Con las nuevas instalaciones, aseguran que la base se convertirá en enclave preferente para los buques de la Sexta Flota, actualmente con base en Nápoles (Italia). Las fuentes consultadas explican que en el futuro, cuando el operativo antimisiles se ponga en funcionamiento, Rota se convierta en centro neurálgico de operaciones navales estadounidenses en el Mediterráneo.
Para ello han sido necesarios cientos de millones de euros –en parte sufragados por Estados Unidos y la OTAN- para la ampliación del muelle 1 y la construcción del número 4. La base ha duplicado su capacidad, permitiendo el atraque de más buques y de mayor calado.
Además, las labores de ampliación y mejora se han trasladado también a las zonas de residencia de la base, aumentando las plazas y los servicios disponibles. También, explican, se han “instalado mejoras carísimas en las redes de información y comunicación para hacerlas más seguras”.