ASFASPRO denuncia que es necesario que la Constitución llegue definitivamente al personal militar actualizando su legislación.
Ayer, 4 de diciembre, se constituyó la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. Mañana, 6 de diciembre, es el Día de la Constitución. Hemos querido aprovechar las dos acepciones de esta palabra, Constitución, porque los señores diputados de la Comisión de Defensa del Congreso –y también los del Senado- tienen por delante mucho trabajo para garantizar que la Constitución se aplique debidamente también a un colectivo que tiene los derechos restringidos después de 45 años de la promulgación de la Carta Magna: el personal militar de las Fuerzas Armadas.
Un personal que ha estado y está contribuyendo en primera línea a la defensa de los derechos constitucionales del resto de la ciudadanía, y ha estado y está sacando las castañas del fuego cuando no queda nadie más. Se ha podido comprobar en la anterior legislatura: pandemia, volcán de La Palma, avalanchas en las fronteras, nevadas, incendios… A cambio, el personal militar recibe huecas felicitaciones verbales, palabras y palabras, y alguna chapa, como la de la Operación Balmis, para lustre en el uniforme y sin remuneración… Los militares son los únicos empleados públicos a quienes se puede exigir entregar su vida cuando sea necesario, pero esto parece que no se valora. El personal militar sufre un importante recorte de sus derechos constitucionales que no se compensa con las justas condiciones laborales y retributivas que merece, como cualquier otro colectivo profesional. En la práctica los militares son ciudadanos de segunda y trabajadores de tercera. Y esto va en contra de lo que establece la Constitución.
Sus señorías, en el Congreso y en el Senado, deben velar para que el trato que recibe el personal militar sea justo y digno, y ello está en sus manos:
Señorías, tienen mucho trabajo por delante para hacer que la Constitución, que ahora celebramos, sea para todos, también para los militares de las Fuerzas Armadas.