Madrid.(EFE).- Un total de 2.393 militares celebrarán la nochevieja fuera de España, en alguna de las seis misiones que desarrollan las Fuerzas Armadas en el exterior -Líbano, Afganistán, Bosnia, Somalia, Uganda y Yibuti-, según datos del Ministerio de Defensa.
La mayoría de ellos, un total de 1.406 efectivos, se encuentran desplegados en la misión de Afganistán, que el pasado 22 recibió la visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y la cúpula militar, encabezada por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Fernando García Sánchez.
Además actualmente están destacados 661 militares en el Líbano; 295 en la operación Atalanta en el Índico; 17 en Uganda en misión europea de adiestramiento del ejército somalí; 11 en Bosnia; y otros 3 en la operación civil Nestor de la UE en Yibuti.
Los militares españoles han recibido estos días unas 3.000 tarjetas de felicitación de alumnos de centros educativos, de diferentes asociaciones y de sus propios compañeros de profesión, que desde España les han deseado unas felices fiestas y mucha suerte en la misión, según ha informado el Estado Mayor de la Defensa.
Las felicitaciones se han enviado gracias a la iniciativa del Círculo de amigos de las Fuerzas Armadas' que ha impulsado la campaña "No estáis solos".
En todas las operaciones en el exterior, ningún militar se ha quedado sin recibir una postal, destaca el Estado Mayor.
Las Fuerzas Armadas mantienen las misiones de operación en las bases de Kabul, Herat y Qala-i-Naw en Afganistán; operación Libre Hidalgo en las bases de Naquora y Marjayún, en el Líbano; operación Atalanta, con la fragata "Méndez Núñez" y el Destacamento "Orión" en Yibuti; operación EUTM Somalia, con equipos de formación en Somalia; y operación Althea de asesoramiento al Ejército de Bosnia.
QALA-I-NAW, 22 Dic. (EUROPAPRESS) -
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido este sábado a los militares españoles desplegados en Afganistán que no bajen la guardia hasta el final de la misión, que en unas semanas se enfrentará a la "difícil" tarea del repliegue, y les ha felicitado por el trabajo que están haciendo por la estabilidad de este país y para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos.
Así se ha pronunciado el jefe del Ejecutivo en la base española 'Ruy González de Clavijo', en Qala-i-Naw, capital de la provincia de Badghis, la zona "más dura, donde más riesgo existe y donde se realiza el esfuerzo principal que ocasiona un gran desgaste, especialmente en los puestos avanzados de combate".
"Quiero hacer hincapié y llamar vuestra atención para que no bajéis la guardia y mantengáis la concentración hasta el final de la misión", ha insistido Rajoy, en la última parada de su primera visita a las tropas españolas en el exterior, que también le ha llevado a Kabul y Herat.
En Qala-i-Naw, donde con 965 militares está el grueso del contingente español, el presidente del Gobierno ha explicado que ha querido visitarles "en este entrañable periodo navideño" para conocer también "de primera mano" un trabajo que le ha dejado "gratamente impresionado".
Tras darles la enhorabuena por este trabajo, les ha transmitido su "aliento" para que continúen desarrollando así su labor en los próximos meses. El actual contingente, formado principalmente por efectivos de la Brigada Ligera Aerotransportable (BRILAT) 'Galicia VI', llegó el pasado mes de noviembre y es el primero que va a permanecer en zona durante un periodo de seis meses.
"Espero que mantengáis el ánimo en esta recta final y que podáis tener una feliz vuelta a casa con vuestras familias, con la máxima aspiración que tiene todo soldado: la íntima satisfacción del deber cumplido", les ha dicho, antes de pedirles que levantaran sus copas para brindar por España y por el Rey.
Previamente, Rajoy, que ha viajado acompañado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García Sánchez, y por los jefes del Ejército de Tierra, general Jaime Domínguz Buj, y del Aire, Francisco Javier García Arnaiz, ha conocido la base, y ha compartido un almuerzo con los militares.
A su llegada a la base de Qala-i-Naw, la última parada de su primera visita a las tropas exteriores en Afganistán, Rajoy ha sido recibido por el gobernador de Badghis y por el general jefe de la Brigada del Ejército afgano que los militares españoles han entrenado en los últimos años y todavía siguen asesorando.
En este momento, el ministro de Defensa ha tenido una sorpresa, porque en la pista le esperaba la niña afgana que conoció en su primera visita a Afganistán, cuando estaba siendo atendida en el hospital militar español de Qala-i-Naw por heridas en una pierna. Morenés gestionó su traslado a Barcelona, donde permaneció meses ingresada tras ser intervenida quirúrgicamente. El ministro ha saludado a la pequeña y abrazado afectuosamente a su padre, que es jefe de la Comisaría de la localidad.
