Una de las piezas claves del desarrollo y la posterior aplicación de la Directiva de Defensa Nacional (DDN), aprobada por el presidente del Gobierno en julio de 2012, consiste en la profunda reorganización de las unidades más importantes en las que se estructura el ET, las brigadas, que al final del proceso pasarán a convertirse en BOP. A fin de indagar en el planeamiento y cómo se ha de realizar este proceso, hemos contactado con la División de Planes (DIVPLA) del Estado Mayor del ET, que es donde se gesta cómo deben de ser las futuras BOP. Esta División está realizando un complejo y difícil trabajo, que contempla qué capacidades deben de tener esas unidades para hacer frente a su participación en zonas donde se desarrollan conflictos asimétricos, aunque sin descuidar la capacidad para afrontar los convencionales.
Igualmente, se tienen en cuenta los ámbitos de actuación requeridos, ya sea en el marco de operaciones conjuntas de la OTAN, como las desarrolladas en Afganistán o si se ha de actuar en solitario en un hipotético conflicto, en el cual nuestros aliados nos den la espalda. Recordemos que la larga experiencia acumulada por el ET en los sucesivos despliegues en la antigua Yugoslavia, Afganistán, el Líbano… ha llevado a crear una doctrina de actuación, que se quiere aplicar a las futuras BOP. Pero el plan que llevará a su creación no es fijo, sino que contempla cómo deberá evolucionar el diseño, según las necesidades operativas que vayan surgiendo y, sobre todo, adaptándose a los medios materiales disponibles, en una época de continuos recortes presupuestarios.
Así, en referencia a cómo se empezó a plantear la necesidad de crear o transformar las actuales brigadas en las futuras BOP, uno de los responsables de la DIVPLA nos refiere: Es una constante en los documentos estratégicos, tanto de España como en los demás países de nuestro entorno, la referencia a la complejidad e incertidumbre que los futuros escenarios operativos nos traerá. En estos escenarios, la necesidad de desplegar fuerzas terrestres, en mayor o menor grado, será un factor común. Y, dado el carácter cambiante y altamente demandante de dichos escenarios, las fuerzas terrestres deberán ser capaces de adaptarse con gran rapidez y flexibilidad, para poder actuar en todo el espectro del conflicto. La polivalencia surge como respuesta a estos escenarios cambiantes, en los que se precisará que, tanto las unidades como la estructura de la Fuerza del ET en su conjunto, puedan adecuar de forma rápida y eficaz sus capacidades de combate a las necesidades del futuro entorno operativo. No busca una reducción de personal, que ya acometió nuestro Ejército y en el que sí están implicados ahora otros ejércitos. La BOP constituye el elemento sobre el que pivotará la nueva estructura de la Fuerza de nuestro Ejército.
Si revisamos los desgraciadamente numerosos conflictos del Siglo XXI, han dejado claro la necesidad final de situar tropas terrestres en el escenario de crisis, a fin de estabilizar la situación y propiciar la creación de gobiernos democráticos, auspiciados por la ONU, la OTAN y otras alianzas con los países de nuestra órbita. El Gobierno español tiene la obligación de participar activamente en estas misiones, ya que es básico para mantener una posición internacional creíble, por lo que requiere fuerzas disponibles con el menor tiempo de reacción para hacer frente a estos compromisos, tal y como ocurrió en Afganistán, Irak, Líbano y, más recientemente, en Mali.
Otra de las claves es que para estas intervenciones se necesitan unas fuerzas muy flexibles y heterogéneas, que posibiliten una eficaz presencia sobre el terreno a lo largo de muchos años. Es este sentido, la experiencia acumulada por el ET en Afganistán está siendo muy importante. Entre las lecciones aprendidas, sobre todo en la recientemente finalizada presencia en la provincia afgana de Badghis, es que las sucesivas fuerzas desplegadas deben tener una estructura similar, obviamente flexible ante los posibles cambios producidos en el escenario. Los continuos relevos producidos en Afganistán han demostrado que las sucesivas unidades que han ido asumiendo la continuación de la misión deben tener una organización similar y unas capacidades comunes, para poder llevar a cabo de una manera fácil y eficaz los sucesivos relevos.
Un complejo proceso
Una reorganización de este gran calado obliga a un largo trabajo de la DIVPLA. Así, desde ésta nos comentan acerca de cómo se ha planificando este proceso: La transformación de la Fuerza se está abordando bajo la premisa de la adaptabilidad, con el dinamismo suficiente que permita la constante evaluación y reajuste del proceso. La situación económica actual y sus previsiones para los próximos años plantean un escenario muy restrictivo, que obliga, más que nunca, a dar un enfoque realista al proceso global de transformación, buscando el menor coste posible y aprovechando los actuales medios y materiales del ET.
