La Asociación Profesional mayoritaria de las Fuerzas Armadas, ASFASPRO denuncia que el Ministerio de Defensa mira para otro lado defraudando todas las expectativas del personal militar en la Comisión de Trabajo sobre Retribuciones en el seno del Consejo de Personal.
MADRID, 05 de julio de 2022 – El lunes 4 de julio, tras un retraso de un mes sobre la fecha inicialmente prevista, la parte ministerial de la Comisión temporal de trabajo sobre retribuciones en el seno del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas ha hecho entrega a las asociaciones profesionales participantes del borrador de informe de la comisión, al que tendrán que presentar alegaciones. Por técnico que sea el documento, sorprende la ausencia en las conclusiones del principal problema, lo mal pagado que en la actualidad está el personal militar y la necesidad ineludible de aumento que tienen las retribuciones militares, puesta ya de manifiesto en 2018 por la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. Éstas necesitan un impulso que permita dignificarlas cuantitativamente para que el personal militar reciba una nómina similar al de otro personal de su mismo nivel que ejerza cometidos comparables en otros ámbitos de la Administración así como para reconocer la singularidad de la profesión militar.
Pese a las propuestas presentadas en la comisión de trabajo por las asociaciones profesionales, el Ministerio de Defensa insiste en mantener a su personal y sus retribuciones fuera de los parámetros económicos del resto de la Administración y de la sociedad, en un mundo de fábula. El problema no es el nombre de los complementos retributivos, sino la paupérrima dotación presupuestaria y su reparto. El próximo aumento presupuestario debe recoger la mejora de los sueldos de los hombres y mujeres que deben manejar ese armamento y material que pretende adquirirse.
El Ministerio de Defensa juega al despiste con las retribuciones militares, por llamarlo de una forma suave, comenzando por la propia ministra, Margarita Robles. Primero se atrevió a afirmar que ningún militar le había pedido aumento de sueldo, hace poco salió a la luz que unos cuantos centenares habían cursado individualmente una queja sobre su paupérrima nómina, pero en el Ministerio parece que no había interés en saber nada.
Ayer decía en una entrevista que los militares que se habían manifestado el pasado 25 de junio reclamando una carrera y unas retribuciones dignas eran pocos. De nuevo sus palabras pretenden ocultar que en relación con el disciplinado y silenciado colectivo militar –al que hasta hace poco se le prohibía manifestarse, derecho conseguido en los tribunales, y en el que existe mucho recelo por el control de los jefes que pueden quitar complementos- la noticia no es si se han manifestado mil cien o cien mil, la noticia es que han llenado la carrera de San Jerónimo dos veces en los últimos nueve meses.
Existe un grave problema con las retribuciones militares, y el Ministerio de Defensa está dando largas con su solución, la comisión de trabajo sobre retribuciones fue creada en febrero de 2021 con un plazo de un año para la finalización de sus trabajos, y a la fecha que estamos aún no los ha terminado, y no porque las asociaciones profesionales no hayan puesto todo de su parte. Pero en el Ministerio de Defensa no hay prisa, están a otra cosa que no es el personal militar y sus familias.
El mundo: Decenas de militares exigen mejoras en salarios para dignificar la profesión
Vozpopuli Cientos de militares protestan en Madrid por sus bajos salarios: "Robles, abre la hucha"
El lideal gallego: Decenas de militares exigen mejoras en salarios para dignificar la profesión
Onda Regional: El dato. Asociaciones profesionales piden mejores retribuciones para los militares
El Faro Melilla: Asfaspro, ATME y UMT se manifestarán en Madrid este sábado por una carrera y retribuciones dignas
El Pais: Defensa se abre a revisar los sueldos de los 120.000 militares españoles
Informativo de Radio Nacional de España del viernes 8/7/2022 (clic en el icono para reproducir la entrevista)
Compañeros, familiares, amigos, ciudadanas y ciudadanos, buenos días y gracias por acompañarnos.
Me permitiréis que varíe el formato de la proclama final de la manifestación y que lea la carta que enviamos hace unos días a Míster Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN.
Estimado Sr. Stoltenberg,
Vd. no me conoce personalmente, pero me conoce como un combatiente de la OTAN, pues eso es lo que he sido en numerosos ejercicios y misiones internacionales y es en lo que puedo convertirme en cualquier momento, como tantos miles de soldados españoles. Y ambos sabemos lo que espera de un combatiente OTAN.
