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MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las dos asociaciones profesionales de militares que estrenarán el Consejo de Personal --la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) y la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (ASFASPRO)-- ya han designado a sus representantes en este organismo de interlocución con el Ministerio de Defensa.

Estas dos asociaciones son las únicas de las inscritas en el Registro de Asociaciones Profesionales de miembros de las Fuerzas Armadas --donde a día de hoy hay siete asociaciones-- que cumplen los requisitos por el momento para participar en el Consejo de Personal, organismo creado a la luz de la Ley de Derechos y Deberes de los Militares.

En concreto, participarán por parte de AUME el subteniente Jorge Bravo, presidente de la asociación, como titular, y los brigadas Oscar Tordecillas e Ignacio Unibaso. Por parte de ASFASPRO, estarán el subteniente de Infantería del Ejército de Tierra Pedro Amador Romero, el sargento primero del Ejército del Aire Francisco Javier Paniagua y el brigada de la Armada Juan Ruiz Anaya.

El Ministerio de Defensa estará representado en las reuniones del Consejo de Personal por la subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud, el director general de Personal del Ministerio y los jefes de personal de los dos Ejércitos y la Armada.

Dado que el reglamento del Consejo de Personal establece que el número de representantes de asociaciones y Ministerio debe ser el mismo, Defensa tiene que nombrar un sexto miembro.

En declaraciones a Europa Press, el secretario general y portavoz de AUME, Mariano Casado, ha anunciado que su asociación ha impugnado ante el Tribunal Supremo el reglamento del Consejo, ya que considera que no recoge de manera correcta la "representatividad" de las asociaciones, que, en su opinión, debería depender del número de miembros.

No obstante, ha asegurado que AUME "apuesta" por el Consejo de Personal y va a participar "activamente" en este organismo, que se espera que se ponga en marcha en un plazo breve de tiempo.

"RESARCIR A LOS SUBOFICIALES DE LOS AGRAVIOS SUFRIDOS"

Por su parte ASFASPRO ha explicado en un comunicado que centrará su postura en una representación "seria, racional e independiente" y su "único objetivo" será "abordar los problemas reales que afectan a la escala de suboficiales". Por ello, sus prioridades serán la reforma de la Ley de la Carrera Militar y el desarrollo de la Ley de Derechos y Deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas.

En concreto, esta asociación se ha marcado como temas fundamentales que defenderá en el Consejo "resarcir al colectivo de los agravios sufridos como consecuencia de todas las leyes de personal y de su desarrollo reglamentario y normativo" y crear un modelo de carrera militar "sin límites", basado en los principios de "justicia, mérito y capacidad".

Además, el vocal titular de esta asociación, Pedro Amor, también considera necesaria una nueva legislación en materia de servicios, horarios, salario, vida laboral y familiar acorde con "la ideosincracia del militar". "O somos militares o somos funcionarios, no es de recibo que seamos una cosa o la otra para aquello que nos perjudica o se nos exige", ha subrayado.

El reglamento del Consejo precisa que este órgano será el lugar de "participación de las asociaciones profesionales" de militares y de su "interlocución" con el Ministerio de Defensa en materias relacionadas con el estatuto y condición de militar, el ejercicio de los derechos y libertades, el régimen de personal y las condiciones de vida y trabajo en las unidades.

Entre otras funciones, deberá "recibir, analizar y valorar propuestas o sugerencias profesionales independientemente de que estén representadas o no en el Consejo de Personal", así como "ser oído" en cuestiones que afecten a asuntos sociales, profesionales y económicos.

Según el reglamento, el Consejo de Personal elaborará informes en los que recogerá los "acuerdos alcanzados" en los temas que figuren en el orden del día cuando haya "consenso" entre los representantes de las asociaciones profesionales y los del Ministerio de Defensa.

 

Utilizan perfiles falsos en la red social para obtener información de los militares como su rango, posición y otros datos personales.

El gobierno australiano realizó el pasado marzo un estudio de defensa y medios sociales que revela que los insurgentes talibanes utilizan perfiles falsos en Facebook para obtener información del personal militar.

Según el informe, una de las estrategias empleadas por los terroristas es hacerse pasar por «atractivas mujeres» que, una vez han conseguido hacerse amigas de los militares a través de la red social, pueden rastrear el paradero de los soldados a través de las opciones de etiquetado geográfico de Facebook.