Respecto a las capacidades que tendrán, nos refieren: La nueva BOP se configura como un modelo de brigada con capacidades medias, aunque especialmente apta para el segmento central del espectro del conflicto, y que combina disponibilidad, adaptabilidad y capacidad de proyección. La BOP Ideal, definida como modelo teórico de referencia que sirva de guía a la transformación, dispondrá de unidades de maniobra acorazadas sobre VCI (Vehículo de Combate de Infantería) 8x8, aerotransportables y de reconocimiento, así como de los elementos de apoyo al combate (de fuego, defensa antiaérea, ingenieros…) y logístico, junto con los facilitadores o capacitadores necesarios: Operaciones Psicológicas (PSYOPS), Cooperación Cívico-Militar (CIMIC), Protección Nuclear, Biológica y Química (NBQ), Guerra Electrónica/Electronic Warfare (EW)…
En este punto se ha de tener en cuenta que este ambicioso programa se asume en un periodo muy difícil en lo que en materia de presupuestos se refiere. Así, para 2014 vuelve a descender el presupuesto de Defensa, por séptimo año consecutivo, con lo que la bajada acumulada del gasto se sitúa por encima del 30 por ciento. Una situación que la DIVPLA tiene muy clara, pero que no es óbice para que de la forma más eficaz posible se pueda acometer la transformación con los actuales recursos (personal y material) existentes.
Así, teniendo en cuenta estas premisas, nos comentan qué estructura tendrán las nuevas BOP: Teniendo en cuenta la estructura orgánica actual, con las existencias de personal, material, infraestructuras, etc., así como las posibilidades reales de adquisición de materiales en los próximos años, se ha diseñado una BOP “Viable”, que, tomando como referencia el modelo “Ideal”, constituye un objetivo realista para alcanzar a medio-largo plazo. Para esta BOP “Viable” se han definido dos modelos, que se diferencian en el número y tipo de batallones de maniobra: un modelo con cuatro unidades de maniobra; y otro con cinco y que se diferencia del anterior en que dispone de un batallón de carros adicional, que le da su carácter resolutivo. Aparte de ello, estarán dotadas de las unidades de apoyo al combate y logísticas necesarias, así como de los facilitadores o capacitadores precisos, ya comentados.
En este punto hay que recordar que al hablar de carros de combate se refiere a la moderna fuerza de Leopardo 2E, la variante española del modelo germano 2A6. Actualmente el ET tiene 219 de estos blindados, más 16 de la variante de recuperación y 4 de escuela, por lo que, en lo que respecta a este material, la necesidad estaría cubierta. Son un excelente medio de defensa o de carácter resolutivo, como refiere la DIVPLA, que, aunque diseñado para hacer frente a la amenaza de la guerra fría, está demostrando ser extremadamente eficaz para afrontar conflictos asimétricos. El principal ejemplo se vio en Afganistán, donde las fuerzas de la ISAF (International Safery Assistance Force) entraron inicialmente en zona de operaciones sin llevar blindados.
Desgraciadamente, pronto se dieron cuenta del excelente papel que podían dar los carros en operaciones contra la creciente actividad de la insurgencia, sobre todo en misiones como las de protección de los convoyes. La presencia de carros de combate en una columna es fuertemente disuasoria, ya que los insurgentes, terroristas y señores de la guerra que atacan a la ISAF saben que un impacto de un proyectil de 120 mm. de tipo canister, que dispara el cañón Rheinmetall del Leopardo, es devastador. Igualmente, la capacidad de reacción in situ del carro de combate es mucho más rápida que la de los aviones o helicópteros, que deben de ser requeridos y llegar, además de fijar el blanco, los equipos TACP antes de recibir el apoyo de fuego requerido.
Así, progresivamente, a mitad de la anterior década, Dinamarca, y Holanda fueron desplegando en el escenario afgano sus Leopardo 2 con excelentes resultados y en 2007 los canadienses, que habían casi perdido el control de la provincia de Hellmand, que estaba bajo su responsabilidad. Esta situación obligó al Gobierno de Ottawa a adquirir, con mucha urgencia, un total de 120 Leopardo 2 procedentes de los excedentes de los ejércitos de Holanda (100) y Alemania (20). Rápidamente se trasladó parte de este material a Afganistán y con él los canadienses lograron dar la vuelta a la situación. En el caso español, ni el anterior Gobierno, que negaba la existencia de la citada guerra, ni el actual, ya en plena crisis económica, se planteó trasladar este material al escenario afgano, lo que hubiera sido una gran experiencia. Lo que sí queda claro en el planteamiento de la DIVPLA es que los miembros del ET han realizado un pormenorizado estudio de las capacidades que otorgan los carros de combate, por lo que su papel en las futuras BOP será muy importante.
