La pieza policromada, de unos 70 centímetros, se encuentra en buen estado de conservación, y durante los últimos años tuvo su espacio en la capilla del polvorín. En el mes de marzo de este año, fue trasladada desde Ibeas de Juarros hasta Valladolid, junto a otro material que ya se encuentra inventariado por el Ejército de Tierra.

«El objetivo que tenemos ahora es mejorar su estado y recuperar este Cristo para que pueda ser expuesto en alguna de las instalaciones que el Ministerio de Defensa tiene en Valladolid, o donde se determine», explican mandos de la IV Subinspección General del Ejército de Tierra.

Aunque nada está concretado, el interés por este Ecce Homo bien podría encontrar una sala, o en el museo de la Academia de Caballería, del Paseo de Zorrilla, o en el Palacio Real, de la plaza de San Pablo, donde está la sede de la IV Subinspección General del Ejército de Tierra.

Antes de esta decisión, personal del Instituto de Historia y Cultura Militar, con sede en Madrid, se ha trasladado hasta Valladolid para ver cuál es el estado en el que se encuentra y concretar la tarea de recuperación de la talla.

La escultura está ahora dentro de la sala de banderas del edificio de la Plana Mayor de la Agrupación de Apoyo Logístico, en la base del Empecinado. Los especialistas castrenses se han puesto en comunicación con la Dirección de Patrimonio de la Junta de Castilla y León con el objetivo de solicitar el apoyo de historiadores del arte y técnicos en restauración, para que puedan determinar los años en los pudo ser hecha esta escultura, cuyos rasgos la sitúan en el barroco español.

Algunos de los que la han visto, creen que es de mediados del siglo XVII y aventuran sus vínculos con la escuela realista que encabezó Gregorio Fernández, cuyo taller no solo absorbió la producción de piezas policromadas en Valladolid, sino también para iglesias de León, Madrid, País Vasco y Extremadura.

Tras determinar el estado real de la pieza, se procedería a su rehabilitación con el respaldo de organismos públicos o privados que quisieran colaborar económicamente. «Creemos que a principios del año 2014 se podría iniciar esta tarea», explica un mando.

El Instituto de Historia y Cultura Militar es el órgano responsable de la protección, conservación, investigación y divulgación del patrimonio histórico, cultural, mueble, documental y bibliográfico militar del Ejército de Tierra. La gestión de sus bienes no solo abarcar el material militar y documental procedente de los acuartelamientos y archivos castrenses, sino también todo aquel que por razones históricas está dentro de su inventario.