Después, Rajoy ha recibido el bastón de mando de Qala-i-Naw de manos del jefe del contingente en Badghis, el coronel Fernando García González-Valerio. Con el bastón, el presidente ha pasado revista a la formación, antes de reunirse con los mandos militares y, después, compartir almuerzo con el contingente español en el comedor de la base.
El presidente del Gobierno también ha conocido la base de Herat, donde además ha visitado el hospital 'Role 2' y la unidad de helicópteros encargados de evacuaciones médicas. En el hospital, Rajoy se ha interesado por las actividades que lleva a cabo todo el personal médico y les ha preguntado a qué dedican el tiempo libre. "A hacer deporte", le ha respondido una oficial española, que ha tenido una pequeña charla con el presidente, quien le ha explicado que él también hace deporte todas las mañanas.
Después, en la explanada de la base conocida como 'Plaza España', y con un árbol de Navidad y un Belén con figuras de madera de fondo, el presidente ha dirigido unas palabras al contingente español desplegado en Herat, al que ha felicitado por la "brillantez" con que lleva a cabo su trabajo y para trasladarle su "aliento" para los meses que quedan por delante.
Así, ha hecho hincapié en que aún tienen por delante "una tarea difícil: cimentar las condiciones para completar la transición antes del fin de 2014, llevar a cabo el repliegue de nuestras unidades y apoyar el de nuestros aliados, garantizando en todo momento la eficiencia y la seguridad del proceso".
Antes de marcharse a tomar el Hércules que les llevaría a Qala-i-Naw, el presidente del Gobierno y el ministro de Defensa han recibido como regalo del contingente sendos llaveros con su nombre escrito un dari, un recuerdo típico que se llevan muchos militares para familiares y amigos.
En la actualidad, España mantiene desplegados en Afganistán 1.369 militares, después de que el pasado noviembre se redujera el contingente en aproximadamente un 10%. Los planes del Ministerio de Defensa contemplan que, si no cambia de manera radical la situación, este año los militares españoles podrían dejar la provincia de Badghis, con la disminución del número de efectivos podría alcanzar hasta el 75%, de manera que el próximo año sólo permanecerían en Afganistán los militares desplegados en Herat.
Precisamente, el presidente del Gobierno ha anunciado hoy su intención de continuar en esta base cuando acabe la misión de la ISAF, en 2014. En concreto, ha trasladado al presidente afgano, Hamid Karzai, su voluntad de seguir gestionando el aeropuerto de Herat y continuar al frente del hospital Role 2.
Tras pasar unas diez horas en Afganistán, la delegación española ha puesto rumbo a España, a bordo del Airbus 310 de la Fuerza Aérea española. Antes de llegar a Madrid, de donde salió, el avión se dirigirá a Vigo, donde dejará al presidente del Gobierno, que pasará en su tierra las fiestas navideñas.
El próximo lunes, día de Nochebuena, visitará la base de la BRILAT en Pontevedra para mantener una videconferencia con todas las misiones en el exterior, en Afganistán, Líbano y el Oceáno Indico, para felicitar las fiestas a todos los militares que las pasarán a muchos kilómetros de sus familias.
La integración de escalas en la Ley de la carrera militar ha recogido, en una única trayectoria, diferentes especialidades con distintos criterios de evaluación difíciles de normalizar en cuanto a misiones, cursos, destinos, mayor antigüedad derivada de diferentes velocidades de ascenso en las escalas de origen, etc. El resultado, es que ciertas especialidades o zonas finales del escalafón de cada una de las promociones siempre se verán postergadas a los últimos puestos de la clasificación.
Es fácil caer en el tópico y cometer el error de pensar que los suboficiales retenidos no se han esforzado lo suficiente y que por ello no tienen méritos para ascender al empleo superior, pero la explicación está en la trayectoria profesional seguida antes de la entrada en vigor de la citada Ley y en los evidentes defectos, ya conocidos por los Cuarteles Generales, del actual sistema de evaluación. Conviene recordar que su implantación no tuvo periodo transitorio alguno y que el cambio fue radical, sin tiempo suficiente para reorientar la trayectoria profesional.
Llegados a este punto, conviene recordar cuáles fueron los principales argumentos que justificaron el cambio de sistema: primar el mérito y la capacidad por encima del “simple transcurso de los años” y la simplificación de las escalas existentes, racionalizando la estructura de cuerpos y escalas. Pero a la vista de los resultados obtenidos, ¿podemos decir que están prevaleciendo el mérito y la capacidad? ¿Dónde está la igualdad de oportunidades?