Estándares previstos
Actualmente el ET tiene un total de ocho Brigadas, y dos fuerzas con esta estructura, las Comandancias de Ceuta y Melilla, cada una de las cuales tiene asignada un Regimiento de Caballería dotado con carros de combate. Cuatro de las citadas brigadas (las de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno y Extremadura, la de Infantería Acorazada Guadarrama y la de Caballería Castillejos), integradas en las Fuerzas Pesadas, alinean blindados y VCI Pizarro, también dotados de cadenas. Respecto a las otras cuatro, que están en la estructura de las Fuerzas Ligeras (las de Infantería Ligera Paracaidista (BRIPAC), San Marcial y Galicia, además de la de la Legión), solo cuentan con vehículos blindados de ruedas, sobre todo de transporte de personal.
En este punto preguntamos a la DIVPLA cómo se transformarán las citadas unidades a los estándares previstos para las BOP: Para llevar a cabo la transformación, se ha diseñado un proceso en el que se ha definido a corto-medio plazo un objetivo, denominado BOP Viable de Transición, como paso intermedio que permitirá alcanzar, a partir de él, la estructura de BOP. La BOP “Viable de Transición” se basará en dos modelos (“ruedas” y “cadenas”), precursores de los dos modelos de la BOP “Viable”, en los que se agruparán los principales materiales de nuestro ET por familias de ruedas o cadenas, de forma que se facilite su mantenimiento y se aprovechen las infraestructuras existentes.
Para llevar a cabo el referido proceso, el ET deberá realizar importantes cambios en su estructura. Así, la DP nos refiere: Las actuales diez estructuras tipo brigada del ET se transformarán, inicialmente, en ocho BOP “Viable de Transición”, cuatro de ellas del modelo “ruedas” y otras cuatro del modelo “cadenas”. De ellas, siete quedarán desplegadas en territorio peninsular, y la octava en el archipiélago canario. En esta última afirmación se confirma que, de acuerdo con el Plan Visión 2025, el ET será el más perjudicado, ya que suprimirán en total unos 10.000 efectivos de aquí a la fecha citada, teniendo en cuenta, además, que desde 2010 ha perdido ya más de 8.000 soldados.
Desgraciadamente sólo caben dos opciones: aplicar el Plan y la drástica reducción de personal o subir los presupuestos de Defensa, pero lo que no es viable es destinar el 75 por ciento a gasto de personal. El grave problema se genera básicamente por la paupérrima cifra que el Ejecutivo destina a esa cartera, mientras que el gasto público no deja de crecer para mantener la sobredimensionada, y muchas veces redundante, administración pública (estatal, autonómica y local) española.
Un material fundamental, el futuro VCI 8x8
Respecto al nuevo material que necesitará el ET para crear las BOP del modelo Ideal, la DP de planes nos refiere: El futuro VCI 8x8 será el vehículo clave que permita dotar a las futuras BOP. Proporcionará a sus unidades la potencia de fuego, movilidad, protección y proyectabilidad necesarias para todo tipo de escenarios. Está previsto que existan diferentes variantes sobre la misma plataforma (infantería, caballería, etc.). La adquisición del vehículo 8x8 constituye, actualmente, la primera prioridad del ET, aunque la BOP “Viable de Transición” se constituirá con los materiales actualmente de dotación en nuestro ET.
Como ya se ha comentado, la DIVPLA de planes es muy consciente de la actual situación económica que tanto afecta a los presupuestos de Defensa, por lo que se tiene claro que los dos tipos de BOP no se alcanzarán de la noche a la mañana. Así, se procederá previamente a crear dos modelos de transición: la BOP Medio-Ruedas y la BOP Medio-Cadenas. En las primeras, los futuros batallones 8x8 estarán equipados con los medios actualmente disponibles: la veterana y prolífica familia de los Blindado Medio Ruedas (BMR), el Vehículo de Alta Movilidad Táctico (VAMTAC) de Uro, el Iveco Lince, el RG-31, etc.
En lo que respecta a las de Medio-Cadenas, se dotarán con los vehículos de cadena existentes actualmente en el inventario: el relativamente moderno VCI Pizarro, las diferentes variantes del veterano TOA (Transporte Oruga Acorazado) M-113, el obús autopropulsado M-109 y el citado Leopardo 2. Como se ve, la implantación de este modelo supondrá una adecuación de los recursos del ET, en consonancia con el escenario económico previsible a medio-largo plazo y compatible con el mantenimiento de las capacidades militares que el Ejército aporta a las FAS.