«La mayoría no reconoce que las personas que utilizan perfiles falsos, quizá haciéndose pasar por un antiguo amigo de la escuela, podrían capturar su información y movimientos», indica el informe. «Pocos consideran las posibilidades de extraer datos y cómo los patrones de comportamiento pueden ser identificados con el tiempo», remarca.

Según indica el sitio web Mashable, el estudio del gobierno de Australia también señala que la familia y los amigos de los militares pueden poner en peligro las misiones de los soldados mediante el intercambio de datos confidenciales a través de los medios sociales.

Así, un alto porcentaje de los encuestados admitieron que no eran conscientes de los peligros de compartir demasiada información a través de los medios sociales. El 58% de los 1.577 que participaron en el estudio explicaron que no habían recibido un entrenamiento adecuado para el uso de estos social media.

Por su parte, el departamento de Defensa de Australia ha indicado que está trabajando en la elaboración de un guía de medios sociales para los soldados en misión de combate. Sin embargo, estas nuevas directrices no estarán listas hasta las Navidades de 2012. El estudio recomienda que los soldados no compartan datos personales como el nombre, rango y lugar a través de las plataformas sociales.

Fuente: ABC.es

"No, aún no he recibido el paquete. ¿Cuándo lo mandaste?", se oye que dice un militar que habla por uno de los teléfonos. Es difícil tener intimidad si no se conversa en susurros. Algunos soldados se amorran al auricular, dando la espalda al exterior, como si estuvieran abrazando a una novia y como si eso les pudiera conferir un poco de privacidad.

En la tienda casi siempre hay alguien, o al menos siempre que la actividad laboral del campamento permite tomarse unos minutos para llamar y en España no es una hora intempestiva. Entre Afganistán y España hay dos horas y media de diferencia horaria en verano, tres y media en invierno.

Todos los soldados mueven la cabeza de un lado para otro cuando se les pregunta si ellos explican a sus familias qué pasa aquí, en Afganistán. "No, no, yo no explico nada", es la respuesta más repetida. Y además, ¿qué explicar?

En la mayoría de bases militares españolas en Afganistán hay carteles en los locutorios que indican que hay que andarse con cuidado con qué se cuenta por teléfono. El enemigo puede estar escuchando, tener pinchadas las líneas telefónicas. La advertencia ya intimida.

En la mayoría de bases españolas, unos carteles indican que hay que andarse con cuidado con qué se cuenta por teléfono

"Desde el 13 de junio tengo un hijo en Moqur. Es muy joven, tiene 26 años. Me gustaría saber un poco más cómo están ellos allí, porque la verdad es que cuentan muy poco, por no decir nada, y a mí me preocupa saber cómo es su día a día, cómo están. Por eso, al saber que tú has estado allí, me gustaría, si es posible, que me pudieses contar algo". La madre de un militar, claramente angustiada, me escribía esta semana un mensaje por Facebook. No ha sido la única.

"Estoy aterrada. Nos casamos en junio y mi marido se va a Afganistán en dos meses. Me muero de miedo sólo de pensar que le pueda ocurrir algo. Por las noches lloro en silencio. No lo puedo evitar, no encuentro alivio. ¿Es todo tan horrible y peligroso como me imagino?", me preguntaba la esposa de un oficial, en este caso por correo electrónico.

"Mi pareja está en Afganistán, y de alguna manera se hace más ameno teniendo noticias cada día", era lo que la mujer de otro militar difundía por Twitter, haciendo alusión a mis crónicas. "Tengo un cuñado ahí. Gracias a tu reportaje hemos podido hacernos una idea de dónde está metido", afirmaba otra lectora.

Con los artículos que he publicado en las ediciones digital e impresa de El Mundo durante las últimas dos semanas, he intentado reflejar la vida y trabajo de las tropas españolas en Afganistán, y la situación en la provincia de Badghis, sin entrar a valorar la conveniencia o no de la misión española en este país.

Empotramiento 'real'

He estado en las bases militares de Qala-e-now y Herat, en los puestos avanzados de combate de Moqur, Ludina y Darr-e-bum, y la base de patrullas de la denominada carretera de la Luz. En ningún momento se me ha puesto ninguna restricción informativa más allá de la necesaria para garantizar la seguridad del contingente.

He podido moverme con total libertad, y hablar y entrevistar a quien he querido. Nadie ha supervisado mis escritos, ni mis fotos, ni mis imágenes de video. Ha sido un "empotramiento" real, como se dice en la jerga periodística. He acompañado a las unidades militares allá donde han ido, sin una agenda de visita predeterminada.

