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«Tengo cintas de los gorros de marineros que estuvieron en el desastre de Cavite»

A sus 58 años, el cartagenero Diego Quevedo Carmona, suboficial mayor del Arsenal Militar , lleva tres cuartas partes de su vida en la Armada. Estuvo tres décadas adscrito a la Base de Submarinos, pero ahora que está destacado en tierra ha podido echar la vista atrás para clasificar una colección privada de 700 cintas de gorras de marineros. Las ha recopilado a lo largo de cuatro décadas, junto a 500 fotos de soldados de la Armada posando con esos tocados.
- ¿Qué le llevó a empezar la colección?
- La comencé nada más entrar en el cuerpo como una afición más. Pero poco a poco le fui tomando más interés. Así que con el paso de los años comencé a recopilar material fotográfico, retratos de estudio de marineros con esas gorras con la denominación de su destino. No son fotos comunes, porque costaba mucho dinero pagar a un fotógrafo y eso quedaba reservado, en la mayor parte de los casos, a los mandos. También tengo gran cantidad de documentación oficial, de reales órdenes a disposiciones ministeriales, sobre las denominaciones y las cintas oficiales pertenecientes a cada destacamento.
-¿Por qué se llaman cintas de Lepanto?
- No es un nombre oficial, sino parte del argot de la Armada. El Lepanto es el gorro y se llama así en recuerdo de un barco escuela de principios del siglo XX, de cuyos alumnos se tomó la referencia para renovar los tocados de todas las tripulaciones. Y la denominación permanece.
- ¿Qué tienen de atractivo para usted esos remates de las gorras?
- Que forman parte de la historia más cotidiana de las guarniciones y las tripulaciones y dan testimonio de un tiempo pasado cuya memoria puede perderse. Le pongo un ejemplo: el Arsenal de Cartagena ha tenido siete denominaciones distintas como destino. Una forma gráfica de ilustrarlo es cómo aparecía en las cintas de las gorras. Y las tengo todas.
- ¿Hasta dónde llega su colección?
- Tengo cintas del mismo momento en el que se crearon, en 1844, hasta la actualidad. Proceden de casi todas las dependencias de la Armada en tierra, desde bases, a arsenales, puestos y comandancias. También de infinidad de buques.
- ¿Y cuál recuerda como una pieza especialmente valiosa?.
- Tengo uno del 'Reina Regente', un buque que se hundió en 1895 en el Golfo de Cádiz, y una foto de un marinero con ese tipo de gorra. También son interesantísimas las de destacamentos en colonias ya desaparecidas como la comandancia en El Aaiún (Sahara) y varios puestos en Guinea Ecuatorial.
- ¿Cómo consigue estas piezas de museo?
- No resulta nada fácil, porque aunque uno conoce a militares de todos los destinos de la Armada en España, cuando encuentra a alguien que guarda una gorra de su abuelo, éste rara vez accede a desprenderse de ella porque sí. Así que hay que negociar.
- Supongo que internet le habrá ayudado.
- Si. Sobre todo para el extranjero. No creo que hubiera sido posible conseguir por otro medio las tres cintas de marinero de tres buques hundidos en el desastre de Cavite, en Filipinas: el 'Juan de Austria', el 'Callao' y el 'Leyte'. Me las vendió un anticuario de Manila con el que contacté a través de la Red.
- ¿Piensa usted en montar alguna exposición con su colección o la tiene solo para disfrute propio?
-Ahora que tengo un destino en tierra y dispongo de más tiempo, busco mecenas para una muestra. Además, he tenido tiempo para preparar un libro en el que incluyo abundantes testimonios gráficos de las cintas y las fotos, y pronto comenzaré a buscar editor.
- No son buenos tiempos...
- Confío en el valor de la colección de la que hablo y me he documentado bien. Además, he conseguido ya cierto eco con la publicación de mi labor en la prensa de Cádiz y en un dominical gallego.

13/01/2013 - LaRazón.es

El Príncipe de Asturias ha impuesto a título póstumo la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo al sargento David Fernández Ureña, fallecido el viernes en Afganistán al explosionarle un artefacto. Este domingo ha tenido lugar una emotiva ceremonia en el acuartelamiento «Sangenis», sede del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros número 12 de Zaragoza, donde estaba destinado el militar.