Lo cierto, es que algunos defensores de la norma se olvidan del significado real de lo que llaman, quizá despectivamente, “simple transcurso de los años”. Para los que a la entrada en vigor de la Ley ya llevaban, en la mayoría de los casos, más de veinte años de servicio, esa expresión supone años de academia, tanto de alumno como de profesor; cursos de especialización, destinos en diferentes unidades, permanencia en zona de operaciones, maniobras, comisiones de servicio y numerosas guardias y servicios. En definitiva, toda una trayectoria profesional desarrollada bajo unas reglas de juego que se ve sometida a una clara falta de seguridad jurídica.
Por lo tanto, quedar retenido en el empleo supone el fin de la carrera militar; sin objetivos, sin incentivos para su preparación y, en definitiva, sin futuro profesional.
No deja de ser una paradoja que a un reservista voluntario se le conceda el empleo de brigada con 120 días de activación, y se le niegue a un militar de carrera que ha sido evaluado y declarado apto en múltiples ocasiones.
Por todos estos motivos, mientras no afinen y mejoren en su normalización los procesos de evaluación y, lo que es más importante, el excesivo peso que en ellos tienen los IPEC, hay que establecer una solución de marco temporal efectiva que evite agravios reales y objetivos en las escalas.
Para evitar la retención indefinida en el empleo, de profesionales que han sido declarados APTOS para el ascenso hasta en ocho ocasiones, esta asociación propone incluir un coeficiente ponderador sobre la nota final de los evaluados, que aumente con cada evaluación. Es un instrumento cuyo valor puede ser controlado directamente por el Ministro de Defensa mediante la modificación de la Orden Ministerial 17/2009, por lo que no requiere modificar la LCM.
Por último, debemos recordar que estamos hablando de soluciones provisionales, porque el sistema requiere ser modificado en profundidad.
La DIRECTIVA 2003/88/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 4 de noviembre de 2003, relativa a determinados aspectos de la ordenación del tiempo de trabajo establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en esta materia y trata de los períodos mínimos de descanso diario, de descanso semanal y de vacaciones anuales, así como de las pausas y la duración máxima de trabajo semanal, y determinados aspectos del trabajo nocturno, del trabajo por turnos y del ritmo de trabajo. Además, es de aplicación a todos los sectores de actividad, privados y públicos, con algunas pocas excepciones.
Quizás, del intento de transposición de la DIRECTIVA 2003/88/CE nació la Orden Ministerial 121/2006, de 4 de octubre, por la que se aprueban las normas sobre jornada y horario de trabajo, vacaciones, permisos y licencias de los Militares Profesionales de las Fuerzas Armadas, modificada hasta en tres ocasiones en seis años de vigencia.
Es conveniente recordar la sentencia de 20 de mayo de 2010 del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en la que se declara que el Reino de España ha incumplido las obligaciones que le incumben en virtud del art. 1.3 de la Directiva relativa a determinados aspectos de la ordenación del tiempo de trabajo. La Sala declara que España ha incumplido sus obligaciones al no haber adoptado, dentro del plazo establecido, todas las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para dar cumplimiento a dicha Directiva en lo que respecta al personal no civil de las Administraciones Públicas.
Un capitán, un sargento 1º, un cabo 1º y dos cabos del Regimiento de Infantería Ligera (RIL) "Tenerife" nº 49 han recibido sus respectivos títulos al valor acreditado, que les ha sido reconocido en la Orden Ministerial 431/14202/12 (publicada en el BOD nº 189). Su citación como distinguidos en la Orden General está motivada por acciones de combate desarrolladas en Afganistán, en el marco de la Operación Romeo-Alfa, en agosto de 2011.
Por otra parte, por Resolución del Jefe del Estado Mayor del Ejército, de 29 de febrero de 2012, en cumplimiento de la Instrucción General 04/2011 del Estado Mayor del Ejército, se ha procedido a la anotación de 18 hechos de armas de otros tantos componentes de la unidad por el mismo motivo.
El acto de entrega de las acreditaciones y de reconocimiento a los mencionados militares tuvo lugar, el 30 de noviembre, en el acuartelamiento "Hoya Fría", sede del RIL nº 49. Presidido por el jefe de la Brigada de Infantería Ligera "Canarias" XVI, general Alfonso García-Vaquero, a él también asistieron familiares, compañeros y antiguos componentes del Regimiento. Tras la parada militar, en la que el Batallón de Infantería Ligera (BIL) "Albuera" II/49 formó al completo, el general jefe pronunció una emotiva alocución y la unidad desfiló ante los asistentes.