Vd, Sr. Stoltenberg, sabe bien que para que un ejército sea operativo y pueda cumplir su misión no basta con disponer de las armas más modernas y eficaces, es necesario que el personal que las maneja tenga la moral alta y cuente con espíritu de victoria. ¿Qué hace falta para ello? Algo que los militares españoles no tenemos: sentirnos valorados y apreciados, contar con una carrera satisfactoria y de prestigio, disponer de unas retribuciones dignas. Porque recibir buenas palabras y medallas sin valor en lugar de la nómina adecuada no es valorarnos ni apreciarnos, no sirve para pagar el pan de nuestros hijos.
Tras años y años en que España no ha aumentado el presupuesto de Defensa para llegar al 2% que se estableció en la cumbre de 2014, el golpe de realidad de la invasión de Ucrania ha provocado que el Gobierno español se haya decidió a incrementarlo con un crédito extraordinario en los próximos Presupuestos Generales del Estado de 2023. Son 3000 millones de euros que se quieren dedicar solo a la industria de defensa despreciando una vez más a quienes manejamos ese armamento cada vez más sofisticado.
Se nos trata como carne de cañón buena para el matadero pero no para ser tratada con respeto por nuestra dedicación, nuestra formación y nuestro sacrificio. Va siendo hora de devolver a la profesión militar el prestigio merecido, el reconocimiento a nuestra formación y al trabajo desarrollado, y para ello el primer paso es valorarnos en lo que toca y proporcionarnos una nómina digna, como se hace con cualquier bombero, policía, sanitario o conductor del camión de la basura. Por eso le rogamos que la organización que dirige, a la vez que insiste en que cada país miembro dedique el presupuesto adecuado a la Defensa, dote de una carrera atractiva y de una remuneración digna a los profesionales de la milicia, para garantizar así el grado de motivación y de moral que posibiliten al eficacia del esfuerzo militar, porque sin un personal motivado vamos directos al fracaso.
Hemos dirigido esta carta al Secretario General de la OTAN porque esos argumentos los hemos repetido, en diversas formas, a la Ministra de Defensa, que está encantada de conocerse pero rehúsa reunirse con nosotros, como le hemos pedido reiteradamente. Tal vez porque tendría que darse por enterada del mensaje y no quiere hacerlo.
Por eso es tan importante vuestra presencia hoy aquí, porque la ministra y el gobierno van a tener que darse por enterados de los problemas de carrera y de retribuciones que padecemos y les tocará mover ficha para solucionarlos.
Los militares necesitamos una carrera digna y atractiva, unas retribuciones acordes a nuestra formación y nuestro desempeño profesional. No puede ser que un teniente coronel pase de ser jefe de unidad por no cambiar de domicilio familiar, no puede ser que un capitán no se lo piense dos veces antes de colgar el uniforme para irse a Amazon, no puede ser que un sargento primero oposite para dejar atrás los galones siendo guardia civil raso, no puede ser que un soldado no quiera prosperar siendo suboficial de las Fuerzas Armadas porque no le salen las cuentas. No puede ser que un conductor de un coche patrulla policial cobre más que un teniente piloto de avión de caza. No puede ser que entre dos sargentos ocupando vacante de NBQ el complemento del perteneciente a las Fuerzas Armadas sea 730 euros menor que el del compañero de la Guardia Civil.
Es necesario y urgente iniciar el proceso de equiparación, homologación, dignificación salarial en las Fuerzas Armadas y terminar con la explotación laboral a la que estamos sometidos en la actualidad. Porque cuando no se retribuye por el trabajo realizado lo que hay es explotación laboral. Nuestros problemas tienen solución.
¡CARRERA Y RETRIBUCIONES DIGNAS!
Manifestación en Madrid el 25 de junio de 2022
El sábado 25 de junio se celebrará en Madrid una nueva manifestación de militares profesionales dirigida, de manera especial, contra los que miran, pero no quieren ver y oyen, pero se niegan a escuchar. Actitud recalcitrante y sistemática de la ministra de Defensa y todo su equipo desde que tomaron posesión de sus cargos.
Aunque seguramente pasará desapercibida para la gran mayoría de medios de comunicación y los principales programas de radio y televisión –que suelen prestar mayor atención a la problemática de otros colectivos– lo cierto es que en pleno siglo XXI se está produciendo en la sociedad española una realidad vergonzosa para cualquier país: el apartheid, la discriminación o la segregación de miles de mujeres y hombres, todos militares profesionales, a los que no se les quiere aplicar la legislación laboral vigente o las retribuciones y las condiciones profesionales que el gobierno defiende fogosamente para el resto de ciudadanos.
