Este acto simbólico remite a más de 700 años en nuestra historia. Se trata de la “investidura de armas”, el “ceñir espada” o el “armar caballero”. Además, marca un hito, ya que los 125 caballeros y damas sargentos alumnos de 3º curso se despiden de esta Academia para dirigirse a Talarn (Lérida) para finalizar su Plan de Estudios, mientras que los 125 caballeros y damas alumnos de 2º curso pasan a ser los “veteranos” de la EMIES en la ACINF (Toledo). Junto con la entrega del sable, los alumnos reciben también el nombramiento de sargento alumno.
Por otra parte, este acto simbólico se interpreta como una entrega de responsabilidad, la confianza que el “antiguo” deposita en su apadrinado. La entrega de sables marca el inicio de una parte de la formación en la que el aspecto militar cobra mayor importancia.