Claro que hay numerosos defensores a ultranza del conducto regular, y por supuesto que puede ser útil, pero en un ámbito muy reducido y condicionado por la losa de los Informes Personales de Calificación.
Sobre las iniciativas y quejas que parten del esquema del conducto reglamentario pero que dan un paso más hacia los Mandos de Personal y la Subsecretaría de Defensa, han permitido la solución de algunos pequeños problemas, si bien habrá que esperar algún tiempo para hacer una valoración adecuada del procedimiento.
Las asociaciones profesionales, que se han constituido para quedarse, forman parte de las Fuerzas Armadas y, guste o no, deben ser consideradas en la dirección y la gestión de las mismas en lo referente a materia de personal. Los mandos –todos- vamos a tener que mandar bien o mejor. No vale arengar continuamente con que el personal es el activo más importante y luego ignorar sus intereses profesionales, económicos y sociales o negar su problemática.
Se debe desterrar de una vez por todas esa premisa falsa y torticera de que pertenecer a una asociación profesional es sinónimo de mal militar, por el contrario, colaborar en la mejora del régimen del personal de las Fuerzas Armadas debería ser una de las principales obligaciones de todos sus miembros, pues a buen seguro se evitarían los graves errores que nos han afectado en el pasado reciente.
1 http://www.asfaspro.es/ASFASPRO/DOCUMENTOS/LODDFAS/LODDFAS_9-2011.pdf