"¿Es todo tan horrible y peligroso como me imagino?", pregunta la esposa de un oficial

Quisiera agradecer al Ministerio de Defensa haberme dado la oportunidad de acompañar a las tropas españolas en Afganistán, por primera vez sin cortapisas. Especialmente, gracias a su director de Comunicación, Joaquín Madina, por su profesionalidad y confianza. Y al responsable del contingente español en Badghis, el coronel Luis Cebrián.

Mi trabajo sobre el terreno ha sido posible gracias a la inmejorable ayuda de los responsables de información pública, el comandante José Luis Cristóbal y el subteniente Juan Flores, y del jefe del puesto avanzado de combate de Moqur, el capitán Pablo Torres, que se ha desvivido por facilitarme información.

También reconocer el apoyo del comandante Alberto Fajardo, en Moqur; el teniente Pedro José Ruíz, en Ludina; y el teniente Flores y el sargento primero Del Campo, en la inhóspita base de patrullas de la ruta de la Luz.

Destacar especialmente al sargento primero Marcos Cuesta, por cuidar de mi seguridad en las patrullas por Darr-e-bum, y al brigada José Manuel Escudero, por estar pendiente de que no me faltara nada. Gracias también al comandante Jacinto Chozas y al sargento primero Pablo Lampkin, que se han encargado de las tediosas gestiones burocráticas de todo "empotramiento"; y al coronel Carlos de Palma, responsable de la base de Herat, por su apoyo.

Por último, mi más sincero agradecimiento a la Brigada Paracaidista, en especial las 12 y 11 compañías, por permitirme acompañarla y contestar con naturalidad a todas mis preguntas. Asimismo, a los lectores y lectoras que han seguido mis crónicas durante todos estos días o me han enviado mensajes.

"¡Por supuesto que la gente en Canadá sabe perfectamente quién es el gobernador del distrito de Panjwai! ¿Cómo no lo va a saber? ¡Nuestros soldados están Panjwai! El gobernador aparece cada dos por tres en la prensa", me contestó un periodista canadiense cuando en abril de 2011 acompañé durante dos semanas a las tropas de ese país en la provincia de Kandahar, sorprendido de que yo le planteara que la opinión pública en España no sabe quién es el gobernador de la provincia de Badghis, donde el grueso del contingente español está destinado, ni tan siquiera pueda reconocer su fotografía.

La misión española en Afganistán ha sido una gran desconocida durante todos estos años. Sólo ha aparecido en la prensa cuando un militar ha resultado herido o muerto, o cuando el ministro o ministra de Defensa ha viajado a Afganistán por unas horas con un séquito de periodistas. Muy pocas veces se ha explicado cómo los soldados viven, cuál es su rutina diaria. A veces no disponer de información puede ser peor que tenerla.

Fuente: ElMundo.es

HERAT, 2 Sep. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Laura Caldito) -

Italia acaba de concluir su repliegue de la provincia afgana de Badghis, donde desde ahora las tropas españolas serán las únicas en apoyar a las Fuerzas de Seguridad de este país en su lucha contra la insurgencia y por llevar la seguridad a la provincia más pobre de Afganistán.

Los últimos de los 400 militares italianos que ocupaban el puesto avanzado de Bala-Murghab, en el norte de la provincia, llegaron este sábado a Herat, desde donde continuarán su retirada hasta su país. Desde hace semanas, han recorrido Badghis en convoyes escoltados por tropas españolas hasta Qala-i-Naw, donde se encuentra el grueso del contingente español.

Con su retirada, el Ejército afgano ha pasado a ocupar el puesto avanzado de combate que estaba en manos de los italianos, en Bala-Murghab, en el distrito de mayor actividad insurgente y talibán de toda la provincia. De hecho, Murghab es el único en el que todavía no se ha iniciado la transición prevista por la OTAN y el Gobierno del país para que sus fuerzas de seguridad asuman el control de su territorio.

El pasado mes de mayo, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, anunció los territorios que debían comenzar la tercera fase de transición, entre los que se encontraban tres distritos de Badghis: Qadis, Jawand y Muqur. De esta forma, sólo Murghab quedaba al margen del proceso para una siguiente fase, por considerarse que no cumplía las condiciones necesarias para comenzar la transición.

Sin embargo, Italia ya ha sacado todas sus tropas de esta provincia y ha traspasado ya toda la responsabilidad al Batallón afgano al que ha estado formando y que deberá enfrentarse por sí solo a la insurgencia en el "gran feudo talibán" instalado en la zona.

