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ASFASPRO reclama un acuerdo político sobre el incremento del presupuesto de defensa

La asociación profesional de suboficiales, mayoritaria en las Fuerzas Armadas, demanda un consenso político sobre el incremento del presupuesto del Ministerio de Defensa en lo relativo al personal.

Madrid, 13 de marzo de 2025. –

Las asociaciones profesionales llevamos años solicitando el incremento del presupuesto para mejorar las precarias retribuciones, las condiciones de vida en las unidades, la prevención de riesgos laborales y la protección de la salud, sin olvidar las necesarias medidas económicas que deben paliar la movilidad geográfica que exige el servicio.

Sin embargo, algo tan básico en cualquier profesión genera rechazo en un importante porcentaje de las fuerzas políticas que sí lo reclaman para otro tipo de trabajadores y empleados públicos. Una vez más, se constata que los militares son ciudadanos de tercera que no tienen derechos profesionales y que sus representantes parlamentarios se los niegan y pisotean.

Las Fuerzas Armadas vienen perdiendo miles de miembros en los últimos años. ASFASPRO considera que la falta de reclutamiento es una realidad y se acentuará aún más si no se mejoran las condiciones económicas, profesionales y sociales del militar y su familia. La manida reserva voluntaria no es la solución ni de lejos, tanto por su escaso número -alrededor de 400 reservistas voluntarios en la categoría de tropa- como por su exigua preparación militar y psicofísica acentuada por una media de edad superior a los 48 años. Todo ello complica su encuadramiento en unidades con cierto grado de exigencia operativa lo que, ante unas circunstancias de cierta intensidad y duración que lleven a la necesidad de aumentar el personal en filas, nos abocaría a tener que activar los reservistas obligatorios, el conocido como servicio militar obligatorio.

La asociación demanda consenso político en la mejora de las retribuciones, en la tramitación y aprobación de una nueva ley de carrera que revitalice y haga más atractiva la profesión militar y, por último, en una nueva ley de medidas de apoyo a la obligada movilidad geográfica que compense los cambios de domicilio y de guarnición.