Entrega de los títulos al valor acreditado (Foto:MCANA)
Es la segunda vez en el presente año que el Regimiento rinde homenaje a parte de su personal por méritos conseguidos valerosamente en operaciones. En la anterior, celebrada el pasado junio, recibieron sus respectivas acreditaciones un teniente y 34 militares de tropa profesional. El balance actual de acciones distinguidas del RIL nº 49 es de 8 cruces rojas, 31 citaciones como distinguido en la Orden General, 35 acreditaciones del valor y 18 hechos de armas. El Regimiento volverá a aportar parte de sus componentes, esta vez al contingente ASPFOR XXXIII, que desplegará en Afganistán en mayo.
Fuente: www.ejercito.mde.es
ElMundo.es (01/12/2012)
Dos oficiales consultan internet a través de su teléfono móvil en el puesto de mando del campamento militar de Moqur, en el noroeste de Afganistán. Otro, el comandante David Cuesta, se pasea por todas partes con su tableta informática, y no para de cantar las maravillas de ese artilugio. "Es que aquí puedes meter de todo: mapas militares, fotos satélites, datos cartográficos... Hasta los lugares donde la insurgencia ha puesto artefactos explosivos en el pasado", justifica. "Sirve para ganar en seguridad. ¡Es fantástico!", insiste.
La Brigada de Infantería Ligera Aeorotransportable (Brilat), que ahora se encuentra destinada en la provincia afgana de Badghis, ha hecho una fuerte apuesta por las nuevas tecnologías, que llaman la atención aún más en un país como Afganistán, donde el Ejército nacional a duras penas tiene radios para comunicarse y lo hace con teléfono móvil. Eso cuando hay cobertura, que no es siempre. Y la población local difícilmente dispone de electricidad. En la provincia de Badghis sólo hay suministro eléctrico en la capital, Qala-e-now, y sólo durante cuatro horas al día.
"Nuestro General quería que cada jefe de sección tuviera una tableta", comenta el comandante Cuesta. Aunque al final, según parece, no pudo ser así. El presupuesto no daba para tanto. A pesar de ello, las nuevas tecnologías saltan a la vista en la Brilat. "Nosotros fuimos la primera unidad que tuvo una aplicación específica en el Apple Store", presume Cuesta, mientras la muestra con orgullo. La aplicación incluye el historial, las distinciones, el himno y el decálogo de la Brilat, entre otros apartados.
En el puesto avanzado de combate de Moqur, es fácil ver a militares con una maquinita dándole a la pantalla con los dedos. Hay conexión inalámbrica a internet en algunos puntos de la base. E incluso el páter de la brigada, David Sevilla, también se ha subido al carro de las nuevas tecnologías y hace la misa con una tableta. "La empecé a utilizar después de que en unas maniobras en Zaragoza lloviera tanto que mis libros quedaron destrozaditos. Entonces me metí en internet para al menos buscar el misal, y empecé a encontrar todo tipo de aplicaciones", explica.
"El Señor esté con vosotros...", recita el páter mientras da con los dedos a la pantalla de su tableta, que apoya en un banco durante el servicio religioso en el campamento de Moqur. La misa se celebra en una simple tienda de campaña, y asisten pocos: una quincena de personas. "Al principio la gente se extrañaba cuando me veía con la tableta en misa", reconoce Sevilla, "pero ahora ya se han acostumbrado". De hecho, el páter incluso la utiliza para hacer sonar las campanadas, a falta de unas de verdad. "Yo soy hijo de mi tiempo y, por lo tanto, es normal que aplique las nuevas tecnologías a mi trabajo diario", comenta, como si fuera la cosa más normal del mundo. Sevilla forma parte de la nueva hornada de capellanes castrenses, que acaban de salir del seminario. Se ordenó hace tan sólo dieciocho meses, y tiene 29 años.
Aún así el páter afirma que las nuevas tecnologías no lo son todo. Por ejemplo, explica que los soldados se vuelven locos por tener un "detente bala", una estampita pequeña en forma de huevo con la imagen de la Santa Inmaculada, patrona de la Brilat, y una inscripción que dice: "Detente, el Corazón de Jesús está conmigo". Los militares siempre llevan la estampita encima, con la fe de que eso les servirá para regresar a casa sanos y salvos.
"Ya he repartido mil doscientas estampitas, y el otro día el teniente que resultó herido, lo primero que me dijo cuando me vio fue: 'Pater, ¡el detente ha funcionado!'", explica Sevilla, en referencia al oficial que sufrió una herida en un brazo en Moqur, después de que un soldado afgano abriera fuego a quemarropa contra diversos militares españoles. Y eso que la estampita es un simple trozo de cartulina plastificada.
