El incremento adicional del 0,5 por ciento se calculará sobre las retribuciones vigentes a 31 de diciembre de 2023, tendrá efectos de 1 de enero de 2024 y se abonará en la nómina del mes de julio de 2025 salvo que la habilitación responsable no disponga de todos los elementos formales necesarios o en otros supuestos en que por motivos técnicos no resulte posible, en cuyo caso se abonará en la primera nómina en que sea posible.
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ASFASPRO denuncia las malas condiciones profesionales y económicas que van a encontrar los nuevos sargentos de los tres ejércitos cuando lleguen a sus unidades de destino.
Madrid, 3 de julio de 2025 – Un año más, las Academias de suboficiales de los tres ejércitos finalizan curso con la ceremonia de entrega de despachos a los nuevos sargentos. Estos suboficiales, eslabón fundamental de las Fuerzas Armadas, emprenden su andadura profesional con ilusión y con ganas de hacer bien las cosas. Sin embargo, la realidad de la carrera militar y de nuestras bases y acuartelamientos va a comenzar a desmoralizarles tan pronto pongan un pie en sus unidades de destino.
España lleva décadas sin atender adecuadamente a su defensa, sin dotar presupuestariamente de manera suficiente a nuestras Fuerzas Armadas:
En la reciente cumbre de la OTAN en La Haya los aliados han acordado el objetivo de invertir el 5% del PIB en defensa de cara al 2035 en un escenario geopolítico de grandes tensiones internacionales. En este escenario de incertidumbres y conflictos bélicos la lógica indica que los responsables de la Defensa deberían aplicarse en solucionar los graves problemas ya diagnosticados con el fin de disponer de mecanismos adecuados a la neutralización de todo tipo de crisis, entre los que tienen un papel fundamental unas Fuerzas Armadas bien dotadas de personal y de medios.
Lamentablemente, el Gobierno se empecina una y otra vez en dilapidar ocasiones para dignificar los salarios del personal militar, para reflotar las instalaciones y para modernizar los medios. De manera sorprendente, cuando todos los aliados confirman el aumento paulatino en el gasto en defensa hasta llegar al 5% del PIB, el presidente del gobierno español se desmarca y se permite afirmar que con un 2’1% la defensa española va sobrada.
No nos gustan los malos augurios, pero con esta falta de voluntad política, los que van a ir sobrados, pero de exceso de horas de trabajo sin retribuir, de peores instalaciones que las actuales, de medios y sistemas cada día más obsoletos van a ser, precisamente, los estrenados sargentos de los tres ejércitos. De lo que, desgraciadamente, no van a ir muy sobrados va a ser de unas adecuadas condiciones de trabajo, retribuciones y alojamientos dignos para ellos y para sus familias.
Desafortunadamente, en pocos años, muchos de estos sargentos solicitarán la baja de las Fuerzas Armadas en busca de unas mejores expectativas profesionales y económicas en otros cuerpos y escalas del Estado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.
La Defensa nacional requiere de una financiación suficiente pero también de la modificación de las leyes que rigen la carrera militar, que deben atraer y retener el talento.