Este tipo de accidentes nos recuerda la fragilidad de nuestro trabajo. Siempre tenemos que recordar que todos nosotros hemos elegido una profesión que va contra la naturaleza del ser humano: volar. Por ello, asumimos el riesgo que ello implica, pero lo hacemos con valentía y, como en este caso, apoyándonos los unos a los otros, independientemente de nuestra nacionalidad o rango. Lo hacemos unidos por un ideal, por un sueño: poder ascender más allá del horizonte, manteniendo siempre el espíritu aviador.
Como Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, quiero transmitir mis condolencias y mi más sincero apoyo y solidaridad a las familias y allegados de los militares fallecidos y heridos en este accidente. Los hombres y mujeres del Ejército del Aire siempre estaremos con ellos.
F. Javier García Arnaiz
Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire