Los socios de ASFASPRO no han encontrado persona, colectivo o institución que se preocupe por los suboficiales, como el coronel de la obra de Gabriel García Márquez. El Estado dejó de velar hace mucho tiempo por los intereses profesionales del personal militar, como exigían las Ordenanzas y las leyes de la carrera militar, y ahora los suboficiales, que quieren ser agradecidos, no hallan a quién dirigir su reconocimiento. ¿Será que están solos?
Es realmente preocupante en un ámbito profesional como el de la defensa nacional, en el que sus miembros, llegado el momento, deben poner su vida a disposición de la seguridad y del bien común. Esto exige una motivación moral y anímica que difícilmente está al alcance de aquellos que se sienten solos.
Preocupante, muy preocupante.