Aunque oficialmente mandos militares españoles aseguran que la retirada española no ha supuesto una "sorpresa", porque ya se conocía, ni supondrá un cambio en la misión de las tropas españolas, también se reconoce que las condiciones para esta retirada no son perfectas.

SIN ACABAR SU PARTE DE LA 'RUTA LITHIUM'

Además, las tropas italianas se marchan sin cumplir su compromiso de apoyar la construcción del tramo de la ruta Lithium que, financiada con fondos españoles, quiere unir Qala-i-Naw con Bala-Murghab. Inicialmente, se preveía que las tropas españolas e italianas se encontraran a medio camino, en Mangan, apoyando las tareas de gravelado de la carretera.

Sin embargo, mientras las tropas españolas confían en concluir su tramo a finales de octubre, tras el parón esperado del mes del Ramadán, las obras desde la zona norte prácticamente no han avanzado. A partir de ahora, será el Ejército afgano quien deberá asumir las tareas de protección de los trabajadores que están construyendo la vía.

Estas tareas suponen un importante esfuerzo de protección y de seguridad, ya que la ruta Lithium es un objetivo de la insurgencia, que siembra de artefactos explosivos improvisados (IEDs) su recorrido, dificultando el tránsito y las obras de construcción.

A partir de ahora, las tropas españolas serán las únicas que patrullen Badghis y apoyen a las fuerzas de seguridad afganas en una presencia que cuanto más al norte se expanda más oposición encuentra por parte de los insurgentes. En esta última semana, tropas españolas han llevado a cabo una importante operación en la que resultó herido un paracaidista español y en la que acabaron con al menos 13 insurgentes.

España se retiró hace unos meses del puesto avanzado de combate que tenía en Darre i Bum, al norte del que mantiene en Muqur, a lo largo de la carretera Ring Road, pero continúa con patrullas hasta la zona, en las que siempre va junto al ejército afgano.

En cualquier caso, el repliegue italiano está sirviendo de 'ensayo' para el que comenzarán próximamente las tropas españolas, una vez vayan entregando la responsabilidad sobre la seguridad al Ejército y la Policía afganas.

Por el momento, el próximo relevo del contingente español, que llevará a Afganistán a la BRILAT, ya no cumplirá funciones de instrucción y formación de militares y policías afganos, sino que dará "un paso más" y se centrará en tareas de asesoramiento al Ejército y la Policía.

QALA-I-NAW, 29 Ago. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Laura Caldito) -

Un militar español ha resultado herido este miércoles en las piernas durante un enfrentamiento de varias horas con insurgentes al norte del puesto avanzado de combate de Ludina, en la provincia afgana de Badghis. La respuesta de las tropas españolas, que han contado con apoyo aéreo de la OTAN, ha acabado con cinco insurgentes muertos y ha dejado tres heridos, a los que hay que sumar otros ocho muertos en otro combate en Moqur, en el que los militares españoles han auxiliado a militares afganos, también con ayuda de helicópteros de ataque.

Según han informado fuentes militares en la base española de Qala-i-Naw, donde está el grueso del contingente español, el convoy militar en el que se encontraba el caballero legionario paracaidista herido "sorprendió" a la insurgencia en una operación de reconocimiento que comenzó la pasada madrugada, y en la que han permanecido cerca de 12 horas recibiendo disparos de manera interrumpida, hasta su regreso a Ludina.

El paracaidista, de 27 años y cuyas iniciales son J.F.F, fue evacuado por medios aéreos a la base de Qala-i-Naw, donde ha sido intervenido quirúrgicamente y estabilizado, antes de ser trasladado al hospital ROLE 2 español en Herat. El militar se encuentra fuera de peligro y ya ha podido hablar con su familia. Se está valorando la posibilidad de repatriarlo a España.

El convoy militar, formado por la 13ª Compañía de la III Bandera de la Brigada Paracaidista, reforzada con la unidad de mando de esta Bandera, salió a las 4.00 horas (hora local, 1.30 horas en España) de Ludina para una operación de reconocimiento de la zona norte de Ludina, con el objetivo de asegurar el territorio para el reinicio de las obras de construcción de la ruta Lithium que se construye con fondos españoles, después del parón con motivo del mes del Ramadán.

El fuerte despliegue militar español sorprendió a la insurgencia presente en esa zona, que a las 5.00 horas comenzó los primeros ataques a los vehículos con disparos aislados que no frenaron el avance de la caravana militar, que continuó su operación hacia al norte.

