Sorprende esta falta de aspirantes cuando, al mismo tiempo, se reivindica la permanencia hasta la edad de retiro de ese mismo personal de tropa y se denuncia la falta de oportunidades. ¿Cuáles son los motivos por los cuales los militares de Tropa no aspiran a ascender a Suboficial, conseguir el estatus de militar de carrera y la ansiada permanencia hasta el retiro?
Básicamente, porque la promoción a la Escala de Suboficiales no es atractiva: preparar el concurso oposición, pérdida de destino (algo lógico), necesidad de poseer previamente para optar a ingreso el título de bachiller o equivalente, tres años de formación académica en los cuales, además de las materias militares, se debe conseguir el Título de Técnico Superior asignado a la especialidad fundamental y luego, en el devenir del desarrollo de la carrera, más responsabilidad, cambios de destino, muchos de ellos motivados por los ascensos, etc. Y todo ello sin la necesaria compensación retributiva ni reconocimiento a tanto mérito y esfuerzo.
Pero, además, debemos tener en cuenta la competencia que representa la atractiva oferta para optar al ingreso en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: No se exige para el concurso oposición el título de bachiller sino el de la ESO, un año de formación (en lugar de tres), y unas retribuciones superiores a las de los Suboficiales de las Fuerzas Armadas: un guardia civil “raso” o un policía nacional tienen retribuciones superiores a un sargento de las Fuerzas Armadas. Y menos responsabilidades. Esta diferencia se verá incrementada en caso de equiparación de retribuciones de las FCSE con las policías autonómicas.
Parafraseando el anuncio de detergente: “busque, compare, y si encuentra algo mejor, oposite a ello”.
Los nubarrones sobre la carrera militar de algunos colectivos militares no son nada nuevo. Lo que se describía en el ya lejano 2003 para la Escala de Oficiales (ahora declarada a extinguir) sigue en vigor quince años después para quienes se han hecho cargo de sus responsabilidades, la Escala de Suboficiales. Parece que no pasa el tiempo, solo se modifican algunos detalles. Resulta muy ilustrativo al respecto el artículo “Los hijos de Saturno”, publicado en el nº 29 de la revista COTA 690 del Círculo de Oficiales de las Fuerzas Armadas en diciembre de 2003.