Desgraciadamente, a pesar de las continuas peticiones del ET acerca de que el programa 8x8 es su principal prioridad, de momento su adquisición está pospuesta, en el mejor de los casos, hasta 2015. Los presupuestos de Defensa de 2014 no destinan ninguna partida para adquirirlos y es poco probable que en el previsible crédito especial se destine alguna cantidad al sistema, cuando la deuda acumulada de los programas en marcha sube a una cifra cercana a los 30.000 millones. Al menos oficialmente, no se ha tomado la decisión de cuál de los candidatos propuestos será el futuro vehículo 8x8.
En todo caso, la empresa que fuese elegida deberá proporcionar al ET en primera instancia, además de la referida versión básica VCI, la de VCPC (Vehículo de Combate y Puesto de Mando) y la de VEC (Vehículo de Exploración de Caballería). Posteriormente se debería de desarrollar toda la familia de especialidades, tal y como se hizo con los BMR, que constaría de 8x8 de las versiones portamorteros, cazacarros, recuperación, ambulancia, zapadores, etc. También es posible que se ponga en marcha algún plan para modernizar, al menos parcialmente, los medios blindados actuales: M-113, BMR y VAMTAC.
Según cálculos de Expal, el ET necesitará entre 240 y 320 carros de combate, de 2.000 a 2.500 vehículos 8x8 y de 2.400 a 3.200 vehículos con diferentes capacidades, como mínimo, para cubrir las necesidades de las ocho citadas BOP en las que va a convertir su estructura actual. Esta afirmación va acompañada de la presentación de la propuesta para llevar a cabo la modernización de parte de la flota de los TOA M-113, con la que se alargaría su vida operacional al menos 10 años más.
Plazos y nuevas capacidades
La transformación que sufrirá el ET con la puesta en marcha de las BOP será radical, en el mejor sentido del término, aunque su decidida puesta en marcha se produce en una época muy difícil económicamente hablando. Por esa razón, la DIVPLA no puede, ni debe, poder fijar plazos concretos. Así, ante la pregunta de qué plazos se manejan para llevar a cabo la transformación, su respuesta fue: Teniendo en cuenta la incertidumbre del entorno actual, así como la rapidez con que se producen los cambios, la transformación se configura como un proceso dinámico, que exige una continua evaluación y reajuste para adaptarse a las variaciones que se produzcan.
De esta forma, los horizontes temporales asignados a los hitos definidos (corto-medio plazo para la BOP “Viable de Transición” y medio-largo para la BOP “Viable”) son referencias tentativas que serán adaptadas y ajustadas a lo largo del proceso.
También preguntamos a la DIVPLA cómo mejorarán las capacidades del ET cuando estén listas las BOP: La nueva estructura de Fuerza del ET basada en las BOP tendrá la agilidad, polivalencia, flexibilidad, proyectabilidad y capacidad resolutiva que permita al ET dar una respuesta útil y eficaz a los cometidos que se le asignen. La creación de las BOP supone pasar de un modelo como el actual, formado por brigadas especializadas (montaña, mecanizada, paracaidista,…), a uno basado en otras con capacidades medias, de orgánica más flexible y adaptable. Para que el ET pueda ser capaz de generar, en todo momento, las capacidades derivadas de las misiones que tiene actualmente asignadas, en coordinación con los necesarios ciclos de adiestramiento y mantenimiento de las unidades, se precisa disponer de ocho BOP, de modo que se asegure un adecuado ciclo de disponibilidad. Adicionalmente, la estructura basada en las BOP permitirá aumentar las posibilidades de contar con las capacidades adecuadas en el menor tiempo posible para hacer frente a situaciones inesperadas.
Incidiendo más en las operaciones internacionales, que para el gran público es la labor más importante efectuada por el ET en los últimos años, la DIVPLA nos expone las ventajas que dará a la institución la posibilidad de contar con las BOP en estas misiones: En lo relativo a las operaciones en el exterior, la estructura basada en las BOP permitirá establecer una rotación secuencial de las brigadas del ET, contando en cada momento con un “pool” de fuerzas equilibradas y homogéneas que facilite los procesos de adiestramiento y generación de los distintos contingentes. De esta forma, el ET podrá disponer de las capacidades necesarias para generar las estructuras operativas ad hoc que en cada momento precise.
