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Reclutamiento militar y números que no cuadran: se esperan 14, no 14000

La Defensa nacional no es el cuento de la lechera; ASFASPRO insiste en que sea tratada con realismo y no con demagogia ni con castillos en el aire.

MADRID, 16 de julio de 2025 Venimos asistiendo últimamente a un juego de números en relación con las necesidades de la Defensa nacional que la ciudadanía no entiende porque le faltan elementos de juicio. La OTAN exige dedicar el 5% del PIB en Defensa (que tiene muchas facetas y en la que hay muchos intereses), mientras que el presidente del Gobierno sorprende afirmando que para España dedicando un 2% es suficiente y puede cumplir con lo que se le exige.

Recientemente, el JEMAD, en un ejercicio de disciplina, cierra filas con el Gobierno repitiendo que con dedicar el 2% es suficiente para cumplir con nuestros compromisos, aunque deja dos pinceladas preocupantes que vienen a desmentir directamente esa afirmación:

  • El personal de las Fuerzas Armadas es “hoy por hoy claramente insuficiente”.
  • La necesidad de ofrecer a los militares una retribución “acorde” con su nivel de preparación y exigencia.

A estas alturas ya todos tienen claro que falta personal de todas las escalas, oficiales, suboficiales y tropa, y prácticamente en todo tipo de unidades. De momento, aunque de manera insuficiente, sigue entrando tropa, pero solo porque ven el paso por las FAS como trampolín para las FCSE. Incluso numerosos suboficiales y algún oficial de las FAS prefieren descender de categoría profesional para cambiar a las FCSE, y no es por el color del uniforme. Se trata de una muestra palpable de la incapacidad de la institución militar para retener el talento por falta de una carrera profesional motivadora, por falta de retribuciones justas y por falta de condiciones de vida y trabajo adecuadas a la realidad social.

Si no contamos con personal suficiente, ¿cómo vamos a cumplir las misiones y cubrir los compromisos adquiridos? Si se hace será a costa de explotar al personal, como ya pasa ahora.

Con las paupérrimas retribuciones y las malas condiciones laborales agravadas porque al haber menos personal en las unidades toca apechugar con el trabajo de los que ni están ni se les espera, dado que el mando pretende hacer más con menos medios y menos personal, lo cual es metafísicamente imposible, por muchas gorras que lleven simultáneamente nuestros militares, pues o están a unas o están a otras. Por mucho que se empeñe la cúpula ministerial, los militares españoles todavía no cuentan con el don de la ubicuidad.

Lo que está claro es que no podremos contar con una defensa fiable sin las inversiones adecuadas en:

  • Retribuciones del personal, que permitan convertir en atractiva la profesión militar. Aspecto primordial que a menudo se queda fuera de la ecuación, pero sin retribuciones no hay tripulaciones.
  • Infraestructuras, para poder contar con instalaciones que permitan la protección eficaz en materia de seguridad y salud en el ejercicio de su actividad.
  • Materiales, vehículos y sistemas de armas modernos, que configuren las capacidades demandadas y que necesitan ser operados por personal muy cualificado.

No vamos a entrar al trapo de jugar a los números, pero sin una inversión adecuada -y está claro que necesita ser bastante superior al escuálido presupuesto actual del Ministerio de Defensa- es necesario tener claro que va a resultar imposible aumentar el número de personal en filas. Y va a dar igual si tenemos más barcos, más carros de combate o más aviones, no tendremos quien los maneje. El aumento en 14000 miembros es una cifra quimérica si no se abordan los cambios señalados. No serán 14000, con suerte serán 14, pero cuidado, 14 personas que querrán ingresar sin saber dónde se meten y, eso sí, sin que se les exija mucho, porque ya que vienen pocos no podemos andar con exigencias. Si hoy no contamos con una ratio de opositores por plaza ofertada como para poder elegir a los más aptos, de seguir así la selección de personal no solo va a ir a peor, sino que va a dejar de existir.

¿A alguien le preocupa la seguridad de los españoles?