Desde Torrejón la Alianza gestiona la defensa aérea en un área de 11 millones de kilómetros cuadrados que abarca desde las Azores y Canarias hasta el mar Negro, Bulgaria y Turquía (6.500 kilómetros), y desde el centro de Europa a la orilla sur del Mediterráneo (1.500 kilómetros). En la zona de control habitan 280 millones de personas. Cuando los radares civiles o militares detectan la traza imprevista de una aeronave, también otros sensores, desde satélites a buques, en el CAOC activan la señal de alerta y se pone en marcha alguno de los 30 cazas de actuación inmediata de los que disponen distribuidos por todo el continente; además, llegado el caso, de otros sistemas terrestres o navales (baterías antiaéreas, misiles Patriot, fragatas navegando).
En la cumbre de Lisboa de 2010, los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica acordaron un nuevo concepto estratégico de la OTAN como hoja de ruta de la organización para los diez años siguientes. Este nuevo concepto habría de materializarse, durante la reunión de ministros de Defensa de junio de 2011, en una nueva estructura de mandos y distribución geográfica de Cuarteles Generales de la Alianza. Se reducía el personal y se simplificada la organización.
Una vez implementados los cambios, la OTAN ha quedado con tan solo dos centros de operaciones aéreas, uno situado en la localidad alemana de Uedem, responsable del flanco norte, y el CAOC de Torrejón responsable del flanco sur, ambos bajo el mando de un Cuartel General Aéreo único situado en Ramstein (Alemania).
Un total de 180 militares de la OTAN, de 16 nacionalidades distintas, 45 de ellos españoles, trabajan en este Centro de Torrejón bajo el mando del general de división del Ejército del Aire García Servet, anfitrión de la visita real junto con el jefe de Estado Mayor del Aire.
"Estamos de vuelta, Rusia ha lanzado ese mensaje", traslada el teniente coronel del CAOC Velázquez Gaztelu. Desde el conflicto de Ucrania, Rusia es la obsesión de la Alianza en la vuelta a una extraña guerra fría en la que se vigila toda aeronave rusa que cruza el espacio aéreo de responsabilidad de cualquier país de la OTAN o sus aledaños. Recuerda el militar que Rusia no es enemigo de la OTAN, aunque muestra interés en hacer notar sus capacidades y la Alianza responde con el mismo lenguaje.
"Ahora es la época más confusa en muchos años, no hay analista que acierte, tenemos yihadistas, tenemos Rusia que no sabemos dónde quieren llegar", afirma el teniente coronel, desmintiendo con sus palabras que la guerra fría haya vuelto: "antes los buenos eran buenos y los malos eran malos", hoy la situación es más confusa.
La misión principal del CAOC Torrejón es planear, dirigir, coordinar, supervisar, analizar e informar sobre las operaciones de defensa aérea de los medios que se le asignan en paz, siguiendo las directivas del componente aéreo de la OTAN. Una segunda misión, también primordial de este centro, es la de albergar la capacidad de poder destacar a una gran parte de su personal para contribuir a la gestión de crisis y conflictos como parte del componente aéreo de una operación dirigida desde cualquier otro lugar alejado de nuestro territorio nacional.
El CAOC de Torrejón ha estado cumpliendo su misión desde principios del año 2013, evolucionando mediante un plan de adaptación del antiguo CAOC 8 -que cubría sólo la península- a la nueva estructura de la Alianza, asumiendo progresivamente la defensa aérea de los diferentes países que se encuentran en su área de responsabilidad. Por este motivo, han sido modernizados todos los equipos y sistemas de mando y control, logrando alcanzar la plena capacidad operativa en julio de 2014.
Búnker subterráneo
Como en un viaje en el tiempo, no está claro si al pasado o al futuro,Estrella Digital ha traspasado la puerta blindada del búnker que está comenzando a contar con los equipos del CAOC, desde donde operará este mismo año.
Se trata de una gigantesca construcción, con la apariencia externa de una pequeña montaña, cubierta de tierra y plantas, que esconde muros de hormigón de dos metros de ancho y se ha construido a lo largo de cuatro años a partir de la mitad de la década pasada.
El pasado lo marca el ambiente de refugio nuclear del recinto y el hecho de que su construcción responde a otra época, grandes instalaciones pensadas para albergar un gran número de gente durante mucho tiempo. En la actualidad los sistemas de armas se han desarrollado a una mayor velocidad que la resistencia del hormigón, por lo que el recinto no es inexpugnable, aunque sí resistente para la mayor parte de armas y misiles convencionales.
"Las infraestructuras hoy valen para muy poco, lo importante es el personal, los ordenadores y los sistemas de transmisión de información, da igual desde un búnker o desde una tienda de campaña", afirma el teniente coronel.
El futuro lo marca la tecnología, gestión de datos y comunicaciones visualizados en pantallas enormes y diminutas donde aparecen las trazas de todo lo que vuela en media Europa, todo el Mediterráneo, parte del Atlántico y ese mar Negro que baña las costas y la crisis de Ucrania; o la Turquía fronteriza con Siria.
Por razones de seguridad no se permite a la prensa fotografiar equipos ni la entrada, y hasta la presencia de este periódico es un gesto inusual. No ha ocurrido en el pasado, durante su construcción, ni ocurrirá en el futuro, cuando cuente con todo el equipamiento tecnológico.
El respaldo de Felipe VI a estas nuevas instalaciones de la OTAN va más allá de una visita institucional.
En el último lustro, a caballo de dos legislaturas y dos Gobiernos de distinto signo político, España ha dado un salto espectacular en cuanto a equipamiento y personal militar instalado y desplegado en su territorio, en tres decisiones de gran calado relacionadas con Estados Unidos y la OTAN.
Junto al CAOC de Torrejón en lo que respecta a la defensa aérea, se puede mencionar el papel de Rota como base del componente naval del escudo antimisiles, que ya cuenta con tres destructores de EEUU y este otoño llega el cuarto. El tercer elemento es el incremento de marines norteamericanos tanto en Rota como en Morón que ha convertido las bases andaluzas en la plataforma operativa de Africom, el mando operativo de EEUU para África y todo el Mediterráneo.
Con todo, albergar grandes y modernas instalaciones no garantiza una política de Defensa, aunque algo ayuda.