El complejo militar ocupa 700.000 metros cuadrados, tiene un perímetro de seguridad de doble verja, alojamiento para 1.200 personas, una zona logística y otra aeronáutica con hangares, una planta potabilizadora, y una depuradora de agua. "Es la mejor base de la región", asegura el coronel jefe del contingente español en Badghis, José Luis Murga.
Precisamente por eso, las tropas españolas quieren asegurarse de que los efectivos afganos sabrán utilizarla y sobre todo mantenerla, para evitar que la echen a perder cuando las fuerzas españolas se replieguen de la provincia en las próximas semanas.
Además de los cursos, una decena de empleados afganos que ya trabajan en la base y conocen su funcionamiento a la perfección, lo continuarán haciendo pero para el Ejército afgano. También se está inventariando absolutamente todo lo que los soldados afganos recibirán en herencia de los españoles, para evitar susceptibilidades y futuros reproches.
"Oficiales afganos y españoles irán revisando las dependencias una a una, y cerrarán y pondrán un precinto a las que ya estén listas para la transferencia", afirma el teniente coronel Ramón Armada, jefe del equipo de mentores y asesores del Ejército afgano, que en rotaciones anteriores se encargaban de formar y asesorar a los oficiales y soldados afganos, pero que en ésta están poniendo todo su esfuerzo en prepararlos para utilizar la base española.
"Ahora no tenemos gimnasio, ni depuradora de agua, ni lavandería. Lavamos la ropa a mano y traemos el agua de un pozo con camiones cisterna", Sarbelan declara en referencia a las dependencias que el Ejército afgano tiene en la actualidad, justo al lado de las españolas. "También nos falta zona de aparcamiento para vehículos, el comedor que tenemos es muy pequeño, y también la clínica", añade el teniente coronel, consciente de que lo que España les deja no es cualquier cosa.
Preparar al Ejército afgano para el mantenimiento de la base hará que durante dos semanas sus efectivos entren en el recinto español para conocer sus entrañas. El año pasado la infiltración de talibán en las fuerzas de seguridad afganas se convirtió en una de las principales amenazas de las tropas internacionales. "Nos hemos adiestrado especialmente para reaccionar ante un posible ataque de ese tipo", afirma Armada, aunque confía que eso no ocurra. Los militares españoles tendrán que estar con los ojos bien abiertos los próximos días.
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