DECEPCIÓN EN EL PLENO EXTRAORDINARIO SOBRE LA ADECUACION SALARIAL DE LAS FUERZAS ARMADAS. LA MINISTRA DE DEFENSA NO HA DADO LA CARA ANTE LOS MILITARES, DELEGANDO SU ASISTENCIA PARA EVITAR LA SAL EN LUGAR DE LA TAN ACOSTOMBRADA AZUCAR QUE SUELE DAR EN VEZ DE RETRIBUCIONES.
Madrid, 20 de marzo de 2024
El Pleno Extraordinario del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS) celebrado hoy ha sido un rotundo fracaso en lo que respecta a las expectativas de los militares sobre la mejora de sus retribuciones. La ministra de Defensa, Margarita Robles, tal y como es costumbre, ha vuelto a delegar la presidencia del pleno en la Subsecretaria de Defensa.
Tres años de promesas incumplidas e inexistentes
Hay que remontarse tres años atrás, allá por marzo del año 2021, cuando forzada por las Asociaciones Profesionales Militares ASFASPRO, AUME, ATME y UMT, la señora Margarita Robles, ministra de Defensa, tuvo que dar la cara en sesión plenaria del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS) en un Pleno Extraordinario monográfico sobre retribuciones, para informar sobre el Real Decreto por el que se modificó mínimamente el actual RD 1314/2005 de Retribuciones Militares.
Por entonces ya decía que gracias a un “trabajo desarrollado sin publicidad y exclusivamente en busca de resultados, tal y como han de hacer los servidores públicos” nacía la modificación del Real Decreto, agradeciendo con palabras grandilocuentes y muy adornadas, como habitualmente hace la Sra. Ministra, el excelso trabajo y labor que los militares realizan, salvaguardando siempre y anteponiendo los intereses de los españoles, incluso por delante de la salud y seguridad propia, ofreciendo su sacrificio, generosidad y entrega a los ciudadanos españoles.
Las retribuciones militares, a la cola de Europa
Los militares españoles son los servidores públicos peor pagados. Esta situación está provocando una fuga de talento hacia otros cuerpos y fuerzas de seguridad, como la Guardia Civil o la Policía Nacional.
Pues bien, cual día de la marmota, tras tres años que han pasado en blanco, años en los que, a base de limosna retributiva, traducida en incentivos esporádicos en las nominas de los militares, las palabras de compromiso de la titular del Ministerio de Defensa en la que decía “de la existencia de un compromiso del Gobierno por avanzar, en la medida de lo posible, en la mejora retributiva de los militares”, se ha quedado en eso, en PALABRAS HUECAS Y VACIAS DE CONTENIDO.
Hoy se ha podido comprobar en el Pleno Extraordinario, que los militares NO SON tan importantes para la ministra como para presidir el Pleno del COPERFAS, donde se escucha la voz de TODOS los militares, sin distinción de empleos y escalas. Hoy esa voz pedía JUSTICIA retributiva para el colectivo militar, y se ha encontrado como más INJUSTICIA, con un folio en blanco como propuesta retributiva del Ministerio, con más olvido e indiferencia ante la situación catastrófica y ya con tintes agónicos de un colectivo, el MILITAR, que ya no llega al final de mes con las retribuciones actuales.
Ya no basta con presentar, por parte de las asociaciones profesionales militares, voz del colectivo militar, la necesidad de mejoras retributivas. Ya no es suficiente el trasladar a diputados de los diferentes grupos políticos, que representan la mayoría del arco parlamentario, propuestas de mejoras. Ya no es suficiente que el Observatorio de la Vida Militar una y otra vez recomiende que con carácter urgente se actualicen las retribuciones militares. Ya no es suficiente ver como día a día la sangría, de personal y talento, que provoca la huida hacia otros cuerpos como la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Municipal o personal laboral de sus Oficiales, Suboficiales y Tropa y Marinería en busca de un salario digno con el que puedan llenar sus despensas. Todo esto no es suficiente para que de una vez por todas el Ministerio, el que alaba y regala el oído, el que se gasta miles de millones en compra de material, invierta por una vez en SU MAYOR VALOR, sus componentes, LOS MILITARES. ¿Hasta cuándo podrán aguantar en esta situación límite los militares?
Fracaso, desolación, desilusión, falta de motivación, instaurada ya para quedarse en las mentes y animo de un colectivo que día a día ve que se les va arrinconando más y más en un cajón, y que su única salida es abandonar las Fuerzas Armadas, para al menos tener una opción de futuro, tanto profesional como personal, para él y sus familias.