El pasado viernes 4 de octubre se celebró un pleno ordinario del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas. No fue como tantos otros, las aguas de la Defensa están revueltas en lo que respecta a los asuntos de personal en este año tan movido políticamente. A propuesta de las asociaciones profesionales1 se celebró en marzo un pleno extraordinario sobre retribuciones que resultó ser agua de borrajas porque en medio hubo un adelanto electoral y el Ministerio de Defensa no quiso facilitar su estudio de retribuciones con el argumento de no querer hacer electoralismo. Un pleno para nada.
En el pleno ordinario de junio los representantes de ASFASPRO se levantaron de la mesa tras la negativa del Ministerio a reconsiderar unos proyectos de Real Decreto sobre enseñanza y promoción lesivos para los suboficiales. Por lo visto, para bloquear la carrera de los suboficiales y eliminar en la práctica la promoción interna el ministerio no está en funciones. Funciones a la carta2, a la medida de los deseos. Unos deseos de los responsables de la Administración que están en dirección contraria a la demanda del legislativo, que sí se preocupó en la Ley 46/2015, de reforma de la Ley de la carrera militar, de establecer el fomento de la promoción interna en la nueva redacción del art. 62 de la Ley de la Carrera militar.