Además, como la esposa de un buen amigo sufre fibromialgia, le pareció una buena idea apoyar a la Asociación de Fibromialgia de Segovia, serigrafiando un eslogan en las camisetas con las que participó en la prueba: “Hoy sí me puedo levantar, fibromialgia”.
Aunque la carrera fue muy dura, con temperaturas de 40 grados y una humedad relativa del 80%, el autocontrol, la disciplina, una exhaustiva preparación y el mantener la cabeza fría en los momentos duros le ayudaron a continuar hasta la línea de meta: “Lo que más me ha impresionado es la experiencia de la carrera. Atravesar ‘las selvas de Indiana Jones’, templos milenarios, ver monjes budistas gigantes esculpidos en la roca o tener que esquivar manadas de elefantes salvajes que todos los años causan víctimas entre la población, no está al alcance de cualquiera. Es una vivencia que aún estoy tratando de digerir”.
El brigada Mora también corrió una prueba de 200 kilómetros por Bután, en plena cordillera del Himalaya, en 2013.