Estos cursos están orientados a facilitar la reinserción en el mercado temporal de aquellos militares con compromisos temporales próximos a finalizar, para que estos encuentren una salida laboral en el ámbito civil.
Un curso que nunca se celebró
La denuncia partió de un soldado destinado en la base de Torrejón, donde estaba prevista la realización de dos cursos: uno de maquetaciónweb y otro de ‘administración y diseño de redes departamentales’, tal y como figura en el Boletín Oficial del Estado.
El importe de estos cursos asciende a 20.000 euros, más un fondo adicional –unos 4.000 euros- destinado a la compra de material para los alumnos participantes. Uno de los cursos, el de redes departamentales, nunca se llegó a realizar.
Tras ponerse esta situación en conocimiento de los inspectores de la DIGEREM, se procedió a comprobar el destino del dinero destinado al curso. Se encontraron facturas selladas por una librería, proveedor habitual de la base, en la que constaba la compra de material.
Jamones, vinos y portátiles
Sin embargo, según ha sabido El Confidencial Digital, conforme la investigación avanzaba han ido aumentando las sospechas. Una de las líneas que revisan actualmente los inspectores es que el dinero destinado a los cursos de formación se gastó en la compra de jamones de pata negra,botellas de vino y ordenadores portátiles para varios oficiales de la base, que están siendo investigados.
Estas compras se realizaron a través de la librería arriba citada, aunque los productos han sido presuntamente camuflados en las facturas como material escolar diverso. Se estima que el gasto en estas partidas asciende a los 5.000 euros –ya que, además, se han superado por mil euros el importe gastado del fondo para material que ofrece Educación, unos 4.000 euros-.
Aparte de esta cantidad están los 20.000 euros destinados a la contratación de profesores, que han “desaparecido” según fuentes de la investigación a las que ha tenido acceso este confidencial.
Reacción: anular los cursos de 2014
Tal y como ha sabido ECD de fuentes militares destinadas en la base de Torrejón, la reacción a esta investigación ha sido suspender hasta nueva orden todos los cursos previstos para 2014.
Una decisión que ha sido recibida con malestar por parte de los militares, que aseguran que se trata de un derecho reconocido en la ley de Tropa y Marinería 8/2006. La medida afecta a los 3.000 soldados destinados en la base aérea madrileña.