Al acto han asistido el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi; el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde; el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Angel Val; el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente; la vicepresidenta de las Cortes de Aragón, Rosa Plantegenet-White; el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Fernando Zubiri.

Asimismo se han desplazado hasta el acuartelamiento los portavoces de Defensa de los grupos parlamentarios del PP y PSOE en el Congreso, Beatriz Rodríguez-Salmones y Diego López Garrido, respectivamente, además de otras autoridades civiles.

Asimismo, han asistido al funeral el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez, el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, general de Ejército Jaime Domínguez Buj

y el comandante del Mando de Operaciones, almirante Teodoro López Calderón.

El Príncipe, al inicio de las honras fúnebres, se ha acercado a dar el pésame a la madre, los hermanos y la novia de David Hernández Ureña, que estaban acompañados por otros familiares, amigos y compañeros del militar.

El arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, ha definido al sargento como "una persona valiente", al tiempo que ha destacado la importante labor que realizan las fuerzas armadas españolas en beneficio de la paz. "Los que trabajan por la paz, nunca mueren", ha asegurado, tratando de dar consuelo a la familia.

MERITO MILITAR

Tras la misa, Don Felipe de Borbón se ha acercado al féretro, que estaba cubierto por la bandera de España, y ha impuesto a título póstumo a Fernández Ureña la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo.

Este distintivo se concede a aquellas personas que, con valor, hayan realizado acciones, hechos o servicios eficaces en el transcurso de un conflicto armado o de operaciones militares que impliquen o puedan implicar el uso de fuerza armada, y que conlleven unas dotes militares o de mando significativas.

La muerte de Fernández Ureña, de 35 años, y natural de Bilbao, se produjo cuando trataba de neutralizar un artefacto explosivo improvisado cuando realizaba labores de reconocimiento en la ruta OPAL, entre las localidades de Qala-i-Naw y Darra-i-Bun, en Afganistán.

Era especialista en NBQ (defensa nuclear, biológica y química), operador de desactivación de artefactos explosivos. Ingresó en el Ejército en el año 2000 y desde 2008 estaba destinado en el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros de Zaragoza. En el año 2009 participó en la misión de Afganistán, por lo que fue condecorado con la medalla de la OTAN-ISAF.

Durante la ceremonia, los compañeros de David Fernández han cantado 'La muerte no es el final'. La madre y su novia han recibido con emoción, de manos del coronel del Regimiento, Antonio Navarro, la bandera que ha arropado el féretro y la boina del uniforme del sargento.

Las honras fúnebres han finalizado con un homenaje a los miembros de la fuerzas armadas que han dado su vida por la patria.

ASFASPRO acompaña en el sentimiento a familiares, amigos y compañeros del Sargento David Fernández Ureña.

 

El sargento del Ejército español David Fernández Ureña ha muerto en Afganistán mientras trabajaba en la desactivación de un explosivo. El fallecido tenía 35 años, era natural de Bilbao aunque vivía en Zaragoza, y estaba soltero pero tenía pareja.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha informado de la muerte del sargento y ha trasladado su "reconocimiento a todos los miembros del Ejército y de las Fuerzas Armadas por su labor en servicio de la paz y la estabilidad en todo el mundo".

La vicepresidenta reconoció la "tarea impagable" que realizan los militares "al servicio de la democracia y de quienes vivimos en ella", con una "entrega generosa" en situaciones "peligrosas e imprevisibles".

Según ha informado el Ministerio de Defensa, la muerte se ha producido durante una operación de reconocimiento en la llamada 'Ruta Opal', que une las localidades afganas de Qala-e-Now y Darra-i-Bun, en la provincia de Badghis.

La Unidad de Ingenieros de la ASPFOR XXXII, a la que pertenecía el sargento fallecido, encontró un IED (artefacto explosivo improvisado) en la citada ruta y al proceder a manipularlo estalló provocando la muerte de Fernández Ureña.

No consta que la explosión haya provocado heridos, pero Defensa no ha confirmado aún este extremo debido a que las condiciones meteorológicas son muy adversas y las comunicaciones con la zona muy difíciles.