Los aproximados 900 militares españoles que se encuentran desplegados en Líbano -como parte del contingente de la misión Libre Hidalgo (ONU)- cuentan ya con un elemento más de protección y disuasión a la hora de realizar sus patrullas: 47 nuevas unidades del Vehículo Ligero Multipropósito (LMV) «Lince» han sustituido a la mayor parte de los más vulnerables Blindados Medios de Ruedas (BMR) que han venido prestando servicio a las tropas españolas desplegadas en un país que ahora hace frente a una creciente inestabilidad por el conflicto en Siria.
«No todos los BMR serán devueltos a territorio nacional, sino que algunos permanecerán desplegados, aunque el número de misiones que se les asignen será menor», aclara el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Los vehículos llegaron al puerto de Beirut a bordo del buque «Camino Español» y han sido equipados con los medios de Información y Telecomunicaciones, y el correspondiente armamento. Con un blindaje más efectivo ante la amenaza de los artefactos explosivos improvisados, los vehículos «Lince» pueden portar ametralladoras de 7,62 mm. o 12,70 mm.
«El estreno de estos vehículos en zona de operaciones estará protagonizado por el próximo contingente que tomará el relevo en noviembre, formado sobre la base de la Brigada de Infantería Mecanizada "Guzmán el Bueno" X, con sede en Cerro Muriano (Córdoba), y que constituirá la XVIII rotación, cuyos conductores ya han sido instruidos en su manejo», informó Defensa.
Hay que recordar que la adquisición de los «Lince» y los RG-31 fue producida por el tipo de misiones donde se despliegan las tropas españolas en Líbano y Afganistán, donde la principal amenaza son las minas y otros artefactos explosivos colocados en los caminos de las tropas internacionales. «Los "Lince" ya han sido contrastados en misiones tan exigentes en materia de seguridad y adaptación al terreno como Afganistán, con lo que llegan al Líbano con todas las garantías».
Hay que recordar que en junio de 2007, seis militares españoles perdieron la vida cuando el convoy de vehículos BMR en el que se desplazaban sufrió un atentado con bomba cuando patrullaban la zona sur del Líbano. Las tropas españolas se desplegaron en Líbano tras la guerra entre el grupo terrorista Hizbolá e Israel en el verano de 2006.
La zona en la que están destinados los soldados españoles se encuentra repleta de minas, bombas de racimo y artefactos sin desactivar después de la guerra. Precisamente desactivar esos artefactos es una de las misiones encomendadas a la misión de la ONU.
Los «Lince» se encuentran en la Base «Miguel de Cervantes» y la Unidad de Apoyo al Despliegue (UAD) se está encargando de su mantenimiento y puesta a punto hasta que lleguen los componentes de la Unidad Logística (ULOG) XVIII -formada por personal del Grupo Logístico X y de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 21- para hacerse cargo de ellos.
Fuente: ABC.es
Un piloto del Ejército del Aire español ha fallecido, encontrándose herido otro militar, como consecuencia del accidente del F-5(AE9-025), a las 9:47 horas de la mañana de hoy, en el que realizaban un vuelo de instrucción y que cayó al suelo en los alrededores de la Base Aérea de Talavera la Real, en Badajoz. Aparentemente el accidente se habría producido debido a un fallo en los motores que provocó que el avión perdiera altura y colisionara finalmente contra el suelo.
El fallecido es el comandante instructor del vuelo, Ángel Álvarez Raigada, casado y con dos hijos y quien ha resultado herido de gravedad el alférez alumno, Sergio Santamaría de Felipe, que ha sido trasladado al hospital Infanta Cristina de Badajoz. El accidente se ha producido en la maniobra de aterrizaje, Defensa investiga ya las causas del mismo y la razón por la que los militares no se eyectaron del F-5, lo que podría deberse a la falta material de tiempo para abandonar la aeronave.
El avión siniestrado tenía programado un vuelo de instrucción cuando ha sufrido una emergencia tras el despegue, con parada de motor izquierdo. Los pilotos han decidido regresar a la base declarando emergencia y en la maniobra de aproximación para el aterrizaje el avión se ha precipitado contra el suelo, junto a la cabecera de la pista. La Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) está determinando la causa exacta del accidente.
El Ejército del Aire ha perdido desde 1984, según recoge El Mundo de fuentes propias, dato que no hemos podido contrastar a estas horas, 12 aviones F-5, incluyendo el de hoy, en diferentes accidentes aéreos, con un balance de 14 pilotos muertos.
