Formaban la fuerza, a la que se incoporo la bandera de la Flota, una compañía del Ejército de Tierra, otra de marinería de unidades de la Flota y una tercera de Infantería de Marina, así como una escuadra de gastadores de Infantería de Marína y la banda de cornetas y tambores del Tercio Sur. Por su parte, la dotación del buque formaba en cubierta cubriendo la banda de estribor.
La Reina saludó después a las autoridades, civiles y militares, entre ellas la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, José Luis Blanco.
Luego el AJEMA solicitó permiso para iniciar el acto a doña Sofía, que seguidamente pronunció una alocución en la que resaltó que la ceremonia le daba la oportunidad de volver "a la muy querida ciudad de Cádiz", agradeciendo a los gaditanos y a la alcaldesa su generosidad de ofrecer la ciudad para esta celebración, "dando muestras una vez más de su compromiso inquebrantable con España y la Armada".
Después dijo que era un inmenso honor ser la madrina de la bandera de combate y trasladó un afectuoso saludo del Rey a los miembros de la Armada y, en particular , al comandante y a la dotación de este buque, "al que se siente muy unido".
A continuación, dirigiéndose en concreto a la dotación les dijo que "esta bandera, que a bordo del Juan Carlos I representará a nuestra gran nación, os recordará permanentemente vuesto firme compromiso de servir a España y a los españoles con lealtad y dedicación, como lo hicieron a lo largo de la historia todos los marinos que en servicio a España y a la Armada os predecedieron".
Asimismo, dirigiéndose al comandante del BPE, capitán de navío Antonio Piñeiro Sánchez, manifestó que "tengo la seguridad que que vuestra vocación, espíritu de servicio y valores, junto a la sólida preparación de vuestra dotación, son la mejor garantía de que cumpliréis plenamente con las exigencias de ese compromiso".
Seguidamente el vicario episcopal de la Armada, Javier Orpinell, bendijo la bandera, que la Reina besó y entregó al comandante del Juan Carlos I, quien antes de tomarla y como gesto de pleitesía la besó con la rodilla izquierda en tierra.
Después depositó la bandera en las manos del oficial de Derrota y tomó la palabra para agradecerle a la Reina las suyas y destacar el orgullo de la dotación por la responsabilidad de custodiar la bandera que recibía, "el mayor buque de la Armada", realizado en España. que lleva el nombre del primer español y el primer marino de España".
Resaltó después que el barco quedaba ligado para siempre a Cádiz, "cuyas aguas vieron nacer a muchos de los que hoy componen su dotación y por eso nos sentimos más gaditanos y más en casa".
Tras recordar que los Reyes y los Príncipes de Asturias asistieron a su botadura en Ferrol en 2008 y que don Juan Carlos presidió su entrega a la Armada en 2010, destacó que ahora recibían de manos de la Reina la bandera de combate "que representa los más altos ideales representados en la Constitución".
Asimismo añadió que el nombre no podía ser más apropiado, ya que en el barco se congrega el trabajo y el nivel tecnológico de la industria naval española y su dotación está lista para servir a España donde se le encomiende.
