No se trata de una cuestión lingüística, lo que preocupa a nuestras mujeres y a nuestros hombres de uniforme es llevar cada mes una nómina digna con la que atender a su familia. Y la soldada que recibimos hace que estemos, con diferencia, en el furgón de cola del personal de la Administración; las comparaciones con quienes desempeñan ocupaciones similares en el ámbito de la seguridad son, sencillamente, insultantes. Eso sí, los militares recibimos día sí día también elogios y buenas palabras, lástima que no nos las admitan como medio de pago al comprar el pan.
En la misma conferencia de prensa, realizada estando el presidente del gobierno en la base aérea lituana de Siaulai, tuvo que ser interrumpida la comparecencia2 presidencial hispano-lituana porque los dos Eurofighter de alerta españoles allí desplegados tuvieron que despegar de repente para interceptar dos aviones rusos que habían entrado sin autorización en el espacio aéreo de las repúblicas bálticas. ¿Es consciente el presidente del gobierno de que un teniente piloto de un Eurofighter cobra menos que un guardia civil raso? Un personal altamente cualificado que lleva los mandos de uno de los aviones más modernos de la OTAN y a quien se exige un tiempo de reacción mínimo. ¿Es consciente el presidente del gobierno de la paupérrima soldada que perciben los militares españoles, que resulta escandalosamente escasa en comparación con el altísimo coste de la tecnología que tienen que manejar?
Recientemente el Batallón de Zapadores de la Brigada Canarias XVI con apoyo de la Agrupación de Apoyo Logístico 81 ha construido en Anaga (Tenerife)3 un puente provisional en muy poco tiempo, trabajando su personal en dos turnos de 12 horas hasta finalizar la obra, que evita un rodeo de hora y media. Como si fuera la guerra, sin parar. Y sin comodidad alguna, porque la asociación de vecinos local ha ofrecido sus instalaciones a las tropas tras ver que las y los soldados “estaban comiendo en la calle”. No hace falta mucha imaginación para llegar a la conclusión de que ningún otro profesional civil, de cualquier empresa española, hubiera aceptado esas condiciones de trabajo, pero como son militares… En resumen, como siempre, los militares somos el último recurso a disposición de la Administración ante problemas de todo tipo, trabajamos en las condiciones que haya, sin preguntar ni excusar, pero para nosotros no hay medios ni derecho a una paga digna. Personal altamente cualificado a precio de ganga, un auténtico chollo para el Estado. A morir en la guerra o a trabajar donde y en lo que sea, pero prácticamente gratis.
En ASFASPRO llevamos años denunciando los problemas retributivos del personal militar, reconocidos por el Congreso, por el Senado y por las titulares del propio Ministerio de Defensa… sin que se haya abordado seriamente el problema. Tan solo a finales del año pasado se aprobaron pequeñas medidas sin calado presupuestario que han sido simples parches o retoques de maquillaje. El chocolate del loro.
El presidente del gobierno tiene en sus manos iniciar la justa dignificación de las retribuciones militares incluyendo partidas para ello en los Presupuestos Generales del Estado para 2022, en los que ya se ha empezado a trabajar, como pedíamos claramente en las concentraciones en la calle de once ciudades el pasado 19 de junio. Porque ya no hay excusas para empezar a configurar una soldada digna.
1 Entre otras acepciones.
https://diariodeavisos.elespanol.com/2021/07/un-puente-para-darle-la-mano-a-los-pueblos-de-anaga/