Hoy martes 3 de junio, el Rey visita la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, en el monasterio de San Lorenzo del Escorial. Allí, junto al Príncipe Felipe, presidirá la celebración del bicentenario de la creación de la Orden.
Don Juan Carlos, como jefe de Estado, es Gran Maestre de esta orden de caballería creada por Fernando VII tras la Guerra de la Independencia. Entre sus atribuciones está la imposición de las distinciones militares a aquellos a quienes se reconozca su “constancia e intachable conducta en el servicio”, según las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas.
Por último, el próximo domingo se producirá casi con total seguridad el último acto militar presidido por el rey, antes de que su abdicación sea efectiva. Será en Madrid, con motivo de la celebración delDía de las Fuerzas Armadas. También acudirá el Príncipe Felipe.
Una sucesión tranquila
“No cambia nada para las Fuerzas Armadas. El jefe de Estado ha dejado señalado el camino, que es el Príncipe Felipe. El relevo será acogido con normalidad y tranquilidad”. Así valoran mandos militares la abdicación del rey para El Confidencial Digital.
Según explican, la noticia –más allá del momento escogido- no les coge por sorpresa. “Era evidente que su estado de salud no era el idóneo para aguantar una agenda como la suya” dicen. Una circunstancia que, para los consultados, quedó patente tras el atropellado discurso que pronunciódonJuan Carlos en la Pascua Militar.
“Durante el acto se vio que no era el don Juan Carlos de siempre. Otras veces se había visto algún signo de empeoramiento físico, pero la Pascua Militar acabó por confirmar que el cansancio le afectaba también mentalmente” aseguran. Testigos presenciales de aquel polémico discurso confirman que el estado de salud del rey fue uno de los temas más comentados en los corrillos de altos mandos de aquella Pascua Militar.