02/04/2018 -
Hace un par de meses, Enmanuel Macron, presidente de Francia, anunció su intención de reactivar el servicio militar obligatorio, en la misma línea que otras naciones occidentales, lo que provocó que en nuestro país se iniciase un breve debate sobre la “mili”, tan odiada por unos, añorada por otros y siempre sometida a la subjetividad o al rechazo de una buena parte de la sociedad que todavía no ha superado los traumas de su pasado y que tiene demasiados complejos sobre todo lo relacionado con la defensa nacional. Sin embargo, ante los muchos e imprecisos comentarios vertidos sobre este tema, es necesario recordar que en España la prestación del servicio militar obligatorio se encuentra suspendida, que no suprimida, desde el 31 de diciembre de 20011 y que nuestras Fuerzas Armadas son, a día de hoy, tan profesionales como los bomberos, los policías o los guardias civiles, por poner tres ejemplos de empleados públicos a los que nadie discute que deban percibir unas justas retribuciones o tener un régimen de personal que compense la singularidad de su profesión.
03/10/2014 - Opinión - El País -
La prohibición de que haya sindicatos en las Fuerzas Armadas es “contraria a la Convención Europea de los Derechos Humanos”, ha sentenciado el Tribunal de Estrasburgo en respuesta a las demandas de oficiales franceses, fundadores o miembros de asociaciones que recibieron órdenes de dejarlas porque la jerarquía las consideró equiparables a sindicatos. El Tribunal acepta restricciones, pero no la prohibición de sindicarse.
La cuestión afecta a la disciplina militar y a la neutralidad exigible a las Fuerzas Armadas. También a la capacidad de sus miembros para ejercer libertades reconocidas a los demás ciudadanos. En las Fuerzas Armadas españolas no son posibles los sindicatos ni la acción sindical (huelga, negociación colectiva, conflicto colectivo). Sí se permiten asociaciones profesionales, algunas de las cuales acumulan un historial de expedientes sancionadores sobre sus dirigentes. En materia de libertad de expresión, la legislación restringe mucho el ejercicio de este derecho por los militares y prevé sanciones por participar en reuniones no autorizadas o acudir de uniforme a manifestaciones.
Con la entrada en vigor de la LO 9/2011 de Derechos y Deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas, los suboficiales hemos querido ser de los primeros en tener nuestra propia Asociación Profesional. Tal vez por considerarnos la escala más olvidada, ninguneada y maltratada de nuestras FFAA. Nosotros creemos que es un dato objetivo y estamos dispuestos, si nos dan la oportunidad, a demostrar tal aseveración.