Esta vergonzosa discriminación, que venimos denunciando desde hace años en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, en el Congreso y en el Senado y en los medios de comunicación que han querido prestar atención a nuestras demandas, no se refiere a una subida de sueldo puntual o específica, sino a que no se retribuye en su justa medida la singularidad de la profesión militar, como sí se hace con otros servidores públicos como los policías autonómicos y locales, bomberos, los componentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, etc.
¿Por qué se reconoce la singularidad de su profesión a todos estos colectivos y los militares somos excluidos? No hay respuesta.
En las actuales circunstancias, cuando vemos casi todos los días a la ministra de Trabajo y a otros miembros del gobierno exigir a los empresarios y autónomos retribuciones y condiciones laborales justas para sus trabajadores, resulta casi escandaloso que al mismo tiempo ese mismo gobierno se niegue a retribuir la disponibilidad permanente para el servicio, la peligrosidad, la constante movilidad geográfica, el exceso de jornada laboral y el resto de condiciones que hacen singular a la profesión militar, aunque a la ministra de Defensa le parezca mal que lo reclamemos desde esta asociación y se niegue una y otra vez a recibir a nuestros representantes.
En consecuencia, por la defensa de la dignidad de todo el colectivo y sus intereses profesionales, económicos y sociales, además del principio de igualdad reconocido en la Constitución Española, nos dirigimos a todos los militares, a sus familias y al resto de ciudadanos para animarlos a participar en la manifestación convocada el sábado 25 de junio en Madrid.
Reclamar derechos profesionales e igualdad de trato es legal, lo que es inadmisible y contrario a derecho es la segregación o la discriminación de todo un colectivo de servidores públicos. Ninguno de nosotros puede ser considerado un mal militar por defender nuestros derechos y una carrera militar digna.
¡Participa y lucha por tu futuro, el de tu familia y el de las Fuerzas Armadas!
ASFASPRO, ATME y UMT
Las asociaciones convocantes de la manifestación de militares del día 25 de junio reiteramos la invitación a asistir a ella al resto de asociaciones profesionales militares inscritas en el RAPFAS, a grupos parlamentarios, miembros del Observatorio de la Vida Militar y ciudadanía en general.
Comenzará en la Puerta del Sol (Madrid) a las 12.00 horas, finalizando en la Plaza de las Cortes
Las asociaciones profesionales militares ASFASPRO, ATME y UMT, se han dirigido hace tiempo por escrito al resto de asociaciones inscritas en el Registro de Asociaciones Profesionales Militares de las Fuerzas Armadas (RAPFAS)*, así como a grupos parlamentarios y miembros del Observatorio de la Vida Militar para que asistan a la manifestación que, bajo el lema “Los militares necesitan carrera y retribuciones dignas”, se celebrará el 25 de junio a las 12,00 horas en Madrid, comenzando en la Puerta del Sol y finalizando en la Plaza de las Cortes.
Asimismo, esta invitación, se hace extensiva a todos los ciudadanos que apoyan a estos colectivos en sus justas reivindicaciones por un futuro mejor, conscientes que hoy en día es necesario tener unos militares profesionalmente capaces y bien retribuidos.
* AUME, APROFAS, ASOENFAS, ACIETOFAS, TERVIES, #Militares con futuro y MILITARES
ASFASPRO: +34 618 523 348 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. ATME: +34 639 146 304 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. UMT: +34 611 402 636 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
En 2019 la celiaquía dejó de ser causa de exclusión para acceder a la condición militar, sin embargo, junto a otras intolerancias, aparecen como una limitación para participar en varias de las misiones internacionales actuales.
La Ley Orgánica 9/2011 de derechos y deberes establece que en las Fuerzas Armadas no cabrá discriminación alguna por razón de nacimiento, origen racial o étnico, género, sexo, orientación sexual, religión o convicciones, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Si el cuadro de exclusiones se modificó para incluir en filas a personal con determinadas enfermedades, no parece lógico que ahora no puedan desarrollar su profesión militar en toda su extensión porque no tengamos medios suficientes para garantizar una adecuada alimentación, incluidas las intolerancias a la lactosa y al gluten.
Si estos militares van a tener cortapisas en su carrera por sus condiciones o circunstancias personales, ¿no se les debería advertir antes de su ingreso?
La participación en misiones internacionales tiene un peso muy importante en las evaluaciones para el ascenso, por lo que su no participación tendrá consecuencias en la futura progresión profesional. Es una muestra más de que los militares necesitan, además de mejores retribuciones, una nueva Ley de carrera militar que asegure una carrera digna y en igualdad de oportunidades.
