Estimada Luisa:
Han pasado más de 100 largos y duros días desde que Alberto nos dejó, falta especialmente terrible para sus dos pequeñas hijas y para ti.
No podemos ofrecerte explicaciones de lo acontecido en el pasado pleno del Consejo de Personal, en el que el ministerio rechazó la implantación de un Plan de Prevención de Conductas Suicidas en las Fuerzas Armadas.
La ministra Robles debería llamarte y explicártelo, que te explique las razones para no intentar salvar vidas como la de tu hijo, que explique a tus nietas las razones por las que desestima establecer un plan antisuicidios.
Cuéntale lo que es perder a un hijo en esas circunstancias y que hubieses hecho cualquier cosa por él, cuéntale el sacrificio personal y familiar que implica ser militar, cuéntale lo que cuesta llegar a fin de mes, háblale también de la peligrosidad de la profesión, de lo que sufre la familia durante las misiones internacionales y en los cambios de destino, cuéntale lo que son los adiestramientos exigentes y la presión que conlleva el desempeño profesional…cuéntale la verdad, esa que no quiere oír, que hay militares -hombres y mujeres- que también sufren depresiones y llegan a tener conductas suicidas.
Sabemos que es incomprensible que las policías o la Guardia Civil e incluso pequeños ayuntamientos dispongan de este tipo de protocolos, pero sean inexistentes en las Fuerzas Armadas… Luego vienen las lamentaciones, los pésames y las caras compungidas de los responsables políticos y militares, pero la realidad es que les importa más bien poco este problema.
Recibe un afectuoso abrazo.
Miquel.