El sargento Fernández Ureña era especialista en NBQ, operador de desactivación de artefactos explosivos y contaba con el curso básico de paracaidismo. Ingresó en el Ejército en el año 2000 y desde 2008 estaba destinado en el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros de Zaragoza. En el año 2009 participó en la misión de Afganistán, por lo que fue condecorado con la medalla de la OTAN- ISAF.

Un año sin bajas

Hacía más de un año que España no sufría una baja mortal en Afganistán por un ataque de los talibán. La última víctima era el sargento Joaquín Moya Espejo, que falleció el 6 de noviembre de 2011 tras recibir un disparo en un tiroteo en la 'Ruta Lithium', la vía de comunicación que protegen los españoles junto a la 'Ruta Opal' en la que ha fallecido hoy el artificiero.

En junio de 2012 murió otro militar español en Afganistán, el suboficial mayor Juan Manuel Medina Álvarez, pero por causas naturales.

Aunque la mayor parte de las víctimas españolas por ataque de los talibán se han producido por artefactos explosivos, que los talibán colocan en las rutas por las que transitan las tropas, es la primera vez que fallece un artificiero mientras realizaba su trabajo.

La muerte del sargento Fernández Ureña se ha producido cuando España está organizando el repliegue de Afganistán a gran escala. La 'Ruta Opal', en la que se ha producido el ataque, une Qala-e-Now, capital de la provincia de Badghis y sede del grueso del contingente, con la base avanzada Ricketts, en la localidad de Muqur. En primavera está previsto que las tropas abandonen esta base avanzada, al igual que la que ocupan en Ludina, en la 'Ruta Lithium', y se replieguen hacia Qala-e-Now, con lo que el número de patrullas por estas peligrosas vías de comunicación se reducirá al mínimo.

Posteriormente, se dejará la propia Qala-e-Now, en un gran repliegue que llevará a todas las tropas hasta Herat y que se prevé que esté concluido antes de que termine este año. Ya en 2014, las Fuerzas Armadas dejarán Herat en dirección a España, aunque se está estudiando una nueva misión posterior que podría dejar algunas unidades en la ciudad.

Fuente: ElMundo.es

Un emotivo acto militar en su honor tuvo lugar ayer en la base Álvarez de Sotomayor, sede de la Brigada de la Legión ‘Rey Alfonso XIII’

La Enseña Nacional permaneció a media asta durante la jornada de ayer en la Base ‘Álvarez de Sotomayor’, de Viator, en señal de luto por la muerte en acto de servicio del suboficial artillero Juan José Maldonado Pérez.
El óbito se produjo a primeras horas de la noche del pasado viernes tras permanecer cuatro días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Sanitario Torrecárdenas, de la capital almeriense, donde fue trasladado con heridas de extrema gravedad.
El general jefe de Fuerzas Ligeras, general de división Juan Bautista García Sánchez, presidió un acto militar la tarde de ayer en la Base ‘Álvarez de Sotomayor’, sede de la Brigada de la Legión ‘Rey Alfonso XIII’, consistente en un responso de ‘córpore insepulto’ y una parada militar ante el Cristo de la Buena Muerte.
El acto contó con la presencia de familiares; general jefe de la BRILEG, Juan Jesús Leza Benito; teniente coronel jefe del Grupo de Artillería de Campaña de la Legión, Enrique Campo Loarte, entre otros jefes de la BRILEG y representaciones militares.
La capilla ardiente estuvo instalada en la capilla de la Base hasta la hora del acto militar de Homenaje a los Caídos.
Juan José Maldonado Pérez, de 48 años, estaba casado y deja viuda, dos hijos y una hija. Ingresó en el Ejército a los 18 años de edad.
A primeras horas de la noche del pasado lunes, 12 de noviembre, el infortunado militar sufrió un accidente en el Campo de Tiro y Maniobras ‘Álvarez de Sotomayor’ donde se encontraba desplegado el Grupo de Artillería (GACALEG) con motivo de un ejercicio de adiestramiento, recibiendo un fortísimo golpe en la cabeza.
El GACALEG, en el que estaba destinado, es una de las unidades que integran la Brigada de la Legión. Unidad en permanente adiestramiento.
Fuente: Ideal.es

crespon negro

Desde ASFASPRO lamentamos mucho la perdida de este compañero, y queremos expresar nuestras más sinceras condolencias a familiares, amigos y compañeros.

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