Ya a las 10.30 horas, cuando parte de la Compañía se encontraba realizando una patrulla a pie, el paracaidista fue alcanzado por disparos en las piernas, en un nuevo ataque. Los militares españoles respondieron con el armamento pesado de los vehículos blindados, con disparos de los militares que patrullaban a pie y con disparos de mortero, mientras pudo completarse la evacuación del compañero herido.

El resto de la unidad continuó el combate con los insurgentes, para el que recibió apoyo aéreo de la OTAN, que mató en ese lugar a un insurgente y dejó a otros tres heridos. El convoy inició después el regreso al puesto avanzado de combate y durante el trayecto continuaron recibiendo disparos, a los que se siguió respondiendo con el armamento de la unidad y con los medios áereos, dejando a otros cuatro insurgentes muertos. Finalmente, el convoy pudo llegar a Ludina alrededor de las 16.00 horas.

OTRO ATAQUE CERCA DE MOQUR

Mientras tanto, militares del otro puesto avanzado de combate español, en Moqur, tuvieron que acudir también esta mañana en apoyo a militares afganos de un puesto de observación situado en la Ruta Opal, que sufrieron un ataque a primera hora por parte de insurgentes que se sirvieron de ametralladoras, fusiles y granadas.

Una unidad de reacción rápida salió de la base 'Rickets' para ayudar a los militares afganos, mientras que se solicitaba apoyo aéreo que ha sido dirigido desde este puesto avanzado de combate.  Los insurgentes han huido inmediatamente de la zona en cuanto han llegado los helicópteros de ataque.

Un militar del Ejército afgano ha muerto y otro ha sufrido heridas y ha sido atendido por la célula de estabilización situada en la base española de Moqur.  Además, han muerto al menos ocho insurgentes.

HOSTIGAMIENTOS FRECUENTES A LAS TROPAS

Las patrullas que realizan los militares de los dos puestos avanzados de combate españoles reciben hostigamientos frecuentes. Normalmente son disparos efectuados desde la distancia, debido a la superioridad de medios militares de las tropas internacionales, por parte de los insurgentes, que huyen en cuanto se responde con armamento pesado.

El objetivo de estas patrullas, en las que siempre van acompañados de militares del Ejército afgano, es extender la presencia de las fuerzas de seguridad en la provincia de Badghis. Además, garantizan la protección a las tareas de construcción de la ruta Lithium.

   En la actualidad, España mantiene desplegados en Afganistán alrededor de 1.500 militares de los que unos 1.200 se encuentran en la provincia de Badghis. El trigésimo primero contingente español -ASPFOR XXXI-- está formado principalmente por miembros de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) Almogávares VI del Ejército de Tierra, que finalizarán su despliegue el próximo mes de noviembre.

QALA-I-NAW (AFGANISTÁN), 24 Ago. (EUROPA PRESS, Laura Caldito) -

 Las tropas españolas desplegadas en la provincia de Badghis han sufrido en poco más de 24 horas cinco ataques frustrados que no han dejado heridos ni importantes daños materiales, pero que ponen de manifiesto la situación de riesgo a la que se enfrentan los militares que participan en la operación de la OTAN. Uno de los ataques tenía como objetivo el convoy en el que viajaba el jefe del contingente español, el coronel Luis Cebrián Carbonell.

Según ha explicado el jefe de la Plana Mayor del contingente, teniente coronel Vicente Torres, a un pequeño grupo de medios españoles desplazados a Afganistán, entre los que se encuentra Europa Press, la caravana en la que viajaba el coronel Cebrián se vio sorprendida por la explosión de un artefacto explosivo improvisado (IED) que no provocó daños a los militares.

El artefacto estalló cuando la columna de vehículos militares atravesaba el conflictivo cruce de Sabzak, entre la provincia de Badghis y la provincia de Herat, en la tarde de ayer. El propio coronel ha explicado a los periodistas que desde el vehículo en que viajaba no llegó a escuchar la deflagración, que se le comunicó por radio, y ha apuntado que este tipo de situaciones se viven ya con "naturalidad".

BOMBA TRAMPA Y HOSTIGAMIENTO

Este incidente no es el único que han vivido las tropas españolas en las últimas 24 horas, ya que en la jornada de este viernes se han detectado otros dos IED en las proximidades del puesto avanzado de combate en Moqur, que no han llegado a estallar, y una patrulla formada por militares de este puesto ha sufrido un hostigamiento en las proximidades de Darra i Bum (una localidad situada más al norte), que se ha prolongado durante entre dos y tres horas.

