ASFAS ha tenido acceso a un documento en el que, el mando por primera vez, y haciendo referencia al Informe Campaña Calificación 2011, reconoce:
“la disparidad de criterios aplicados por los Mandos para la calificación del personal subordinado”
y solicita:
“la aplicación de un factor de corrección que normalice las mismas”, o bien, que “las calificaciones correspondientes al año 2011 tengan exclusivamente un carácter experimental y no tengan ningún valor para Evaluaciones y clasificaciones y/o asistencia a Cursos de Capacitación y Superiores”.
En este documento (solo visible para los socios), se refieren únicamente a los IPEC,s correspondientes al año 2011, pero… ¿qué ocurre con los años anteriores?. ¿Han sido menos injustos los IPEC,s de años pasados?. ¿Se soluciona con esto la injusticia que suponen los IPEC,s?. Desde ASFAS aseveramos que no es así, tal y como ya se anticipó en nuestro informe titulado “Problemática de la Escala de Suboficiales”, y del que se puede ver un resumen a continuación:
“No podemos finalizar este apartado sin hablar del IPEC. Hasta el 1 de enero del 2011, fecha de entrada en vigor del la O.M. 55/2010, el sistema utilizado era torticero, injusto, subjetivo por definición y falto de transparencia; ya que puntuaban sobre determinados aspectos de las personas que, refutados especialistas en psicología, hubieran tenido dificultades en valorar y apreciar.
La Orden Ministerial 55/2010, de 10 de septiembre, por la que se determina el nuevo modelo y las normas reguladoras de los informes personales de calificación (IPEC), racionaliza determinados aspectos del sistema de calificación, pero sigue siendo un informe subjetivo, y por tanto injusto.
Se ha pretendido dar un formato más racional y ahora, al menos, se permite conocer las calificaciones, formular alegaciones y ser asesorado en aquellos aspectos que, a criterio del evaluador, se deban mejorar.
Explicado así, podría parecer que por fin se ha encontrado la solución ideal. Nada más lejos de la realidad. Desde la Jefatura de los diferentes Ejércitos, han dimanado normas de cómo se debe cumplimentar el IPEC. Cada Jefe de Unidad, a su vez, está interpretando esas normas a su particular criterio y llegamos al esperpéntico caso de que se deben cumplir, como máximo, un determinado número de porcentajes.
Citamos literalmente un párrafo recogido de una de esas normas ―De manera que la Junta, por ejemplo, determina primero CUANTOS Tenientes va a calificar y si son 10, por ejemplo, fija que 1 deberá ser Excelente, 4 serán Muy Buenos, 3 serán Buenos y 2 Serán Normales‖. El número de cada calificación viene determinado por el empleo que se ostenta.
Por último y no menos importante, está el tema de las alegaciones. A pesar de que se pueden hacer, estas se manifiestan ante el mismo evaluador, con lo que a nivel práctico, que es lo que le interesa al evaluado, no tienen ninguna repercusión efectiva.
La gravedad se acrecienta cuando estos informes, por su peso en la nota final de las evaluaciones, son la base sobre la cual se sustenta el futuro de los militares para su ascenso, destinos y realización profesional.
Aplicando el sentido común, desde ASFAS proponemos lo siguiente:
- El estudio de la normativa sobre evaluaciones en el futuro Consejo de Personal y su posterior reforma, teniendo en cuenta especialmente el empleo al que se asciende.
- Las evaluaciones deben basarse en métodos objetivos que valoren realmente el mérito y la capacidad profesional del interesado, como los cursos de capacitación y sus exámenes correspondientes o la trayectoria profesional: cursos de especialización, ejercicios tácticos, días de mar, misiones, mando de unidades, etc.
- La publicidad y transparencia han de regir cada uno de las fases del proceso de evaluación, especialmente cuando el Órgano de evaluación modifique las notas finales.
- En todo caso, el IPEC nunca podrá suponer más del 10% de la nota final.
Esperamos que esto sirva para que se cambien o eliminen los IPEC,s, pero….. ¿cómo se reparan los daños ocasionados por la importancia dada a los IPECS en evaluaciones pasadas? (saltos en los ascensos, destinos que no se han alcanzado, cursos a los que no se ha podido asistir, etc.).
Junta Directiva ASFAS.