Pero la UME no se queda únicamente en la formación. Como explican sus mandos, los proyectos e innovaciones son continuos. Y uno de los más espectaculares será la recreación en sus instalaciones de Torrejón de lo que sería una accidente ferroviario. Pretenden trasladar a la base (y para eso están en conversaciones con Adif) un tren ya en desuso. Además, poner en marcha una vía y simular accidentes para «ensayar» como se debe actuar en esa situación. Sin duda, el accidente de Galicia del pasado año está en la mente de todos estos innovadores.
No es lo único. La vía férrea es siempre una prioridad para estas unidades. Porque las «lenguas de hierro» recorren toda España. Y hay que estar preparados siempre para eventualidades también en estas circunstancias. Los mandos explican que una de las prácticas que están realizando de forma habitual en los últimos meses son actuaciones en túneles. Y para ello se desplazan de noche a los de las vías del AVE en la sierra de Guadarrama. Aprovechan que estos trenes no circulan en a esas horas para realizar prácticas nocturnas en los túneles.
La UME ha creado un equipo integrado por 250 efectivos especializados en la búsqueda y rescate de personas en grandes catástrofes, como accidentes ferroviarios o aéreos.
Estos especialistas están preparados para actuar hoy mismo si se produjera un siniestro como el ocurrido hace ahora poco menos de un año en el barrio compostelano de Angrois, donde fallecieron 79 personas.
Pero no son las únicas actuaciones. La UME se ha convertido también en una de las banderas emblemáticas en la lucha contra uno de los fenómenos más preocupantes, de un fenómeno que no entiende ni de fronteras ni de competencias: los incendios. Y por eso trata de experimentar, para ser aún más efectiva.
La apuesta es tecnológica, además de estratégica. Las nuevas tecnologías deben tener mayor presencia y la UME está dispuesta a experimentar. Asi, incorporará este año a la lucha contra incendios el uso de drones para determinar el perímetro exacto de las llamas y helicópteros Cougar para el traslado nocturno de efectivos y depósitos de agua a zonas de difícil acceso. La unidad de elite de las Fuerzas Armadas dispondrá de vehículos aéreos no tripulados que serán utilizados exclusivamente para determinar y vigilar la zona exacta de los incendios.
El Gobierno reguló el 4 de julio el uso de drones y autorizó su uso, entre otras tareas, para la observación y vigilancia aérea, incluyendo la filmación de incendios forestales.