El hostigamiento a la patrulla se ha producido esta mañana, en una zona situada al norte de Moqur, cuando los militares circulaban por la Ring Road, una carretera en construcción que pretende atravesar el conflictivo valle del Murghab, la zona de Badghis con mayor actividad insurgente.

Los militares españoles se encontraban cerca de Darra-i-Bum, donde antes tenían un puesto avanzado de combate del que ya se ha hecho cargo el Ejército afgano, cuando detectaron lo que parecía ser un artefacto explosivo improvisado, que resultó ser una "trampa". Una vez detenidos, comenzó un hostigamiento al que los militares respondieron y que derivó en un enfrentamiento durante entre dos y tres horas, del que no hubo que lamentar heridos.

Además, mientras el teniente coronel Torres explicaba a los periodistas la situación de la misión y los retos que se plantean en los próximos meses, artificieros trabajaban en la desactivación de dos IEDs localizados en las proximidades de Moqur, nuevamente en la 'Ring Road'.

Hace justo una semana un convoy de militares españoles que apoyaban a los militares italianos en su repliegue se vio detenido en dos ocasiones por sendos artefactos explosivos, que estallaron, sin causar heridos, con solo unas horas y unos kilómetros de diferencia, a lo largo de la Ruta Lithium, la otra carretera que atraviesa la provincia.

El incremento de la actividad insurgente que suele producirse en los meses de verano, ya que las duras condiciones del invierno limitan los movimientos, en estos últimos días se achaca también en parte al fin del Ramadán, que suele coincidir con un mayor número de ataques.

FUEGO EN EL BAZAR

Además, a los incidentes de las últimas 24 horas se suma una intervención de urgencia realizada la pasada madrugada, después de que se solicitara ayuda al contingente español para apagar un fuego que se había declarado en el bazar de Qala-i-Naw y que fue sofocado por personal de la base Ruy González de Clavijo. "Aquí no se para", ha afirmado el coronel Cebrián.

Los habitantes de Qala-i-Naw recurren con frecuencia a la ayuda de los militares españoles, que, al margen de las actividades que desarrolla la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID), también contribuyen a la mejora de sus condiciones a través de programas de impacto rápido, con los que también generan confianza en los afganos y se ganan su simpatía.

En el marco de estos esfuerzos se encuentra también la organización de un mercadillo todos los viernes en la base española, para el que están autorizados a vender sus productos de artesanía local --principalmente alfombras y bisutería-- entre 50 y 60 vendedores, que tienen en los militares a sus clientes.

Entre los compradores de hoy se encontraban algunos militares que volverán a España la próxima semana, principalmente del Cuerpo Médico, y que están dando el relevo a los que acaban de llegar este viernes. También podían verse uniformes italianos y estadounidenses, ya que en estos momentos se encuentran en la base española unos cien militares de estos países, de paso por la zona.

Mientras, entre los vendedores abundaban los hombres, aunque el primer puesto estaba ocupado por dos mujeres que se habían retirado el burka y ofrecían pulseras y collares a rostro descubierto, junto a dos niños pequeños con el pelo teñido de henna.

EL PEQUEÑO QUE CHAPURREA ESPAÑOL Y QUIERE SER TRADUCTOR

Entre los más jóvenes estaba también Asibala, un muchacho de 14 años que chapurrea español gracias a sus conversaciones con los militares, se queja de que no le dejan entrar en la cantina y se ha marcado como objetivo ser traductor "de grande". De momento, ya se hace entender y ha hecho de anfitrión con algunos periodistas para que se animaran a comprar. "Yo no vendedor, yo acompañante", decía.

Mientras tanto, por la zona se movían guardias civiles armados, los encargados de garantizar la protección de la base y controlar el acceso de afganos a las instalaciones militares, a los que tienen registrados con perfiles biométricos.

En la actualidad, España mantiene desplegados en Afganistán alrededor de 1.500 militares de los que unos 1.200 se encuentran en la provincia de Badghis. El trigésimo primero contingente español -ASPFOR XXI-- está formado principalmente por miembros de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) Almogávares VI del Ejército de Tierra, que finalizarán su despliegue el próximo mes de noviembre.

20/08/2012 (ElConfidencialDigital)

El verano más duro para la Unidad Militar de Emergencias: 4.000 efectivos han intervenido en la extinción de 25 incendios. 13 hidroaviones desplazados a La Gomera.

A lo largo de esta temporada veraniega, la Unidad Militar de Emergencias ha intervenido ya en más de 25 incendios en todo el territorio. De esta manera, 2012 se convierte en el año en el que más efectivos de la unidad se han tenido que movilizar.

