Es necesario un reglamento de retribuciones militares nuevo, con una implantación progresiva que sitúe socialmente al personal militar en el lugar que nos corresponde. Porque la valoración social comporta también valoración económica y la modificación aprobada no modifica la grave situación retributiva de los militares. La actual modificación se queda muy corta: no se han tocado otros conceptos como, por ejemplo, el Complemento de Dedicación Especial (CDE), que requiere de una profunda reforma, tanto en las cuantías asignadas al Ministerio de Defensa en comparación con otros ministerios como en cuanto a su reparto, en la práctica ligado al empleo militar, dado que se percibe en la parte alta de la pirámide y apenas llega al resto.
Los incrementos aprobados ahora son positivos, pero necesitamos ir más allá, hasta la homologación o equiparación de retribuciones de las Fuerzas Armadas con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En ASFASPRO venimos solicitando la actualización reiteradamente, y el real decreto aprobado no habla ni una sola palabra de dar más pasos, y la distancia con las FCSE se sigue multiplicando. Porque 17’12 o 59’92€ no son comparables a los 500-600€ mensuales que se ha subido en tres años a estos compañeros, que ya antes de su subida estaban mucho mejor que los sufridos militares de las Fuerzas Armadas.
De momento lo único que observamos es poco pan para hoy y hambre para mañana.