El avión de combate Northrop F-5 «Freedom Fighter» , biplaza, es utilizado por el Ejército del Aire para impartir la enseñanza de formación, tanto teórica como de vuelo (Fase de Caza y Ataque) a los alumnos del 5º Curso de la Academia General del Aire con formación básica de piloto y que ya han sido seleccionados para entrar en esta fase.
Considerado por el Ejército del Aire como un aparato óptimo para esta misión y con la más alta relación disponibilidad-costo de cuantos han pasado por la aviación española, se incorporó en 1970 al EA. Destinados en la entonces Ala número 21 (Morón de la Frontera), 464 Escuadrón (Gando) y antigua Escuela de Reactores, ahora Ala número 23 (Talavera la Real), los F-5 han llevado a cabo desde hace 40 años, un importante servicio en el Ejército del Aire, realizando misiones de enseñanza y tácticas.
El F-5 puede enorgullecerse de formar parte del historial de vuelo de todos y cada uno de los pilotos de caza del Ejército del Aire de hoy. Todos, desde comienzos de los años setenta, han pasado por Talavera y recibido con él las primeras enseñanzas de lo que es combatir desde el aire con un reactor.
Aeródromo de Talavera la Real (fuente Ejército del Aire)
En las proximidades de la actual Base Aérea, pero al otro lado del río Guadiana, existió una Escuela de pilotaje elemental desde 1937. La situación geográfica del campo de vuelo de Las Bardocas, que lo hacía muy vulnerable a las crecidas del río, obligó a la creación de un nuevo aeródromo con mejores condiciones.
Comprados en los años 40 los terrenos en las proximidades de Talavera la Real, la construcción de la actual Base Aérea comenzó en 1951, obras que avanzaban con un ritmo bastante pausado hasta que en el año 1953, ante la inminencia de la firma de los acuerdos de cooperación con EE.UU., reciben un impulso frenético debido a la llegada de los primeros aviones a reacción.
El 10 de diciembre de 1953 se creó la Escuela de Reactores, que se estableció en la "Base Aérea de Talavera la Real (Badajoz)". El primer curso comenzó en 1954 con los aviones que entraron en inicial por primera vez la tarde del 24 de marzo. Se trataba de los seis primeros T-33 (E-15), avión de dotación en la escuela con el que se realizaron casi 80.000 horas de vuelo en 49 cursos. El último vuelo de un T-33 en Talavera fue el 28 de mayo de 1973.
En 1958 se cierra el aeropuerto de Las Bardocas y se abre al tráfico civil, el 12 de septiembre, la Base Aérea de Talavera la Real. También en este año llegan los primeros F-86 Sabre (C.5). En 1959 se completa la dotación de 18 T-33 y 29 F-86. Los Sabre volaron en Talavera hasta el 16 de junio de 1969, realizando en este periodo 27.000 horas de vuelo y 32 cursos de transformación al avión. El Ju-52 estuvo operativo hasta el año 1968 y hubo diversos aviones de enlace que también ha tenido en dotación la unidad, como la I-115 y la Dornier.
En enero de 1965 se hizo pública la noticia de que se iban a fabricar en España 70 aviones del modelo F-5 A/B, lo que por una parte solucionaría el problema de la obsolescencia de los aviones de enseñanza en Talavera respecto a los de dotación en las unidades de caza, pero por otro demoraría la llegada del F-5 hasta el año 1970.
En abril de 1965 la Escuela de Reactores adopta una nueva orgánica, reuniendo en el 731 Escuadrón a todos los T-33 y en el 732 a todos los F-86. En el año 1968, tras la reorganización del Ejército del Aire, la Base Aérea de Talavera la Real pasa a depender de la 2ª Región Aérea.
El 12 de noviembre de 1970 llegaron a Talavera los tres primeros F-5B (CE.9), aviones que desde 1971 hasta la actualidad constituyen la dotación de la Unidad. Los 28 aviones se repartirían a partes iguales entre el 731 y 732 Escuadrones. En el año 1973 se iniciaron los trabajos para trasladar el TACAN a su actual ubicación dentro de la base.
En julio de 1978 se repara la pista, que tras 25 años en servicio no había sufrido ninguna mejora. El 16 de marzo de 1979 se celebraron los actos del 25 Aniversario de la Unidad, siendo presididos por S.M. el Rey, con gran participación de personas, unidades e instituciones. En el desfile aéreo participaron todos los aviones de caza del Ejército del Aire.