Las altas temperaturas y la falta de lluvias del invierno han hecho que este verano esté siendo el más crítico para las brigadas antiincendios españolas. Así, para la UME este verano está siendo el más crítico de su reciente historia, “aunque debemos esperar al cierre de temporada para certificarlo”, matiza un portavoz.

En todos los incendios hasta la fecha la UME ha desplegado a un total de 4.000 efectivos, según cifras oficiales de la unidad.

Según ha podido saber El Confidencial Digital, los incendios producidos en Cortés de Pallas, Andilla y Calasparras provocaron el mayor desplazamiento de efectivos de la temporada, movilizando hasta el 79% de la capacidad de la UME en la lucha contra incendios forestales.

Trabajo continúo

La UME sigue en alerta, ya que sus actividades se han visto incrementadas por la reciente ola de calor que asola la península. Hace solo una semana, la unidad participó en la extinción de ocho grandes incendios en Madrid, Sevilla, Valencia, Zaragoza y León.

En estos focos, movilizaron un total de 1.200 efectivos en sus cinco batallones desplazándose de manera escalonada durante apenas tres días.

Durante la última semana, el incendio producido en La Gomera ha sido el mayor foco de atención de la UME, trasladando hasta allí 255 efectivos y un total de 13 hidroaviones para conseguir su extinción.

21/08/2012 (ElConfidencialDigital)

Los militares españoles, como sus socios extranjeros en la misión de la OTAN en Afganistán, se encuentran actualmente en alerta ante el aumento de atentados por parte de infiltrados entre las tropas afganas. La ISAF ha dado orden de mantener cargadas y listas las armas de fuego cuando hay militares y policías afganos cerca de ellos.

Siete muertos en una semana. Todos estadounidenses. Es el balance de militares asesinados la pasada semana por infiltrados de la insurgencia entre las filas del Ejército y la Policía afgana. Unos datos que han precipitado nuevas órdenes de seguridad de la ISAF para sus aliados.

Según ha podido confirmar El Confidencial Digital de fuentes militares, los soldados españoles desplegados en la provincia de Qala e Naw –tanto los destinados a la capital como los que operan en alguno de los puestos avanzados- han recibido la orden de mantener sus armas cargadas y listas cuando se encuentren en presencia de efectivos de los cuerpos de seguridad afganos.

Tal y como precisan estas fuentes, hasta ahora no era obligatorio –en ocasiones, incluso “desaconsejable”- llevar las armas preparadas salvo cuando se encontrasen de patrulla o en tareas de guardia de bases, edificios y acuartelamientos.

Las nuevas órdenes afectan también a los mandos españoles de la misión, que deberán llevar cargadas sus pistolas, según la información recabada por ECD.

Hasta el momento –desde enero de 2012- ya han sido 39 los militares asesinados por infiltrados de la insurgencia entre sus ‘compañeros’ afganos. La pasada semana, como admitió el Pentágono, se produjeron cinco de estos ataques.

España ya conoce de cerca esta amenaza y sus consecuencias. Hace ahora dos años, en agosto de 2010, dos Guardias Civiles y un traductor de nacionalidad española fueron asesinados en Qala e Naw por un chofer infiltrado por los talibanes locales.

“Orden de neutralización inmediata”

A principios de 2012, el recién ‘aterrizado’ Pedro Morenés trasmitió –información publicada por ECD- su preocupación al Jefe del Estado Mayor de la Defensa por la infiltración de la insurgencia y los peligros que ello conllevaba para los militares españoles.

Lo hizo después de que se produjese una crisis en Francia tras conocer su opinión pública el asesinato en Afganistán de cuatro de sus soldados por este método. Un incidente que generó un debate en el país galo sobre la permanencia de sus tropas en el país asiático.

El Jemad, tal y como contó ECD, trasmitió al ministro que se estaba entrenan a los militares españoles en técnicas de autoprotección, y se había ordenado la “neutralización inmediata en caso de una amenaza manifiesta”.

MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las tropas españolas desplegadas en Afganistán recibirán en los próximos meses nuevos morteros más precisos, rápidos y potentes para la protección de las posiciones españolas y los convoyes.

Según ha informado el Ejército de Tierra en su página web, ya han llegado cuatro de los seis morteros adquiridos por las Fuerzas Armadas, que serán embarcados en vehículos de alta movilidad táctica (VAMTAC), para su próximo despliegue en Afganistán.

