación de medidas de conciliación.
Se rechazó la implantación de la jornada laboral de 35 horas semanales porque todavía no está implementada para el resto de la Administración General del Estado.
RUEGOS Y PREGUNTAS:
ASFASPRO presentó seis (6) preguntas y dos (2) ruegos.
PRIMERA PREGUNTA. – ESPECIALIDADES CRITICAS ET.
ASFASPRO ha propuesto en varias ocasiones que la declaración como especialidad/perfil crítico se vea limitada a un tiempo no superior a cinco años.
¿Qué medidas o acciones va a realizar el Ejército de Tierra en el año 2023 en relación con los suboficiales con especialidades/perfiles críticos?
¿Procederá el Ejército de Tierra a revisar el CSCE de los puestos que ocupa este personal?
MAPER ET contestó que la consideración de perfil crítico se revisa periódicamente cada dos (2) años. Están llevando a cabo las siguientes acciones para reducir su número:
Revisión de puestos de la estructura en los que se requieren esos perfiles, modificación de puestos para mejor aprovechamiento del personal disponible y aumento en lo posible de personas con esos perfiles (tanto especialidades fundamentales como aptitudes).
También explicó que MAPER informa periódicamente a DIGENPER sobre los perfiles para que se tengan en cuenta en las publicaciones de vacantes del Órgano Central con el objeto de optimizar su aprovechamiento.
Finalmente, dijo que no está prevista a corto plazo la modificación o revisión del CSCE de los puestos que ocupa este personal.
SEGUNDA PREGUNTA. – RETRIBUCIONES EN LA COMISIÓN DE DEFENSA 20/11/22.
El 20 de noviembre en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados se trataron
temas relativos al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2023.
Según el Diario de Sesiones (n.º 777), en una de las intervenciones del Diputado don Agustín Rossety Fernández de Castro afirmó lo siguiente:
“La señora ministra ha hablado en los medios de una subida del orden de 80 o 100 euros. ¿Esto es todo cuanto piensa hacer, si es que lo hacen?”.
Previamente, el 10 de octubre, en un medio digital se publicó que “el Consejo de Ministros aprobará antes de final de año un Real Decreto que modificará el reglamento de retribuciones del personal de las Fuerzas Armadas” y “los 130.000 militares con destino verán incrementado su salario mensual en torno a 100 euros de media”.
¿Puede detallar el ministerio en que consiste ese incremento?
El ministerio contestó por escrito el 17 de enero:
Tal y como expuso la Subsecretaria de Defensa en su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados expuso que el proyecto presupuestario del año 2023 cuenta con un incremento de 313,7 millones de euros en el Capítulo 1, gastos de personal, lo que permitirá aplicar la mejora retributiva autorizada para los empleados públicos en 2023, consolidando las mejoras retributivas aprobadas en 2021 y 2022.
Además, este presupuesto recoge el crédito necesario para atender las asignaciones mensuales para los reservistas de especial disponibilidad, cuyas cuantías se actualizarán en el próximo ejercicio en la misma medida que el incremento aprobado para los empleados públicos.
TERCERA PREGUNTA. – REUNIÓN COMISIÓN SUPERIOR DE RETRIBUCIONES MILITARES.
¿Qué avances se han producido en la revisión del CSCE de los puestos ocupados por suboficiales en la última reunión de la Comisión Superior de Retribuciones Militares?
Según DIGENPER, la Comisión se reunió el 15 de diciembre y acordó la modificación del CSCE de los puestos de “Jefe de sección” ocupados por suboficiales del ET que aún quedaban por revisar. Son aproximadamente 290 puestos y el incremento tendrá efectos económicos de 1 de enero de 2023.
Parece que finalmente en el ET se ha eliminado la discriminación en el CSCE de los puestos de jefe de sección (mando titular), suprimiendo la diferencia entre ser ocupado por un oficial o por un suboficial, tal y como dispone el Reglamento de retribuciones.