“Quiero que la actividad y la profesión militar, desde el soldado y hasta el general, sea una actividad no sólo digna por lo que evoca de amor a España, no sólo por el uniforme que lleva sino también por la nómina que recibe."
Palabras del Ministro J. Bono (PSOE), Base General Asensio, Palma de Mallorca 14-6-2005.
La ministra Robles ¿no lo quiere en 2022?
Se repite el espectáculo, un año más el Ministerio de Defensa dedica buenas palabras al personal militar en el Día de las Fuerzas Armadas. Exclusivamente buenas palabras. El bagaje de actuaciones para resolver los graves problemas sigue igual a cero.
Hace pocos días la Ministra de Trabajo y Economía Social acusaba a algunas empresas de los sectores de la construcción, de la hostelería y del transporte de ahuyentar a los empleados por la baja remuneración y las peores condiciones laborales, por lo que quedaban miles y miles de puestos por cubrir. No se deba cuenta de que estaba describiendo la exacta situación del personal que depende de una colega del Consejo de Ministros. Nos referimos a la Ministra de Defensa y el personal militar de las Fuerzas Armadas. Hubiera sido un buen discurso para el Día de las Fuerzas Armadas.
No ha sido el caso, las palabras de la titular de Defensa, una vez más, han obviado los graves problemas y en lugar de solucionarlos lanza flores al personal, como si estas buenas palabras sirvieran para pagar la hipoteca, la electricidad de sus hogares o el pan de sus hijos.
La Ministra de Trabajo echaba balones fuera –de la Administración- pero si a su gobierno le preocuparan las trabajadoras y los trabajadores que desarrollamos nuestro trabajo en las Fuerzas Armadas, es posible que los adjetivos se le quedaran cortos. Porque a igualdad o similitud de trabajo, los militares siempre, siempre, recibimos mucho menos. Será que tenemos un descuento que se lleva el uniforme.
Si la Ministra de Trabajo aplica su análisis a las Fuerzas Armadas podrá comprobar que ha acertado de pleno con su diagnóstico. Las Fuerzas Armadas constituyen un ejemplo de manual de bajas remuneraciones y peores condiciones laborales (disponibilidad plena, movilidad geográfica, penosidad, peligrosidad, sin reconocer la nocturnidad o la festividad en la prestación de servicios, extensión de horarios sin límite… y a cambio de las peores retribuciones del sector público y privado). En las tres categorías militares, que se dice pronto. Si los que mejor están, los oficiales, resulta que en cuanto pueden se van a ofrecer su servicios a otros empleadores: es clásica la fuga de pilotos del Ejército del Aire a las compañías aéreas y en la actualidad los capitanes de los tres ejércitos se van a Amazon –que les triplica el sueldo-. Resulta que los tenientes coroneles no quieren ser jefes de unidad, con lo implica el ejercicio del mando, si eso implica cambiar el domicilio familiar (y eso que algunas son vacantes con beneficio de alojamiento y coche oficial). Si así están los que más cobran y no hacen guardias, cómo van a estar los suboficiales y la tropa, con sus nóminas paupérrimas. Si para estos dos categorías se añade el constante trasiego –y ausencia de la familia sin compensación- de maniobras, ejercicios, navegaciones, innumerables guardias –que no se pagan-, la perspectiva es una carrera con muchas exigencias y bien pocas satisfacciones. Todo ello se convierte en caldo de cultivo para depresiones y suicidios.
No obstante, para el Ministerio de Defensa no hay problema alguno y Margarita Robles, como ministra, tiene la solución, muy sencilla, repetir incansablemente un mantra: “Que bueno es el personal militar, cuanto trabaja y que bien que hace su trabajo, que no tiene precio”. La técnica del avestruz, de esconder la cabeza, en este caso no bajo tierra sino entre buenas y bonitas palabras y golpecitos en la espalda. El golpe en todo caso , debería darlo en la mensa del Consejo de Ministros para que su ministerio tuviera el presupuesto adecuado para que sus Fuerzas Armadas tuvieran el material necesario, las instalaciones adecuadas y nóminas dignas y justas para el personal.
Un año más, la pantomima ocupa el escenario y los problemas reales siguen creciendo. Esperemos despertar de una vez de este sueño irreal, la defensa de España, como nos enseña Ucrania cada día desde hace tres meses, necesita de unas Fuerzas Armadas dispuestas, preparadas y motivadas, y para eso hace falta seriedad, destinar los recursos suficientes y dejar a un lado la palabrería superflua.
¡Feliz Día de las Fuerzas Armadas!