De hecho, ya se han impartido los primeros cursos de formación para su manejo, a los que han asistido cerca de 60 militares. Además, han sido instruidos como operadores miembros de la Brigada de Infantería Ligera 'Galicia VII', con sede en Pontevedra, que serán los próximos en desplegarse en Afganistán.

La BRILAT relevará a la Brigada de Infantería Ligera Paracaidista (BRIPAC), que se desplegó el pasado mes de junio y que forma en la actualidad el grueso del contingente español en Afganistán.

"INCREMENTAR LA SEGURIDAD DE LAS TROPAS"

Según indica el Ejército de Tierra, el objetivo de esta adquisición era "incrementar la seguridad de las tropas españolas". En concreto, "contribuirán a aumentar la protección de la Fuerza, dando apoyo de fuego rápido y eficaz a las posiciones españolas y a los convoyes".

Sus características, según Tierra, lo convierten en "uno de los sistemas de armamento más modernos y avanzados del panorama armamentístico mundial" y supone "un salto cualitativo en cuanto a evolución tecnológica y técnica" para el Ejército.

El nuevo mortero tarda menos de dos minutos en hacer fuego tras una rápida y sencilla entrada en posición, con un margen de error en el tiro de unos 20 metros, "mucho menor que los morteros actualmente en dotación".

Además, es el primero que puede ser embarcado en un vehículo de alta movilidad táctica, ya que los anteriores sólo podían hacerlo en plataformas más pesadas. A pesar de ser vehículos ligeros, los VAMTAC que porten estos morteros llevarán un blindaje antiminas "similar" al de los RG31 y los Lince.    

12 DISPAROS POR MINUTO A HASTA CASI 7 KM

El arma del sistema es el mortero CARDOM de 81 mm y permite una cadencia de 12 disparos por minuto. La velocidad máxima que alcanza el proyectil es de 330 metros por segundo y el alcance de las granadas es de 6.900 metros.

Según explica el Ejército, tras un proyecto de tres años, ya se han recibido los cuatro primeros morteros, que superaron las pruebas de validación en el mes de mayo, en el campo de maniobras y tiro 'El Teleno', en León. Otros dos, que serán próximamente entregados, hicieron lo propio en el Centro de Adiestramiento 'San Gregorio', en Zaragoza, en el mes de junio. Aunque su destino es Afganistán, es "posible" que alguno de los seis morteros permaneza en España para tareas de instrucción del personal.

17/08/2012 (ElMundo.es)

Dos artefactos explosivos improvisados (IED, en sus siglas en inglés) han estallado al paso de un convoy militar español en la provincia afgana de Badghis, cuando circulaba por la peligrosa ruta Lithium, donde es habitual que la insurgencia esconda minas en la carretera para atentar contra los efectivos internacionales. En concreto el incidente ha ocurrido a la altura de la localidad de Mangan, al norte de la provincia. Fuentes militares han asegurado que el convoy no ha sufrido ningún daño personal ni material, porque los dos artefactos han estallado entre dos vehículos, sin alcanzar a ninguno. Primero ha estallado uno, y después, el otro.

En la actualidad la mayoría de los efectivos españoles destinados en Badghis pertenecen a la Brigada Paracaidista 'Almogávares VI'. Los militares que han sufrido el ataque son una sección que el martes se trasladó a la localidad de Bala Murghab para garantizar la seguridad a un convoy de más de cien camiones que las fuerzas italianas han desplazado hasta allí para iniciar su retirada de la zona, donde han estado desplegadas desde el año 2008. La sección española regresaba este viernes al puesto avanzado de combate Bernardo de Gálvez, en la localidad de Ludina, pero en solitario. Ha sido entonces cuando ha sufrido el ataque.

Fuentes militares han informado que las tropas españolas no han sido capaces de detectar los artefactos explosivos, a pesar de que siempre reconocen el terreno antes de avanzar y se mueven con gran lentitud, porque el tramo de carretera donde ha ocurrido el incidente es una pista completamente de arena, casi un desierto, donde resulta fácil esconder las minas.

Retirada de tropas

Las tropas italianas tienen previsto abandonar la provincia de Badghis este mes de agosto y, para ello, han iniciado una gran operación de retirada, con el apoyo de los efectivos españoles. En los próximos días más patrullas españolas transitarán por la ruta Lithium, escoltando a los convoyes italianos.

España también tiene previsto retirarse de Badghis, pero lo pretende hacer gradualmente a partir del próximo año, según el calendario acordado por la OTAN para la retirada del grueso de las tropas internacionales de Afganistán.