Si otras instituciones o servidores públicos disponen de unas justas retribuciones por desarrollar actividades de riesgo, penosas o peligrosas sin que se resienta su funcionamiento u organización, ¿por qué pretende esa misma Administración que la singularidad de la profesión militar –que no olvidemos compromete hasta la última gota de nuestra sangre si fuese necesario– la sufraguemos nosotros mismos y nuestras familias?
NO HAY AVANCE ALGUNO
La situación política actual, con un Gobierno en funciones, y el reiterado recurso de la titular del Departamento a acogerse a no querer hacer electoralismo ha sido el argumento esgrimido para no poner sobre la mesa el estudio ministerial de retribuciones que las asociaciones habíamos solicitado debatir.
Tras quince meses desde el inicio del estudio con la anterior Titular, y 9 meses con la actual Ministra no han sido suficientes para solucionar un problema tan evidente que todos los actores implicados reconocen: Observatorio de la Vida Militar, comisiones de Defensa del Congreso y Senado, Defensor del Pueblo, y tanto el propio Subsecretario de Defensa como el JEMAD en sede parlamentaria.
ELECTORALISMO A LA CARTA
Como mínima muestra de imprescindible buena voluntad, ASFASPRO ha solicitado como primer paso para avanzar en la solución al problema retributivo que implica muy poco gasto presupuestario: la publicación como decreto social de la eliminación de la segunda pérdida de retribuciones al cumplir 63 años en la reserva. Una medida incluida en el dictamen de la Comisión de Defensa del Congreso, de 21 de febrero de 2018, y que estaba prevista debatir en el pleno de la Cámara antes de su disolución. Tampoco ha sido aceptado por electoralista, a pesar de que cada viernes se aprueban decretos sociales para otros colectivos.
Es absolutamente necesario el definitivo reconocimiento retributivo de la profesión militar. No podemos terminar el año sin iniciar un adecuado incremento en la nómina de los militares, que siguen entregando la vida en cumplimiento de la misión. No podemos esperar más. No descartamos movilizaciones si no se soluciona el problema.