15/02/2016 - La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas, que aglutina el mayor número de militares de carrera, ha abandonado el Consejo de Personal por el incumplimiento y la falta de avances en los acuerdos alcanzados en los plenos, la publicación de desarrollos normativos sin el preceptivo paso por el Consejo, las irregularidades, producidas en el ámbito del Ejército de Tierra, en la aplicación de la disposición transitoria séptima de la Ley de la carrera militar (modificada por la Ley 46/201, de 14 de octubre) y la poca o nula disposición de los representantes ministeriales militares para afrontar de manera positiva la problemática planteada por las asociaciones y resolver eficazmente la homologación de titulaciones que deben acompañar la trayectoria profesional.
Desde la puesta en funcionamiento del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, a finales del año 2012, hemos tenido que lidiar con el estrecho margen de actuación que permite el Reglamento del Consejo, con el recalcitrante inmovilismo de los Cuarteles Generales de los Ejércitos y, sobre todo, de la Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza Militar, que no han querido o no han sabido aprovechar la excepcional herramienta que tenían en su mano para mejorar notablemente el estatuto y condición del militar, el ejercicio de los derechos y libertades, el régimen de personal y las condiciones de vida y trabajo en las unidades.
Los tímidos avances que se han producido no pueden servir a los actuales responsables ministeriales para proclamar que el Consejo de Personal ha sido un éxito. No obstante, con el margen de confianza que debe darse a todo nuevo proyecto, ASFASPRO trabajó hasta el último pleno, celebrado en diciembre de 2015, para intentar, con nuestros informes, propuestas y sugerencias, aportar soluciones a la complicada y enquistada situación del régimen del personal militar, en particular la de los suboficiales.
En ASFASPRO consideramos que el Consejo de Personal puede ser un buen instrumento para debatir los problemas que afectan al personal militar y solucionarlos, pero para ello es imprescindible que los representantes de la Administración demuestren el talante adecuado y la voluntad de plasmar en hechos los acuerdos que allí se alcanzan. De ninguna manera puede limitarse a ser un mero escenario de cara a la galería en el que las asociaciones profesionales de militares resulten meros convidados de piedra, solamente para justificar sobre el papel que se cumple la Ley 9/2011, de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas.
ASFASPRO espera que aquellos que tomen el relevo avancen decididamente en el derecho de representación y participación de los miembros de las Fuerzas Armadas. Mientras tanto, seguiremos trabajando intensamente en la defensa de nuestros intereses profesionales, económicos y sociales.