CUARTA PREGUNTA. – REVISIÓN DEL REGLAMENTO DE EXCLUSIONES.
¿Tiene previsto el ministerio revisar la Orden PCI/6/2019, de 11 de enero, por la que se aprueba el cuadro médico de exclusiones exigible para el ingreso en los centros docentes militares de formación?
El ministerio contestó por escrito el 17 de enero informando que se ha elevado consulta a la Asesoría Jurídica General de la Defensa.
QUINTA PREGUNTA. - PAGO ÚNICO INCENTIVO.
Esta pregunta se trató como un bloque ya que todas las asociaciones presentes habían presentado preguntas para conocer en qué consistía el concepto “pago único incentivo” realizado en las nóminas de noviembre y diciembre de 2022.
DIGENPER expuso lo siguiente:
- Es un pago diferencial en el concepto del complemento de dedicación especial (CDE)
- Dirigido a los militares del Ministerio de Defensa de todas las categoría y empleos, al personal que estuviera destinado desde julio a diciembre de 2022
- Tal y como dispone el Art. 3.4 del Reglamento de retribuciones el incentivo del CDE retribuye el especial rendimiento, la actividad extraordinaria o la iniciativa con que se desempeña el puesto de trabajo, por esta razón el personal perceptor ha sido:
- El importe máximo ha sido de 660€ y en otras cuantías prorrateadas según las condiciones personales a 1 de cada mes del periodo (1 de julio a 1 de diciembre).
- El importe total ha sido de 71.701.474€ y ha afectado a 114.469 militares.
- Con los mismos criterios se va a proceder a un nuevo pago único de 50€ bajo el mismo concepto de dedicación especial en el mes de diciembre para todo el personal militar que ocupe y desempeñe efectivamente un puesto de la RPM del Ministerio de Defensa a primero de mes de diciembre.
- Es una medida puntual con un incremento presupuestario en el CDE.
ASFASPRO expuso que, aunque el pago es un avance, la prensa no es el medio adecuado para informar a las asociaciones que representan a los militares y que hacía más de un mes que se había solicitado al ministerio información sobre el asunto. DIGENPER argumentó que esperó a tener toda la información para traerla al pleno.
SEXTA PREGUNTA. – ESTUDIO SOBRE PASE A LA RESERVA.
En el pleno del Consejo de Personal de 27 de julio de 2022 se acordó que DIGENPER realizaría un estudio sobre el impacto que tendría la posibilidad de que todo militar de los cuadros de mando con más de 40 años de servicio pueda pasar con carácter voluntario a la reserva.
¿En qué estado se encuentra el estudio?
¿Cuándo presentará DIGENPER el estudio al pleno del Consejo de Personal?
El ministerio contestó por escrito el 17 de enero. DIGENPER ha finalizado el estudio pormenorizado del número de cuadros de mando (Oficiales y Suboficiales) que a fecha 1 de julio de los próximos cinco ciclos, tendrían más de 40 años de servicios cumplidos, resultando 2.500 suboficiales y 1.000 oficiales hasta el 1 de julio de 2028.
PRIMER RUEGO. - PUESTOS DE DOBLE EMPLEO ET.
Esta asociación ha tenido conocimiento de que el ET estudia la desaparición de puestos de doble empleo de la escala de suboficiales en la plantilla orgánica. Hemos recibido quejas de nuestros socios, por lo que se ruega se tenga en cuenta la postura contraria de esta asociación a este cambio porque repercute negativamente en la conciliación familiar, en el desarrollo profesional y en la motivación del personal. Además, habría que tener en cuenta el impacto negativo en el funcionamiento de las Unidades.
SEGUNDO RUEGO. - RETRIBUCIONES.
Se ruega que la presidenta del Consejo de Personal informe a las asociaciones profesionales de las novedades que se vayan produciendo sobre las retribuciones, todo ello en virtud de los artículos 40 y 49 de la Ley Orgánica 9/2011, de 27 de julio, de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas.