Este hecho constituye un hito histórico tanto para los Marines como para la Armada Española puesto que nunca antes un escuadrón americano había formado parte de una unidad aérea embarcada de un buque no perteneciente a la marina de los EEUU. La unidad aérea embarcada mixta fue completada con 6 AV-8B ‘Harrier’ y un AB-212 de la Flotilla de Aeronaves.
Los MV-22 ‘Osprey’ realizaron como misión principal RAIDS con compañías mixtas formadas por infantes de marina del cuerpo de Marines de los EEUU, de los Fusileiros portugueses y de la Infantería de Marina española. Los movimientos de tropas se realizaron entre el buque “Juan Carlos I” y los campos de maniobras de ‘Pinheiro da Cruz’ y ‘Milfontes’, localizados en Portugal, a 75 y 105 millas de la posición del Juan Carlos I respectivamente.
Con este despliegue se pone de manifiesto, una vez más, la versatilidad del LHD ‘Juan Carlos I’, y sobre todo la capacidad del empleo combinado de MV-22 “Osprey” y AV8B “Harrier”.