En julio de 1986 la Escuela pasa a depender del MATAC. El 24 de marzo de 1987 la escuela cambia su denominación por la de Ala 23 de Instrucción de Caza y Ataque, pasando los escuadrones a denominarse 231 y 232. Entre mayo y septiembre del año 1987 la pista de aterrizaje volvió a sufrir un proceso de recrecido y mejora.
En 1993, concretamente el día 24 de febrero, llega a Talavera el último de los F-5 del Ala 21, en un proceso por el cual toda la flora de este tipo (A/B/R) se concentra en Talavera. En el año 1997 se mejoran las instalaciones de la torre de control.
En el año 2003 se cumplieron los 50 años de la Base, pero un desgraciado accidente durante un ensayo del avión exhibidor hizo que se cancelaran los actos previstos para su celebración. No obstante, se editó el libro de Luis Soriano Guerry titulado "Base Aérea de Talavera la Real (Badajoz) 1953-2003", donde se puede encontrar información detallada de la historia de la Base Aérea.
Mientras tanto el Ala 23 sigue volando desde Talavera los F-5, que ya han sufrido tres procesos distintos y solapados de modernización, aunque ya sólo quedan en vuelo aviones biplaza, y continúa el flujo constante de oficiales del Ejército del Aire que año tras año adquieren en esta base su especialidad fundamental.
Fotografías: Northrop F-5 del Ala 23
Fuente: Defensa.com
MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un total de 59 militares españoles en operaciones en el exterior han enviado su voto por correo para participar en las elecciones a la Xunta de Galicia y al Parlamento Vasco que se celebrarán este domingo, según ha informado Defensa en un comunicado.
En el momento de la convocatoria de las elecciones se encontraban desplegados fuera del territorio nacional 3.409 militares y, entre ellos, 61 manifestaron su deseo de votar por correo. El Ministerio de Defensa trasladó los votos a España para su depósito en correos el día 18 de octubre.
El mayor número de solicitudes corresponde a la fragata 'Almirante Juan de Borbón (F-102)', con base en El Ferrol, que se encuentra en aguas del Mediterráneo participando en la operación de la OTAN Active Endeavour, y a militares desplegados en Afganistán en las bases de Kabul, Herat, Qala e Naw y Muqur.
El Ministerio de Defensa recogió la documentación electoral, elaborada por las delegaciones provinciales de la Oficina del Censo Electoral en las cuatro provincias gallegas y las tres del País Vasco, y la puso a disposición de los interesados, a través de los organismos responsables del Estado Mayor de la Defensa, de los Ejércitos y de la Armada.
Según Defensa, el actual despliegue de las fuerzas es "casi idéntico" al existente durante las elecciones autonómicas del 25 de marzo pasado, por lo que el esfuerzo logístico necesario para el traslado de la documentación electoral ha sido similar al realizado en aquel momento.
Foto: ABC.es
Artículo publicado en "ElMundo.es" el 19/10/2012
La llamada telefónica "siempre es lo mejor del día". Lo es para el militar que está cumpliendo una misión en el exterior y lo es para su familia, que aguarda un ring a miles de kilómetros. Mil soldados de la Brigada de Infantería Ligera (Brilat) asumirán a partir de la próxima semana la misión española en Afganistán. Serán el contingente que permanezca en zona más tiempo, seis meses, y el que asuma el reto de empezar el repliegue de la Fuerza española del país asiático. Pero, sobre todo, será medio año en el que los desplegados y los que le esperan en casa exprimirán hasta el último segundo los 15 minutos de teléfono y 30 de Internet que tienen asignados cada día.
El coronel Fernando González García-Valerio estará a cargo del contingente, será el jefe de todos ellos y, al mismo tiempo, seguirá siendo el marido, el padre de una hija de 22 años y gemelos de 17 que cada día, o cuando las responsabilidades se lo permitan, esperará el momento de establecer ese contacto. Le servirá para transmitir a los suyos "un mensaje de tranquilidad", y, ante todo, "soy yo el que demanda más información, el que quiero hablar con todos".
Ese contacto telefónico y electrónico es pieza clave en el kit de supervivencia de soldados y familias durante los seis meses de misión.
A los soldados les permite desconectar de la tensión a la que están sometidos en días de "trabajo intenso" y a los familiares escuchar la voz de quien durante ese tiempo suele constituir la mayor fuente de preocupación, y más en días en los que algún incidente ocurrido en el país los sitúan en foco de interés de los medios de comunicación.
Para el coronel García-Valerio, en el caso de los soldados ese kit de supervivencia tiene su pieza clave en la preparación de las Fuerzas Armadas españolas y, en particular, de los seis últimos meses de "instrucción intensa".
