A lo largo del texto se insiste en mostrar la enseñanza militar como unitaria e integrada en el sistema educativo general, caracterizándola como formación integral y enseñanza global. Nada más alejado de la realidad.
No puede ser considerada unitaria porque no es un conjunto que tenga sentido por sí, lo cual exigiría estar formado por unos elementos internos cohesionados e integrados unos con otros. No es así. La formación de los oficiales no tiene nada que ver con la de los suboficiales ni con la de la tropa, son compartimentos estancos que no están relacionados entre sí. Si fuera una enseñanza unitaria los estudios para ser oficial serían la continuación natural a los estudios para ser suboficial, y pertenecerían a la misma rama de conocimiento académico:
- Si fuera así, todas las titulaciones de Técnico Superior que se estudian en las Academias de Suboficiales tendrían un reconocimiento de créditos para cursar los Grados Universitarios que se estudian en las Academias de Oficiales, pero no lo tienen.
- Si fuera así, los años de experiencia profesional del suboficial tendrían un reconocimiento de créditos para cursar los Grados Universitarios que se estudian en las Academias de Oficiales, tal y como se reconoce en la ordenación de las enseñanzas universitarias(2) dentro del Espacio Europeo de Educación Superior, pero no lo tienen.
La lectura que se puede hacer de esta situación es que la enseñanza militar de oficiales se ha diseñado no para favorecer la promoción interna (para eso debería contar de alguna manera la formación y la experiencia de los suboficiales, escalón anterior al de oficiales) sino precisamente para cortar la promoción de los suboficiales a oficial. ¿Dónde está la garantía de la continuidad del proceso educativo del alumno? En ningún lado. Es más, podría afirmarse que la enseñanza militar se ha diseñado contra los suboficiales. Una carrera de obstáculos para evitar que los suboficiales puedan realizar en condiciones normales la promoción interna que tanto publicita el ministerio.
El resultado es que en el cuadro de la página 22 de dicha publicación, que da a entender que se promociona fácilmente de una escala a otra, habría que sustituir las flechas por tapias, pues cada vez que se pretende pasar de escala es prácticamente como comenzar de cero. Muy bonito cuadro pero completamente fantástico.
Y, ¿qué decir de la fe de erratas? Pues que va más allá de unos simples errores de transcripción, unas palabras mal puestas, y hace que el texto se convierta en un mar de dudas para el destinatario. Definitivamente, no aclara la realidad de la enseñanza militar, nos quedamos en las sombras, sin atisbar el platónico mundo de las ideas.
(1) http://www.ieee.es/Galerias/fichero/espacio_docente/FAS_ProfesionMIlitar_2016.pdf
(2) Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales. http://boe.es/buscar/pdf/2007/BOE-A-2007-18770-consolidado.pdf