02/04/2018 -
Hace un par de meses, Enmanuel Macron, presidente de Francia, anunció su intención de reactivar el servicio militar obligatorio, en la misma línea que otras naciones occidentales, lo que provocó que en nuestro país se iniciase un breve debate sobre la “mili”, tan odiada por unos, añorada por otros y siempre sometida a la subjetividad o al rechazo de una buena parte de la sociedad que todavía no ha superado los traumas de su pasado y que tiene demasiados complejos sobre todo lo relacionado con la defensa nacional. Sin embargo, ante los muchos e imprecisos comentarios vertidos sobre este tema, es necesario recordar que en España la prestación del servicio militar obligatorio se encuentra suspendida, que no suprimida, desde el 31 de diciembre de 20011 y que nuestras Fuerzas Armadas son, a día de hoy, tan profesionales como los bomberos, los policías o los guardias civiles, por poner tres ejemplos de empleados públicos a los que nadie discute que deban percibir unas justas retribuciones o tener un régimen de personal que compense la singularidad de su profesión.