Este análisis, según recalca Defensa, "confirmaba el diagnóstico de la Armada" y en él se apuntaban una serie de recomendaciones para corregir el problema. Por ello, los trabajos continúan en el astillero de Cartagena con el objetivo de descartar futuras desviaciones. Además, un ingeniero de Electric Boat se instalará de forma permanente para servir de enlace entre el equipo en Estados Unidos y los trabajos en el astillero.
Las citadas fuentes han explicado que el informe identificó una serie de circunstancias que han podido influir en el inadecuado control de pesos, como pueden ser un "insuficiente sistema de medición en ingeniería" o una "aplicación inadecuada de los procedimientos de ingeniería y de los requisitos de validación", entre otras.
SOLUCIÓN: ALARGARLO SIETE METROS
La solución que propone la firma norteamericana pasa por alargar el submarino unos siete metros manteniendo los sistemas actualmente a bordo. Así pues, Defensa ha aprovechado para negar que extrayendo el sistema de propulsión AIP se pueda solucionar el problema.
Navantia calcula que el retraso que sufrirá el programa oscilará entre los 12 y los 24 meses, lo que se suma a la demora que ya acumulaba el programa y que fijaba la fecha de finalización en 2015. Así pues, el S-81 se encuentra al 71 por ciento de su producción; el S-82, al 47 por ciento; el S-83, al 29 por ciento; y el S-4, al 19 por ciento.
En todo caso, las citadas fuentes han recordado que está previsto comenzar la gran carena del submarino 'Tramontana' a finales de este año, con lo cual España se garantiza seguir disponiendo de un submarino más hasta que tenga lugar la primera entrega de la Serie 80.
SIN INTENCIÓN DE AMPLIAR EL TECHO DE GASTO
La demora para la producción de las unidades del programa S-80 tendrá un impacto en el coste del programa, si bien Defensa ha aclarado que "por el momento no hay intención de ampliar el techo de gasto", que se mantiene en 2.136 millones de euros.
Para hacer frente al coste de los trabajos de rediseño se ha ampliado el techo de prefinanciación del Ministerio de Industria, que hasta la fecha ha desembolsado 1.316 millones de euros y quedaban pendientes otros 60 millones, aunque este techo se ha ampliado en aproximadamente 800 millones de euros. El próximo año el desembolso dirigido al S-80 será de 208 millones de euros.
En todo caso, Defensa ha querido dejar claro que sigue "creyendo firmemente en el proyecto" y considera "fundamental que España sea capaz de desarrollar su propia arma submarina, tanto por su importancia estratégica desde el punto de vista de la defensa como por el impacto del proyecto en términos de I+D+i y empleo", además de ofrecer a Navantia "grandes oportunidades de exportación".