ULTIMAS NOTICIAS

facebook twitter youtube instagram whatsapp telegram

Fuente: MDE Fuente: MDE

Susto o muerte

La realidad es tozuda por mucho que intente negarse, taparse o ignorarse. Hemos abierto la puerta y nos hemos percatado de la mísera y oscura habitación en la que penaban las Fuerzas Armadas.

Algunos ven ahora la falta o escasez de casi todo, lo vomitivo del discurso mentiroso y aborregado de “hacer más con menos”, el ridículo simulacro de un “power point con colorines” y unos presupuestos imposibles e incluso camuflados. Ya nada cuadra y falta ejército, ese que unos cuántos continúan viendo como reminiscencia de tiempos anteriores que muy pocos en activo han conocido. No importan pandemias, danas, volcanes, terremotos, incendios, nevadas, misiones internacionales, muertos en acto de servicio… la catadura moral de ciertos políticos, tertulianos y periodistas que juegan al despelleje continuo del militar no tiene nombre, o quizás sí.

Ahora ven las orejas al lobo, pero siempre ha estado ahí. Para muchos la necesaria e impuesta inversión (que no gasto) en defensa es una oportunidad de negocio, para otros un desastre apocalíptico y los menos siguen en su mundo feliz.

Y aquí están los hombres y mujeres que forman las Fuerzas Armadas esperando mejoras económicas, profesionales y sociales mientras zurcen los calcetines de lana y preparan los calzoncillos largos para un cada vez más probable despliegue en el frio Este.

¿Qué va a pasar con el reclutamiento, si en la actualidad ya hay plazas que no se cubren? ¿Qué pasará si nieva de verdad? ¿Y si el despliegue en el flanco Este es aprovechado en el flanco Sur?

Si no hay reclutamiento suficiente, ¿volveremos a la mili? Varios países europeos ya han recuperado el servicio militar.

Hasta el más torpe es capaz de intuir que hay que mejorar las condiciones económicas, profesionales y sociales del militar para alcanzar un reclutamiento aceptable, para lo que se necesita consenso político. El manual tiene tres capítulos: retribuciones, nueva y única ley de carrera militar y nueva ley de ayudas a la movilidad geográfica, si realmente se quiere disponer de unas Fuerzas Armadas profesionales operativas y en número suficiente para poder afrontar los difíciles retos que nos depara el futuro más inmediato.