La Brigada se está convirtiendo en la unidad básica de actuación en los ejércitos modernos, cuestión que se detalló con gran precisión en los números 409 y 410 de FDS. En este punto se debe recordar la excelente flexibilidad que tiene el personal que compone las citadas brigadas para adaptarse rápidamente a los cambios de material y asumir las nuevas capacidades que eso conlleva. Dos claros ejemplos: a principios de los años noventa, la BRIPAC se adaptó de una manera muy eficaz a la utilización de los BMR, que usó con plena eficacia, primero en Bosnia-Herzegovina y, posteriormente, en Kosovo, Afganistán y Líbano. Este excelente trabajo llevó a que, en 2008, al introducir en el ET el MLV Iveco Lince, ésta fuese la unidad de referencia para la recepción del vehículo, que incluyó la puesta en marcha de los cursos de conducción y mantenimiento de este 4x4 de fabricación italiana.
De igual forma, ya en la presente década, la Brigada de Infantería Ligera San Marcial pasó de emplear los carros de combate M-60 a utilizar material de ruedas. La progresiva asunción de las capacidades comunes que tendrán todas las BOP no conllevará perder las propias de unidades de élite, como en el caso de la citada BRIPAC, que seguirá manteniendo la capacidad de inserción/despliegue rápido mediante lanzamiento en paracaídas. Obviamente, la creación de las BOP está muy en línea con reorganizaciones similares que realizan nuestros aliados de la OTAN y otras naciones con ejércitos de corte occidental.
Preguntamos a la DIVPLA qué referencias de otros ejércitos extranjeros se están teniendo en cuenta a la hora de plantear la creación de las BOP: Para llevar a cabo la transformación se han analizado los procesos en curso en los ejércitos de los principales países de nuestro entorno. La conclusión es que no existe un modelo único, y en cada caso la solución adoptada es el resultado de conjugar la política nacional de empleo de las respectivas Fuerzas Armadas con su estado en el momento de iniciar la transición y con sus posibilidades de adquisición de materiales en el futuro.
En los países de referencia, la brigada se consolida como la unidad fundamental de empleo, con la constitución en varios países de brigadas multipropósito, dotadas de una mayor flexibilidad, que les permite adaptarse a distintos escenarios. El ET ha sido el único que, de 2008 a 2011, suprimió 22.500 puestos de trabajo, cuando los demás no habían empezado a reducir. En cuanto a los vehículos de combate, la mayor parte de los países conjugan la capacidad de combate decisivo, mediante carros de combate, con capacidades medias sobre VCI 8x8 y de rápida proyección o entrada inicial sobre vehículos ligeros.
Adaptándose a la DDN
En suma, la creación de las BOP tiene como objetivo un modelo de fuerzas terrestres realista y sostenible, dirigido a optimizar las capacidades operativas, teniendo en cuenta el panorama estratégico planteado por la actual DDN. La Directiva apunta, fundamentalmente, a la amenaza que generaría un escenario incierto de amenaza híbrida, combinación de conflicto convencional con confrontación de carácter asimétrico. Igualmente, se contempla la posibilidad de afrontar una amenaza que vendría representada por la defensa del territorio nacional, frente a las que no son comunes a las de nuestros socios y aliados de la OTAN. Una situación que tendría dos nombres propios, Ceuta y Melilla.
De igual manera, la Directiva del JEME tiene en cuenta los proyectos gubernamentales con respecto a las FAS (Fuerzas Armadas): el aseguramiento de una España fuerte, con la influencia necesaria en el contexto internacional y el mantenimiento de una capacidad de disuasión creíble y suficiente que evite la materialización de amenazas en nuestro entorno geográfico. Este buen deseo, además de la citada reorganización, necesita de una subida de los presupuestos de Defensa que lo hagan posible y que pasan necesariamente por la puesta en marcha, en el caso del ET, al menos, del programa de adquisición del VCI 8x8.
El ET resume las ventajas de la puesta en marcha de la referida Directiva 08/12 y la creación de las BOP: Se busca ofrecer una respuesta rápida y eficaz al empleo de las fuerzas terrestres por parte del Gobierno, lo que exigirá una organización adaptable y flexible, cuya característica fundamental será la polivalencia. Ésta supondrá una evolución en todos los órdenes: materiales e infraestructuras, mentalidad del personal y de la doctrina de empleo, organización y preparación para el combate.
La materialización de esta polivalencia vendrá de la mano de una Fuerza con un conjunto de capacidades que puedan dar respuesta a las exigencias operativas en todo el espectro del conflicto; contar con cuarteles generales de entidad superior a brigada, con capacidad para asumir el mando y control de cualquier tipo de fuerzas y operaciones a su nivel; transformar las actuales brigadas en BOP; y disponer de unas pequeñas unidades tácticas y logísticas especializadas en una función operativa, pero aptas para asumir otros cometidos.