La Sentencia de 26 de abril de 2018 del Tribunal Supremo, declaró la nulidad del Real Decreto 641/2016, de 9 de diciembre, por el que se modifica el Reglamento General de la Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, aprobado por el Real Decreto 1726/2007, de 21 de diciembre1.
El Real Decreto 641/2016, de 9 de diciembre2, recogía el acuerdo del Pleno del Consejo de Personal, de fecha 24 de marzo de 2015, -producto de una propuesta de ASFASPRO- de incluir a un representante de las asociaciones profesionales de miembros de las Fuerzas Armadas con representación en el Consejo de Personal en la Junta de Gobierno del ISFAS. Tras su anulación este representante desapareció, volviendo a la situación anterior.
La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas ha presentado una propuesta al Consejo de Personal para que los oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas puedan ascender a guardia o policía rasos.
La Ley 8/2006, de 24 de abril, de Tropa y Marinería reserva para este colectivo entre un 40% y 50% de las plazas en la Escala de Cabos y Guardias y un máximo del 20% de las plazas en la Escala Básica de la Policía Nacional. La propuesta de ASFASPRO pide que se amplíe el cupo a oficiales y suboficiales.
Esta propuesta supondría acceder a una categoría laboral inferior para los suboficiales y oficiales de las Fuerzas Armadas pero, sin embargo, el ingreso en estos cuerpos se convierte en una salida profesional muy adecuada para los mismos tras el último incremento salarial alcanzado por la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Este Día de las Fuerzas Armadas será recordado durante mucho tiempo por las tristes circunstancias en que lo celebramos, saliendo de una crisis sanitaria de alcance mundial. Una crisis en cuya solución los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas hemos jugado un papel importante desde el primer momento, codo con codo con otros colectivos profesionales. En estos aciagos momentos queremos tener un sentido recuerdo para aquellos compañeros y para aquellos compatriotas a quienes se ha llevado la enfermedad. Un fuerte abrazo para sus familiares, a cuyo lado estamos compartiendo su dolor.
La crisis del COVID-19 ha permitido que la sociedad española haya visto a los miembros de los tres ejércitos y la Unidad Militar de Emergencias desarrollando mil tareas necesarias por todos los rincones de la geografía nacional: equipos de descontaminación NBQ en residencias de mayores, aeropuertos y en todo tipo de instalaciones; unidades habilitando hospitales de campaña desde IFEMA a Sabadell; unidades logísticas realizando transportes por tierra y por aire, de equipos de protección y de cadáveres; un barco hospital apoyando a Melilla; patrullas en las fronteras y controlando las calles; el centro de farmacia elaborando fármacos…
La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas, ASFASPRO, observa con estupefacción cómo se dispara la brecha retributiva que los separa de las FCSE, tras el anuncio del ministro Marlaska.
La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas denuncia el doble rasero con que se trata al personal que ha dedicado sus esfuerzos a solucionar la crisis sanitaria provocada por el COVID-191.
El presidente del Gobierno y algunos de sus ministros han afirmado que “nadie va a quedar tirado” o “nadie va a quedar atrás” tras esta crisis. Se acaba de aprobar 247 millones de euros para mejorar las nóminas de las FCSE, se trata del tercer aumento que reciben con el que verán aumentadas sus retribuciones en un 20% cumpliendo el acuerdo de 2018. Mientras tanto los militares siguen mal pagados, olvidados, ninguneados e ignorados por el Ministerio de Defensa y por el propio Gobierno de la Nación y sólo se les dedican muchas palabras de agradecimiento.
NOTA DE PRENSA
ASFASPRO, AUME y ATME solicitan un nuevo pleno extraordinario del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas para debatir las medidas de implementación del Plan para la transición hacia una nueva normalidad
El Ministerio ha ninguneado el necesario Dialogo Social con los representantes legítimos de los militares.
A lo largo de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, las medidas tomadas con relación a las condiciones de trabajo del personal militar, cuyo ámbito natural de interlocución debería ser el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, han sido tomadas por el Ministerio de Defensa de manera unilateral, obviando en ocasiones incluso su comunicación a los integrantes del Consejo.
Tenía que ser la dichosa Ley de la Carrera Militar
Llevamos trece años desde la infausta aplicación de la Ley de la Carrera Militar (LCM), aquella que pretendía modernizar los ejércitos y su enseñanza. Y decimos “pretendía”, porque el resultado ha sido, y a la vista está, justo el contrario.
Dentro del proceso de convergencia creciente entre los valores civiles y los valores militares, se buscaba mejorar la apreciación social de la enseñanza militar, la cual ya era internacionalmente reconocida y valorada, y para ello nada mejor que hacerlo mediante la obtención de un reconocimiento universitario.
Para el próximo pleno del Consejo de Personal, ASFASPRO ha elaborado y presentado las siguientes 12 propuestas:
ASFASPRO y otras dos asociaciones -AUME y ATME- solicitaron un pleno extraordinario para tratar la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, sin embargo, el Subsecretario de Defensa decidió que hubiera también un pleno ordinario. Se celebró éste y, entre medias, el pleno extraordinario con la asistencia de la Ministra de Defensa, todo ello mediante videoconferencia no exenta de los habituales problemas técnicos de este sistema. Sobre el pleno extraordinario ya se ha informado ampliamente en la web: https://www.asfaspro.es/component/k2/item/2642-como-estas-naranjas-traigo
Los desarrollos de la fracasada Ley de la carrera militar continúan haciendo estragos, como el Reglamento de especialidades de segundo tramo que en nada mejora la carrera del suboficial y que otorga tanta manga ancha a los Jefes de Estado Mayor que puede acabar empeorando aún más lo que ya tenemos.