Tras el accidente, que tuvo lugar el pasado 19 de marzo sobre las diez de la noche a unas 37 millas náuticas al este de Gran Canaria durante una misión rutinaria de entrenamiento por causas que están siendo investigadas, se pusieron en marcha tanto medios navales como aéreos para la búsqueda del aparato.

   Así, un buque de acción marítima de la Armada, un patrullero y un helicóptero de la Guardia Civil, tres embarcaciones, un avión y dos helicópteros de Salvamento Marítimo, un patrullero de Vigilancia Aduanera, así como tres aviones y dos helicópteros del Ejército del Aire han participado en las labores de búsqueda del helicóptero y de los cuatro tripulantes.

   Los militares desaparecidos son el capitán Daniel Pena Valiño, los tenientes Carmen Ortega Cortés y Sebastián Ruiz Galván y el mecánico sargento Carlos Caramanzana Álvarez. El quinto tripulante del helicóptero, el sargento Johnander Ojeda, fue rescatado con vida a los pocos minutos del siniestro.

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   Las operaciones de rescate de supervivientes se dieron por finalizadas el domingo siguiente al del siniestro, es decir, el 23 de marzo, pasando a una fase de búsqueda y recuperación de restos. Dicha segunda fase finalizó el pasado domingo sin que se hayan podido localizar elementos adicionales del aparato accidentado.

   Por este motivo, Defensa y el Ejército del Aire ya están ultimando las negociaciones con compañías civiles especializadas en la localización y rescate a grandes profundidades para contratar "aquella cuyos medios y capacidades tecnológicas proporcionen una mayor garantía de éxito en la compleja y difícil operación" que es la recuperación de los restos del helicóptero.

   El departamento que dirige Pedro Morenés asegura en su comunicado que las familias de los cuatro militares desaparecidos están siendo "continuamente informadas de todas las acciones realizadas y de aquellas otras que están previstas llevar a cabo de forma inmediata".