En sus discursos, el director del Instituto Cervantes destacó la “magnífica labor de enseñanza a la población de la región, acercando esta lengua y su cultura a centenares de libaneses”. También habló el segundo jefe de la Embajada que habló de la “disciplina y buen hacer” de los profesores militares. Finalmente, el general Chapa se refirió a los mismos diciendo: “habéis servido de unión y vínculo, más si cabe con el pueblo de Líbano” y “habéis compartido vuestro escaso tiempo libre con más de 150 alumnos en 20 centros repartidos por esta región al sur del río Litani”.

En la actualidad, 24 profesores de la BRILIB XXI imparten clases de español a 156 alumnos, en 16 aulas repartidas en 10 localidades y en la propia Base Miguel de Cervantes. Los pueblos a los que hacemos referencia son: Marjayoun, Kleyaa, Deir Mimess, Bourj al Malouke, Ebel el Saqi, Chebaa, Hebbariye, Kafer Kela, El Khiam y Rachaya Al Foukhar. Además se imparten clases en la Base Miguel de Cervantes (UNP 7-2) y en la UNP 7-3.

Los docentes son militares: oficiales, suboficiales y tropa del Ejército de Tierra, de los Cuerpos Comunes de la Defensa y de la Guardia Civil, pertenecientes a BRILIB XXI, contingente integrado en su mayoría por militares de la Brigada de Caballería Castillejos II, con sede en Zaragoza, Ellos compaginan la docencia con su trabajo diario. Los alumnos no solo son libaneses de toda confesión religiosa, sino también personal de otros países bajo bandera de Naciones Unidas: nepalíes, indonesios, chinos, franceses, italianos y serbios. El abanico de edades va de los 13 del más joven, a los 47 del más veterano. Como parte de la colaboración con las LAF, una veintena de oficiales, suboficiales y tropa del Ejército libanés recibe también clases.

El Programa Cervantes es una actividad de apoyo a la población civil. Su objetivo: promover la enseñanza de la lengua española en las zonas en las que nuestras Fuerzas Armadas se encuentran presentes, consiguiendo así una mejor integración con la población local a partir del conocimiento mutuo. Se trata de que el español se convierta en una lengua vehicular en la que puede concienciarse a la población civil, en especial a los niños, acerca de los peligros de las minas y artefactos sin explosionar o de la necesidad de seguir unas pautas adecuadas de sanidad e higiene.

EL PROGRAMA CERVANTES EN LÍBANO

El 23 de enero se cumplirán ocho años desde que, los militares españoles recién llegados a Marjayoun, inauguraron oficialmente los cursos del Programa Cervantes en el colegio “Saintes Coeurs” de la localidad de Marjayoun.

De la importancia de esta labor, da fe el que dos de las alumnas que comenzaron con nuestras clases desarrollan en la actualidad su trabajo como intérpretes en la Base Miguel de Cervantes. Y otra, ha cursado un Máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales, en la Escuela Diplomática de Madrid, durante el curso 2013-2014.

Las cifras del Programa Cervantes en Líbano son rotundas. Desde el 23 de enero de 2007 se ha impartido clase en 29 aulas de 18 pueblos. Un total de 627 profesores y 5083 alumnos conforman el bagaje del Programa.

No existen cifras exactas del número de clases impartidas, pero teniendo en cuenta que esta Brigada imparte más de treinta clases semanales, que solamente se dejan de dar clases por los días festivos o por problemas meteorológicos, que el ritmo ha sido similar en todas las Brigadas, podemos hablar de entre 1.500 y 1.600 clases anuales. Por lo que, aunque podríamos asegurar que se habrán rebasado las 11.000 horas de aprendizaje de español, confirmamos que se han dado más de diez mil clases.

QUINCE AÑOS ENSEÑANDO ESPAÑOL

Cuando la BRILIB XXI llegó a Líbano, se cumplían quince años del Programa Cervantes. En mayo de 1999, en la Escuela secundaria de Citluc (Bosnia) se daba la primera clase de español. Fue una iniciativa del jefe de la SPABRI X “Almogávares”, constituida en base a la Brigada Paracaidista y contó con una subvención aportada por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares (Madrid).

En la antigua Yugoslavia, 400 alumnos de las comunidades croata, musulmana y serbia fueron los primeros en recibir clases de español. Desde su origen, el Programa Cervantes se ha impartido, además de Bosnia y Líbano, en Kosovo, Afganistán e Irak, sobrepasando la cifra de 15.000 alumnos en toda su trayectoria.