Esta modificación reglamentaria es una muestra palpable de la falta de expectativas profesionales del suboficial y del poco valor que el Ministerio de Defensa otorga a su personal. Dar oportunidades de promoción a poco más de un 13% de un colectivo de 27.000 suboficiales y vender que se favorece la promoción es simplemente engañar a la opinión pública y especialmente a los futuros aspirantes que deseen ingresar en las Fuerzas Armadas.

No es menos vergonzoso que el Ministerio de Defensa mantenga los límites de edad para la promoción interna a los Cuerpos de Intendencia, Jurídico, Intervención y Sanidad (Medicina sin titulación) y no existan para el ingreso directo desde civil. El Tribunal Supremo anuló estos límites, pero la Ministra Robles los mantiene exclusivamente para la promoción interna.

En el caso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado los límites de promoción aumentan hasta los 50 años o simplemente no existen.

La falta de proyección profesional y de unas retribuciones dignas están destruyendo la carrera militar, sin embargo, desde el Ministerio de Defensa no se pone solución. En consecuencia, el agradecimiento infinito que la ministra de Defensa dice tener hacia los militares se queda en un mero artificio de cara a la galería, porque no puede poner como excusa la crisis económica, como hace con las retribuciones, para que no se pueda dignificar y potenciar la carrera del suboficial.