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07/02/2014 - La Audiencia Provincial de Madrid ha reabierto el caso sobre la explosión en el edificio Macén, situado en el acuartelamiento de Valdemoro, y que provocó la muerte del subteniente de la Guardia Civil Francisco Morcillo Moya, de 61 años.

Los hechos tenían lugar el 29 de junio de 2010 tras producirse una explosión en el sotano del edificio durante un curso de desactivación de explosivos en el que participaban 25 alumnos y en el que el fallecido se encontraba dando clases. Una versión oficial que dista de la de los hijos del fallecido que, desde un inicio, han defendido que no se ajustaría a la verdad de los hechos acaecidos, ya que su padre, al encontrarse en situación de reserva y no tener encomendadas esas funciones formativas, no estaría dando ningún tipo de clase sobre explosivos, sino intentando evacuar las instalaciones una vez detectado el inicio del fuego.

Ahora, aunque el juzgado de Valdemoro acordó en 2010 el sobreseimiento de la causa, tras recurrir en apelación dicho auto ante la Audiencia Provincial de Madrid, la misma ha acordado revocar el acuerdo de sobreseimiento de la causa, devolviendo la causa al juzgado para que se tome declaración como imputado al Coronel Jefe del Acuartelamiento de la Guardia Civil de Valdemoro.

Según informa Antonio Suárez-Valdés, abogado de la familia del fallecido, el auto de la audiencia provincial de Madrid, considera que existen indicios racionales para entender que por parte del responsable del Acuartelamiento de Valdemoro, pudiera haberse cometido presuntamente un delito contra las normas de prevención de riesgos laborales en concurso con otro de homicidio imprudente, por lo que el Coronel Jefe de dicho acuartelamiento, deberá declarar ante el juzgado en condición de imputado.  

Según dicho letrado, la Audiencia Provincial considera que en la causa existen indicios suficientes para considerar que en el caso de autos no se habrían respetado las mas mínimas normas de seguridad que deben regir en lugares donde se almacenan sustancias explosivas e incendiarias como era el almacén donde se produjo el incendio. La edificación se encontraba ubicada en una instalación de alto riesgo como es el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ y el depósito judicial de explosivos; y carecía presuntamente de las medidas de seguridad necesarias para este tipo de instalaciones como salida de emergencia, extinción automática de incendios o detectores de incendio, entre otros.

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