El siguiente paso, y en ello está firmemente comprometido Agustín Conde, consiste en celebrar una reunión de la Comisión de Defensa en la que se determine la composición de la subcomisión y sus normas de funcionamiento.
A continuación, se tiene que elevar al Pleno del Congreso la solicitud para que apruebe la creación de la subcomisión y, una vez cumplimentado ese trámite parlamentario, y tras la aprobación del Pleno, dicha subcomisión estaría preparada para comenzar sus trabajos.
"Aunque todavía es prematuro decirlo -señala Conde-, lo razonable es que la subcomisión reciba las comparecencias de las personas encargadas de la aplicación de la reforma, entre ellas la subsecretaria de Defensa, los Jefes de Estado Mayor de los dos Ejércitos y la Armada, o los jefes de los respectivos Mandos de Personal, o incluso todos ellos".
Finalmente, también podrían comparecer representantes de las asociaciones profesionales, para conocer su opinión al respecto. "Los representantes de AUME me trasladaron ayer una serie de conclusiones sobre los problemas esenciales que hay en el actual modelo de carrera militar, conclusiones que me he comprometido a estudiar", afirma Conde.
Precisamente representantes de AUME y de la Asociación de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (ASFAS), remitieron en enero una carta a Agustín Conde en la que le instaban a iniciar el proceso de modificación de la Ley. En aquella misiva, las asociaciones lamentaban el retraso en dicha modificación, porque, a su juicio, "está provocando más y más situaciones negativas cuya reversión será imposible en muchos casos".
Un mes antes, fue la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (ASFASPRO), la que remitió una carta abierta a la Comisión de Defensa en la que señalaba que la demora en la reforma de esta normativa estaba provocando "inestabilidad, desmoralización, frustración y cansancio" entre los suboficiales de las Fuerzas Armadas.
Una reforma que va con retraso
La reforma del régimen transitorio de la Ley de la Carrera Militar debía haberse abordado hace, al menos, un año, según lo dispuesto en la Disposición final duodécima de la Ley de Derechos y Deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas.
En ella se establecía que, "en el plazo de seis meses a partir de la entrada en vigor de esta ley, el Gobierno remitirá al Congreso de los Diputados un proyecto de ley para la reforma del régimen transitorio de la Ley de la carrera militar, tras la experiencia adquirida en su aplicación".
La Ley de Derechos y Deberes entró en vigor el 1 de octubre de 2011, por lo que el proyecto de ley para la reforma de la Ley de la carrera militar debía haberse remitido al Congreso antes de marzo de 2012. No ha sido así, por lo que las asociaciones profesionales de las Fuerzas Armadas, entre ellas la AUME, han venido reclamando, en repetidas ocasiones, la puesta en marcha de la reforma.
Una reforma que, según la Disposición final referida anteriormente, comenzará con el "dictamen con carácter previo" que debe emitir la Comisión de Defensa del Congreso, y en el que se deben abordar, entre otros asuntos, "los referidos a la promoción y cambio de escala, régimen de ascensos, antigüedad, pase a la situación de reserva y reconocimientos académicos de la formación adquirida, así como el retiro del personal discapacitado".