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El Ejército participa en el mayor ejercicio paracaidista desarrollado en Europa desde el fin de la Guerra Fría

04/09/2015 - ejercito.mde.es -

El Ejército español ha participado, del 20 de agosto al 2 de septiembre, con un subgrupo táctico paracaidista y una patrulla de reconocimiento en profundidad de la Brigada Paracaidista “Almogávares” VI en el ejercicio multinacional Swift Response de la OTAN; la mayor operación paracaidista desarrollada en Europa desde el fin de la Guerra Fría.

Bajo el lema “Un ejército fuerte, una fuerte Europa”, 4.800 militares de 11 países aliados concurrieron en campos de maniobras de cuatro países —Alemania, Bulgaria, Rumanía e Italia—. De ellos, 1.500 realizaron un lanzamiento paracaidista. Éstas son las asombrosas cifras que resumen la enorme operación liderada por la I Brigada de la mítica 82ª Airbone Division del Ejército estadounidense.

El subgrupo táctico paracaidista español estuvo formado sobre la base de la 7ª Compañía de la Bandera de Paracaidistas “Roger de Lauria” II, que fue reforzada con un pelotón agregado de zapadores paracaidistas y un equipo OFA (Observador de Fuegos Avanzado) para mejorar su capacidad de combate.

La ambientación del ejercicio no pudo ser de más de actualidad: un país inmerso en un conflicto con un enemigo híbrido, solicita la ayuda de la coalición atlántica. La misión planeada por el mando de la OTAN consiste en establecerse como fuerza de entrada inicial en el escenario, ocupando y asegurando, en el espacio de tiempo más breve posible, un aeropuerto clave en la región en conflicto. Se trata de llevar a cabo diversas operaciones de extracción de no combatientes (NEO) y de apoyo al gobierno local, enfrentándose a la insurgencia y fuerzas armadas de países vecinos, con intereses en la región, en caso necesario. Esta operación fue escenificada, principalmente, en los campos de maniobras de Hohenfels (Alemania) y Smardan (Rumanía).

El alto mando estadounidense designó a los españoles de la Compañía de Reconocimiento Avanzado de la operación para efectuar un salto a 9.000 pies de altitud (HALO), la noche del 25 de agosto, a bordo del innovador CV-22 OSPREY. Al día siguiente, el resto de la Brigada multinacional, formada por paracaidistas estadounidenses, alemanes, italianos, ingleses, polacos y españoles, ejecutó lanzamientos masivos sobre los mencionados campos de maniobras. Los días siguientes se registraron duros enfrentamientos contra un enemigo materializado por los Ejércitos búlgaro y estadounidense. Sin embargo, gracias al espíritu paracaidista y la vigilancia constante de los tres helicópteros de ataque ingleses AH-64 Longbow, el enemigo fue erradicado completamente del escenario el 31 de agosto.

En este contexto, la Brigada Paracaidista superó con creces las expectativas de sus aliados OTAN, mostrándose como una unidad fiable. Así, el coronel Colin P. Tuley, jefe de la I Brigada de la 82ªAirbone Division, no dudó en manifestar sus buenas impresiones: “Tengo que quitarme el sombrero ante la destacada labor de los paracaidistas españoles”, afirmó.