Le permiten irse a zona de operaciones "con absolutamente buenas vibraciones" porque lleva un contingente preparado "en un grado que militarmente definimos como óptimo" y que "tiene un buen equilibrio entre la experiencia" del 35% de la Fuerza que ya ha estado en Afganistán y "la ilusión que tiene la gente nueva".
En el caso de los familiares, el kit tiene tres elementos básicos: "saber que vamos a estar en contacto con ellos" (la ansiada llamada), "estar arropados por sus familiares y amigos" y "el lazo entre las familias militares de la misma unidad porque todas viven lo mismo" y se comprenden mutuamente.
"Es más duro para las familias que para nosotros", señala desde el acuartelamiento de Cabo Noval (Siero-Asturias) en el que está concentrado parte del contingente en estos días. En la misma conversación reconoce que la misión "será dura", no sólo "por el riesgo que entraña, que no tenemos por qué negarlo", sino porque "tiene esa parte de separación de la familia".
Esa debilidad que puede generar en determinados momentos estar a miles de kilómetros de casa se suple "con compañerismo". El cabo Benito López Yerpes lo sabe bien. Es su segunda misión en Afganistán y en la anterior ya descubrió que sus compañeros son "como otra familia, tienes a la tuya x kilómetros y luego a la de aquí".
A esta segunda incursión en suelo afgano va "con más tranquilidad y ánimo porque sé lo que me voy a encontrar", pero con mayor peso por lo que deja en España. Ahora está casado y su mujer está embarazada.
Vivirá la gestación desde la distancia y cuando llegue el fin del despliegue tendrá aún más ganas de regresar que sus compañeros, pues "dará a luz en mayo", al poco tiempo de su regreso.
Esta separación del núcleo familiar no la vivirá de forma tan intensa la sargento Natalia Cereijo Torres. Es su primera misión y la ve "como algo más duro para mi familia que para mí", en especial para sus padres que "lo llevan un poco peor".
Ella la ve como una misión que "a nivel profesional me va a aportar mucho" y tiene el apoyo de que su marido, con el que se casó hace apenas dos meses, también es militar y se desplaza a Afganistán en este relevo. Eso sí, estarán separados, ella en la base de la Fuerza Española en Qala i Naw y él en un puesto de combate avanzado, y desconoce "cuánto nos podremos ver". Los dos se llevan el ordenador "para estar conectados".
El capitán José Alberto Sánchez Romero tampoco se olvidará del ordenador en su petate. Será su tercera misión exterior y la ansía porque "a nivel profesional es una oportunidad única, en territorio nacional siempre te estás preparando y allí puedes ponerlo en práctica", pero "es la primera misión" para su pareja.
Mientras comparten un café en el cuartel de Cabo Noval, el soldado Miguel Ángel Sanmiguel Martín y el capitán Romero trasladan a sus compañeros cómo será uno de los momentos que se espera más intenso en la misión, pasar la Navidad y el Año Nuevo fuera de casa. Ambos tienen experiencia, lo vivieron en la misión de la Brilat 2010-2011.
Al soldado Miguel Ángel Sanmiguel Martín la Navidad de 2010 "no se me va a olvidar en la vida". En Nochebuena recibió por sorpresa un álbum de fotos de sus amigos con una frase personalizada de cada uno al que "di un valor especial" y en Nochevieja tomó uvas congeladas en un puesto de combate avanzado. En Afganistán el invierno deja varios grados bajo cero, en especial en la provincia de Badghis en la que está desplegada España, y la nieve es un fenómeno meteorológico diario.
El capitán Romero tuvo aquella Navidad dos experiencias muy diferentes. Vivió la Nochebuena en un puesto de combate avanzado en el que el ingenio les permitió simular lo máximo posible el elemento más característico de estas fechas en su casa, la gastronomía: Un comandante médico del destacamento que cocina muy bien preparó una caldereta de bacalao".
No tener regalos debajo del árbol será otra de las vivencias que afrontan, pero lo suplirán con los paquetes que pueden enviarles desde España y que llegan a Afganistán una vez a la semana. "Yo siempre le pido embutidos y cuando llega el paquete de casa se le da mucho valor", explica el soldado Sanmiguel.
"A veces se juntan los de todos los compañeros y se hace una pinchada", relata el cabo Yerpes y confiesa que en muchas ocasiones tan especial es el jamón ibérico que puedan enviarle (imposible de conseguir en un país musulmán como el que tienen de destino) como una "pequeña nota" que le cuelen dentro. El soldado Sanmiguel confiesa que "echo mucho más en falta a la gente cuando recibo un regalo, está bien saber que te tienen en la mente porque con todo el mundo no puedes hablar a diario".